domingo, 26 de diciembre de 2010

Mentiras de mujeres - Liudmila Ulítskaya



Mentiras de mujeres
Liudmila Ulítskaya
Traducción al español: Marta Rebón
Editorial Anagrama

(Buenos Aires)

La novelista rusa Liudmila Ulítskaya se propone demostrar en esta aparente novela por entregas que las mujeres como los hombres mienten, pero aquellas lo hacen mejor. Desde el mito de Ulises, Penélope teje y desteje durante años, su mentira era dúctil y evasiva, a pesar de sus vanos esfuerzos, no consiguió ocupar un puesto tan importante como su marido o su prima. En cambio Ulises ha logrado un lugar en la posteridad como héroe milenario en tanto que gran mentiroso, aventurero y seductor. Ulises sabía mentir, Penélope lo hacía sin verdadero arte.  A diferencia de Penélope, a la autora le interesa contar acerca de aquellas mujeres que saben mentir, que están dotadas del don de la mentira, dice. Un breve estudio, presentado en forma literaria, con ironía e ingenio, sobre la fabulación o mentira social que puede contagiar casi a todos los miembros de una colectividad femenina, en un jardín de infantes un salón de belleza o cualquier otra institución donde la mayoría de empleados sean mujeres.
En estas historias se destacan el arte de narrar  de la autora y  la elaboración de los personajes, encantadoras mitómanas en busca de la fama. 

Sónoman - El hombre del Poder-Músico-Mental - Oswal


Sónoman
El hombre del Poder-Músico - Mental
Oswal
Ediciones de la Flor

(Buenos Aires)

Las historias incluidas en el presente volumen fueron originalmente publicadas en la revista infantil  Anteojito entre los años 1966 y 1975 con copyright Osvaldo W. Viola. Ahora Ediciones de la Flor las publica en forma de libro. Sónoman es una historieta donde se destaca la fuerza de su dibujo y restallante color.
 
Como introducción, se publica una entrevista al superhéroe Sonoman, quien dice: “Mis pensamientos y mis sentimientos son normales, iguales a los de cualquier persona”. Y ante la pregunta de “si se piensa que los superhéroes son perjudiciales al común de los lectores, porque pueden hacerles perder el sentido de lo real, o sea, valorizar mal lo de cada día, en especial a los chicos y a los jóvenes”, la respuesta del personaje es “Si no hemos perdido la capacidad de asombro por lo cotidiano, por lo hermoso y deslumbrante de las cosas simples y comunes de la vida: el andar de una hormiga, la maravilla de un libro o la belleza de un atardecer, esa fantasía, como diversión o distracción, no daña y hasta puede ser positiva…”.

El autor tiene una larga trayectoria en el género historietas. En 1966 cuando le pidieron un personaje para la revista infantil Anteojito, creó Sonoman, cuyas aventuras lo ubican entre los superhéroes. Su publicación se prolongó durante diez años, hasta 1975, marcando la infancia de toda una generación.
Otros de sus trabajos de autor – guión y dibujo – fueron “El espíritu de Mascarín” y, últimamente, “Tango en Florencia”. En colaboración con guionistas de gran prestigio como Albiac, Abolí y Yaqui ilustró, entre otras, “Big Rag”, “13 relatos negros” y “Con summatum Est”. 

Los caudillos - Domingo Faustino Sarmiento



Los caudillos
El general Fray Félix Aldao
Gobernador de Mendoza
El Chacho
Último caudillo de la Montonera de los Llanos
Domingo Faustino Sarmiento
Editorial Claridad


(Buenos Aires)

Debido a los cambios históricos, sociales y políticos que han ocurrido y siguen ocurriendo en América Latina, existe actualmente un revisionismo histórico donde los personajes, héroes, caudillos que atraviesan nuestra historia han salido a la luz con otros matices. Sería una empresa de largo aliento y no para esta reseña, escribir acerca de Sarmiento y las motivaciones que lo llevaron a escribir y publicar “Civilización y barbarie”. El que quiera adentrarse en la Historia Argentina, podrá y deberá leer libros de Sarmiento pero también de otros autores.

