viernes, 10 de julio de 2009

El crimen de la guerra - Juan Bautista Alberdi



El crimen de la guerra
Juan Bautista Alberdi
Editorial Claridad

(Buenos Aires)

Según Ricardo Piglia en su libro Crítica y ficción, cuando le preguntan acerca de las grandes ideas que aparecen en la Argentina en la Organizacion Nacional, Piglia dice acerca de Alberdi:

"...Si Facundo es el oráculo del Estado argentino, Urquiza, en 1862, es el que lo descifra y lo cumple. Y paga con su vida; como en un drama de Shakespeare es asesinado por Ricardo López Jordán, "su protegido, acaso un hijo", que ha sido por otro lado el jefe de la caballería entrerriana, el jefe de esos gauchos que en la batalla eran como el viento de la muerte, y la otra gran figura en ese drama es Alberdi. Con la traición de Urquiza queda colgado en Europa, donde vivirá exiliado más de treinta años. Ha sido embajador de la Confederación, enemigo declarado de sus
viejos aliados Mitre y Sarmiento, y ahora está solo, lejos de todo, no hace más que escribir. Los inéditos de Alberdi, sus textos póstumos, forman parte de las grandes escrituras del siglo XIX. Acompaña y comenta los hechos, ve triunfar políticamente a todos sus adversarios; el año del asesinato de Urquiza escribe su novela Peregrinación de Luz del Día, que es en realidad la historia utópica de su regreso imposible a la patria...".

"...pero en realidad lo único que hace Alberdi es escribir. Todo el tiempo. No hace otra cosa. Y es el más lúcido y el más desesperado. Realmente él es la verdad en América. En sus textos anticipa los grandes debates futuros. Lo interesante es la sensación de que la distancia y el destierro le permiten una lucidez que no tiene ninguno de sus contemporáneos..."-



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Del prólogo a la edición inglesa:

Con razón se ha dicho de El crimen de la guerra que “si en lugar de haber aparecido en la América española hubiese sido publicado en francés en París, Londres o Berlín habría producido sensación, circulado profusamente en numerosas ediciones y, a estas fechas, se hubiera conquistado el subtítulo de El Evangelio de la paz”. Tal apreciación es alta, pero merecida. Vistas elevadas, pero intensamente prácticas; amplia base filosófica; frases cristalinas, cortantes; estilo fácil y epigramático; profundo conocimiento de la historia y de la ciencia política son cualidades que no adornan a todos los trabajos literarios de carácter pacifista.

El Crimen de la guerra es una obra clásica de teoría constitucional y de ciencia política. El motivo principal del libro es la injusticia de la guerra. Acepta de buen grado cualquier violencia, si quien la inflige es la conciencia general. Interpretada así su afirmación, equivale teóricamente a decir que cualquier daño meramente físico, aunque sea extremo, no puede, en absoluto, ser condenado como tal, está probado por la conciencia universal ilustrada. Esto, sin embargo, es una proposición académica. Los males que causa la guerra en la práctica, son infligidos contra la conciencia universal por una parte interesada que no tiene derecho a erigirse en juez. Su tesis principal es ésta: La guerra nos causa horror porque, esencialmente, es una injusticia.
Thomas Baty




Sobre el autor: Juan Bautista Alberdi, el inspirador de la Constitución Nacional y uno de los más grandes pensadores argentinos, nació en Tucumán el 29 de agosto de 1810. Residió desde muy joven en Buenos Aires, ciudad en la que desarrolló una importante actividad política, cultural y social. Participó en la fundación del Salón Literario y la Asociación de Mayo junto a Esteban Echeverría. Fundó el periódico La Moda y compuso algunas piezas musicales. Decidido opositor al gobierno de Juan Manuel de Rosas, debió expatriarse y pasó casi toda su vida en el exilio. Hacia 1840 concluyó sus estudios de Derecho en Montevideo. Finalmente se estableció en Valparaíso (Chile), donde se dedicó a su profesión de abogado con gran éxito, pero sin abandonar la literatura y el periodismo. Ejerció una gran influencia en las instituciones políticas argentinas. En 1852 escribió Bases para la organización política de la Confederación Argentina, tratado completo de Derecho público americano, prácticamente un “borrador” de la Constitución Nacional Argentina de 1853. Adherido a la Confederación y enfrentado a la política de Buenos Aires, en 1855 fue nombrado consejero del gobierno del general Justo José de Urquiza y representante plenipotenciario de la Confederación Argentina en la legaciones de París, Madrid y Londres. Antes de partir hacia su misión diplomática escribió: Sistema económico y rentístico de la Confederación Argentina y De la integridad argentina bajo todos los gobiernos. Fue, junto a Domingo F. Sarmiento —con quien polemizó duramente en la Cartas Quillotanas—, uno de los intelectuales más importantes e influyentes de Argentina y América Latina durante el siglo XIX. Muchas de sus ideas y propuestas se plasmaron en el régimen político que se consolidó en los 80. En 1872, bajo la profunda impresión que le produjo la derrota paraguaya en el conflicto y sus secuelas en la población del país hermano, escribió El Crimen de la Guerra. La derrota de Urquiza ante Bartolomé Mitre en la batalla de Pavón (1861) le obligó a prolongar su exilio, permaneciendo en Francia. Regresó al país por un breve período pero volvió a Francia, donde murió el 19 de junio de 1884.

(c)Araceli Otamendi

bibliografía: Ricardo Piglia, Crítica y ficción, Editorial Seix Barral

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