Los dos trabajos de este volumen componen junto con Facundo, el famoso libro Civilización y barbarie. Ambos trabajos fueron escritos separadamente: la biografía del general Félix Aldao apareció en febrero de 1845. Constituye, después de Mi Defensa, el segundo de sus trabajos literarios de largo aliento. En El general Félix Aldao, Sarmiento describe el carácter del caudillo, las vicisitudes de su vida, su iniciación militar, hasta que el placer de los combates y de las matanzas lo convence de su carencia de vocación sacerdotal: todo está pintado notablemente, con comunicativa emoción.
Sarmiento compuso el estudio sobre El Chacho siendo ministro en los Estados Unidos. No lo escribió por mero pasatiempo literario sino que lo guiaba un propósito político: justificar su conducta como director de la guerra contra el caudillo riojano, acerbamente atacada. Traza la biografía apasionada de aquel jefe de montoneras blanco, rubio, de ojos azules…”.

Bibliografía:

José Pablo Feinman, Civilización y barbarie, artículo publicado en el diario Página 12 – También en el sitio www.elortiba.org


Viaje a las estrellas - Guillermo Abramson



Viaje a las estrellas
De cómo (y con qué) los hombres midieron el universo

Guillermo Abramson
Siglo Veintiuno Editores

(Buenos Aires)

Este libro cuenta la historia de la medición de la distancia a las estrellas. Contada por Guillermo Abramson, doctor en Física, profesor del Instituto Balseiro e investigador del CONICET.
“…No deja de ser sorprendente  - tratándose de objetos tan lejanos y que existen en una escala de tiempo y de espacio tan distinta a la humana – lo que la astronomía moderna sabe sobre las estrellas. No se puede, por ejemplo, tomar muestras de ellas y llevarlas al laboratorio para estudiarlas, ni observarlas a lo largo de sus existencias. Sin embargo la comprensión que la ciencia ha alcanzado acerca de todo lo relativo a las estrellas es enormemente exacta y exitosa, sin duda uno de los grandes logros de nuestra civilización. Sabemos cómo nacen y cómo se forman, junto con los planetas que las acompañan, a partir de las nubes de gas y de polvo que pernean el espacio (a las que iluminan y esculpen con la intensa radiación de sus años juveniles). Sabemos que algunas viven lentamente y se extinguen en paz formando coloridas nebulosas llamadas “planetarias”. Otras, en cambio, viven rápidamente y concluyen sus existencias de manera violenta y explosiva; es el caso de las supernovas. Todas acaban devolviendo al espacio interestelar buena parte de la materia que las formó, enriquecida con los nuevos elementos forjados en sus hornos termonucleares. Material que contribuirá a la formación de la siguiente generación de estrellas y sistemas planetarios.
Vale la pena reflexionar sobre este permanente reciclado de la materia en la Galaxia, ya que es la misma de la que estamos hechos nosotros: el calcio de nuestros huesos, el hierro en nuestra sangre, el oxígeno que respiramos, el color de la clorofila de las plantas, el oro de los anillos de bodas, todo, todo ha sido forjado en los hornos termonucleares de generaciones de estrellas anteriores a nuestro Sol. Tal vez sea ésta la contribución más valiosa de la astronomía del siglo XX a nuestra cultura: adoptando una perspectiva adecuada podemos llegar a comprender que somos el propio universo conociéndose a sí mismo…”.



El Tercer Reich - Roberto Bolaño



El Tercer Reich
Roberto Bolaño
Editorial Anagrama

(Buenos Aires)

Un narrador en primera persona del que nos enteramos en el segundo capítulo del nombre: Udo Berger, narra una historia aparentemente de playa o de verano. Udo Berger, el protagonista está acompañado por una mujer, Ingeborg que aparece en el primer capítulo.
Udo Berger  y la mujer van a un hotel donde Udo  ha pasado las vacaciones varios años atrás. Ya en el hotel se encuentra con Frau Else, de quien guarda recuerdos gratos al igual que de su marido, un español.
Una vez instalado en la habitación, Udo Berger despliega los tableros de un misterioso juego.
Las palabras que pronuncia Udo como la planificación del juego de guerra  despierta algunos resquemores en Ingeborg. Son las primeras vacaciones que pasan juntos.
Una noche Udo e Ingeborg van a una discoteca y conocen a una pareja de jóevenes alemanes, Charly y Hanna. Beben, hacen planes para los días siguientes y cuando bajan a la playa, Charly desaparece pero no para siempre. Regresará cuando los asustados compañeros ya lo imaginan perdido en el mar o en algún oscuro paraíso de sol, sexo y arena. Esta desaparición ya abre la puerta a los acontecimientos por venir.
Durante esos días, el protagonista conoce al Lobo y al Cordero. Udo no sabe cómo ocurrió, pero estos personajes se sientan en un bar con él y con Ingeborg y empiezan a hablar. Un encuentro casual, de vacaciones, un intercambio de palabras en inglés, y una presentación informal, del que Udo entiende que son guías nativos vocacionales, seguramente una broma, piensa. El suspenso retarda el relato. El narrador va presentando a los personajes de la trama que se teje con intriga. Luego aparece otro personaje, el Quemado. Acerca de este personaje al que algunos llaman Musculitos y del que nadie parece saber nada, se insinúa que es extranjero y que fue torturado en su país.
El Tercer Reich es una novela del escritor chileno  escrita en 1989, es decir de la primera etapa de Bolaño. Si bien al comienzo del libro se espera leer una novela de vacaciones o de playa, la trama se va complicando con los personajes, y la obsesiva dedicación de Udo al juego de guerra instalado en la habitación del hotel. El juego de guerra, es una metáfora donde  el personaje imagina y ensaya distintas variantes de las que se sucedieron en el curso de la Segunda Guerra mundial con la derrota nazi.
¿Novela preparatoria para la excelente Estrella distante del mismo autor? Ya aparecen indicios en esta novela de lo que vendría después en la obra de este gran escritor. En mi opinión, habría que leerla de esta manera, como una buena novela y como anticipo de otros libros que completan su obra. 

miércoles, 22 de diciembre de 2010

La paleta del espanto - Gabriela Siracusano (ed.) - Editorial UNSAM



La paleta del espanto
Color y cultura en los cielos e infiernos en la pintura
Colonial andina
Gabriela Siracusano (ed.)
Editorial Universidad Nacional de San Martín
Colección Artes y Letras

(Buenos Aires)

La Editorial Universidad Nacional de San Martín ha publicado recientemente este trabajo de varios autores con la compilación de Gabriela Siracusano – doctora en Historia del Arte, investigadora del Conicet y profesora de la Universidad Nacional de San Martín y de la Universidad de Buenos Aires, autora de varios libros y artículos sobre arte colonial andino, especializada en la dimensión material y cultural de pinturas y esculturas del período -  acerca de la pintura colonial andina.
Se trata de una cuidada edición que incluye imágenes de la Iglesia de Carabuco (Bolivia), de la Iglesia de Caviaquiri (Bolivia), de la Iglesia de Santa María (Ledesma, Salamanca, España), de la Catedral de Vank( barrio armenio de Jolfa, Ispahán, Irán) de la Iglesia de Huauro (Perú), entre otras.
Dice Gabriela Siracusano:
“…La iconografía cristiana despliega una compleja red de estrategias visuales para aludir a lo que dicho sistema de creencias ha llamado las Postrimerías o Novísimos, es decir, los cuatro últimos momentos del ser humano, a saber: Muerte, Juicio Final, Infierno y Gloria. Estos relatos iconográficos remiten a una antigua tradición que hunde sus raíces en los registros textuales e icónicos medievales. En el Virreinato del Perú, este imaginario se desplegó de manera sostenida a lo largo de todo el territorio andino durante los siglos XVII y XVIII, como una de las vías para acompañar el proceso de evangelización iniciado desde los primeros años de la conquista. La lucha entre el bien y el mal, entre lo verdadero y lo falso, y un mensaje anclado en la relación pecado-castigo, se manifestaron como una estrategia visual efectiva para llevar a cabo lo que Serge Sugruzinski denominó “la colonización del imaginario”, fenómeno que evidencia no sólo rasgos de resistencia cultural sino también de adaptación y apropiación por quienes ocupaban, mediante sus prácticas y creencias, el lugar de lo pecaminoso: los nativos…”.
 Detalle de músicos y bailarines, José López de los Ríos,
Infierno, óleo sobre tela, 1684, Serie de las Postrimerías,  Iglesia de Carabuco, Bolivia


La paleta del espanto es un trabajo interdisciplinario que cruza las disciplinas de la Historia, la Química y el Arte. Mediante la investigación de los distintos autores del libro, se encaran distintas facetas del arte y la iconografía cristiana en América  del Sur. El Capítulo 4, por ejemplo, está dedicado a la restauración de cuatro lienzos monumentales de la Iglesia de Carabuco; el capítulo 5 al examen científico de los materiales pictóricos; el 6 se titula: Notas para detener el “Escándalo”: Fiesta, color e idolatría en el Virreinato del Perú, y analiza, por ejemplo,  una causa de visita de hechicería e idolatrías realizada en la provincia de Cajatambo en los pueblos de indios de Chacras y Andajes, en 1725, donde se hace mención a un edicto que condenaba a usar piedras y polvos de colores, pinturas en vasos, piedras y tinajas, instrumentos musicales y bailes como signos idolátricos. Habían pasado ya muchos años desde las primeras campañas de extirpación de idolatrías iniciadas en 1570 impulsadas por el Virrey Toledo. Sin embargo, tambores, flautas, chicha bailes y borracheras marcaban el ritmo de una fiesta incesante. Con motivo de la fiesta que celebraba la canonización de San Ignacio de Loyola, Bartolomé Arzans de Orzúa exhibía el lugar destacado que la pintura ocupaba en los festejos públicos que Potosí había celebrado en esta y otras oportunidades a lo largo de su historia.

Autores: Leontina Etchelecu, Teresa Gisbert, Blanca A. Gómez, Diego Guerra, Marta S. Maier, Andrés de Mesa Gisbert, Sara Daniela Parera, Agustina Rodríguez Romero, Carlos Manuel Rúa Landa, Gabriela Siracusano, Gustavo Tudisco.

lunes, 20 de diciembre de 2010

El lenguaje y los límites en Anselmo de Canterbury


El lenguaje y los límites en Anselmo de Canterbury
Los fundamentos de su itinerario especulativo
Enrique C. Corti
Editorial Universidad Nacional de San Martín

(Buenos Aires)

En el libro  El lenguaje y los límites en Anselmo de Canterbury, Los fundamentos de su itinerario especulativo, Enrique Corti desarrolla una hipótesis: el pensamiento anselmiano constituye un esfuerzo, sostenido a lo largo de sus obras, que intenta asumir en la unidad mediada de un saber el ahí participial del vínculo entre necesidad y libertad.
Anselmo de Canterbury (Aosta, 1033- Canterbury, 1109), o San Anselmo de Canterbury, Doctor de la Iglesia Católica, destacó como teólogo y filósofo escolástico. Es venerado en la Iglesia Católica y la Iglesia Anglicana.
En el trabajo de Corti, se intenta exponer el vínculo entre necesidad y libertad desde la perspectiva de un saber que se revela involucrando también objetivamente la fe: exemplum meditandi de ratione fidei, primer título de Monologion.
“…La razón muestra que es necesario creer, como también que es razonable alentar esperanza. Muestra la necesidad objetiva de la fe y esta, a su vez, alienta la esperanza. Ambas parecen integrarse en una única dialéctica que incluye una pluralidad de argumentos…”.

“…El hombre queda marginado cuando adopta de modo excluyente la perspectiva del saber, o perspectiva lógica (i.e. Monologion); también cuando adopta exclusivamente la perspectiva del ser, o perspectiva óptica (i.e. Cur deus homo). Solo el hecho de adoptar una perspectiva ontológica (i.e. De concordia) le franquea el camino.

Comprender que la discontinuidad óntica no es efecto exclusivo del ejercicio de la libertad y que la continuidad lógica no es resultado exclusivo de la necesidad racional hace posible superar la vía proposicional e ingresar en un camino más fructífero como es el de la lógica del espíritu, donde concuerdan libertad y necesidad…”.

Enrique C. Corti es argentino (Santa Fe, 1953). Doctorado en Buenos Aires con una tesis sobre Filosofía medieval, ha desempeñado la docencia universitaria en ámbitos públicos y privados.  En la actualidad es profesor de Filosofía medieval en la Universidad Nacional de San Martín e Investigador del CONICET en temas de su especialidad. Dedica, además, su atención a la hermenéutica de textos literarios y de la imagen en movimiento. 

jueves, 9 de diciembre de 2010

Sobre la libertad - John Stuart Mill





Sobre la libertad
John Stuart Mill
Traducción:
Lucas Bidon-Chanal
Revisión técnica:


Pablo Stafforini y Claudio Amor 
Prólogo, selección bibliográfica y notas Pablo Stafforini
Editorial Universidad de Quilmes


(Buenos Aires)




Pocos títulos pertenecientes al canon filosófico-político pueden compararse en importancia e influencia con el ensayo Sobre la libertad (1859), de John Stuart Mill. Un elocuente alegato en defensa de la libertad individual y en contra del "despotismo de la sociedad" y la "tiranía de la mayoría" tocquevilleana, la obra es a la vez un documento fundacional del liberalismo político moderno.

¿Cuáles son los límites de la autoridad que el Estado y la "policía moral" de la opinión pública tienen permitido arrogarse sobre el individuo? Tal es la pregunta que motiva el ensayo. Como respuesta, Mill ofrece "un principio muy simple", según el cual "el único propósito en aras del cual puede ejercerse legítimamente la fuerza sobre algún miembro de una comunidad civilizada, en contra de su voluntad, es la prevención de daño a terceros". Los cinco capítulos que, aunando agudeza analítica y sensibilidad histórica, el autor dedica a clarificar y precisar el principio, a explorar sus múltiples implicancias y a anticipar y responder diversas objeciones incluyen (entre tópicos tales como la poligamia, la injerencia gubernamental en la educación o la regulación de las casas de juego) un celebérrimo argumento en favor de la libertad de expresión (que concibe la censura de opiniones heterodoxas, aun siendo falsas, como un "robo a la especie humana") y una vindicación de la individualidad (de la espontaneidad, el inconformismo, la originalidad) como factor crítico del bienestar personal y colectivo.

Tal como lo fue durante el siglo y medio transcurrido desde su publicación, Sobre la libertad es hoy objeto de intenso debate académico e ideológico. La innegable actualidad de sus planteos lo vuelve un texto de lectura obligatoria para todo aquel interesado en lo que Mill denominó, proféticamente, "la cuestión vital del futuro".


John Stuart Mill (Londres, 1806-Aviñón, 1873): el clasicista precoz que leía a Jenofonte a los ocho años (naturalmente, en griego) y el utilitarista ortodoxamente benthamiano de la adolescencia conformaron, tras la "crisis mental" de los veinte, una personalidad intelectual compleja, atravesada por las tensiones entre una sensibilidad liberal humboldteana y smitheanamente individualista y un sentido de injusticia (socialista, se lo ha calificado) ante la sujeción de mujeres y trabajadores, entre el culto de la ciencia y el progreso y la apostasía de la religión positivista de Comte, entre la invectiva tocquevilleana contra la "tiranía de la mayoría" y la reivindicación del despotismo ilustrado (el gobierno apto para los "bárbaros") y la vindicación de la democracia como instrumento de desarrollo personal y colectivo.

Sobre el prologuista y anotador:
Pablo Stafforini es Master in Philosophy por la Universidad de Toronto y estudiante de doctorado en el Balliol College de la Universidad de Oxford.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Los dueños de la tierra de David Viñas - novela gráfica- Ediciones de la Flor



Los dueños de la tierra
David Viñas
Adaptación Juan Carlos Kreimer
Ilustraciones Dante Ginevra
Ediciones de la Flor


(Buenos Aires)

Los dueños de la tierra, novela del escritor argentino David Viñas se publicó originalmente en 1958. Ahora aparece en forma de novela gráfica editada por De la Flor, con adaptación de Juan Carlos Kreimer e ilustraciones de Dante Ginebra. 
La novela transcurre durante la presidencia de Irigoyen, quien envía a un joven político, el doctor Vicente Vera a Río Gallegos, en la Patagonia, para que intervenga como su mediador en el conflicto que separa a los propietarios de los obreros esquiladores. Estos reclaman retribuciones justas y condiciones de trabajo dignas en una zona inhóspita como es el sur de la Argentina.
La mediación de Vera es eficaz pero dura solamente el tiempo de la esquila. Una vez obtenido su objetivo, los propietarios dejan de cumplir el acuerdo sancionado con mediación de Vera y los obreros se levantan en huelga. Los terratenientes fuerzan al gobierno a convocar a la represión militar.  El doctor Vera quien busca mantenerse en sus convicciones: no está del lado de los obreros ni con los patrones, conoce en el sur a una mujer,  Yuda, la señorita Singer,  el personaje de una mujer judía, maestra e inmigrante  que le aporta racionalidad a la observación de los acontecimientos. Luego Yuda será la  compañera de Vera, quien   se da cuenta que su trabajo de mediador ha sido en vano.
En 1958 Los dueños de la tierra fue recomendada por los jurados del Concurso Internacional de Novela de Losada, el más prestigioso en Hispanoaméria. Integra una coleccón en la que figuran obras de Asturias, Bioy Casares, Borges, Carpentier, Güiraldes, Mallea, Bernardo Verbitsky…

David Viñas (Buenos Aires, 1927) es uno de los grandes escritores argentinos de la segunda mitad del siglo XX. Su prolífica obra narrativa y ensayística expone una visión crítica de la realidad social, los acontecimientos históricos y sus protagonistas. Sus posturas personales y opiniones mantienen el incorruptible nivel de sus ideas. Un creador comprometido, de los que sólo emplean la escritura como actitud política. En 1953 fundó con su hermano Ismael  la mítica revista literaria Contorno que, con su mezcla de marxismo, psicoanálisis y parricidios diversos, marca una fractura en el campo intelectual de la época.
Viñas comienza publicando novelas: Cayó sobre su rostro (55), Los años despiadados (56), Un dios cotidiano (57), Las malas costumbres (63), Hombres de a caballo (67), Cosas concretas (69), Jauría (71), Cuerpo a cuerpo (79), Ultramar (80), Prontuario (93), Tartabul (06), …También escribió guiones para el director Fernando Ayala: El jefe, El candidato, Sábado a la noche cine, y estrenó varias obras de teatro con trasfondo histórico.
Apenas doctorado en Letras publicó su primer libro de ensayos: Literatura argentina y realidad política (63). Su tesis es que no se puede comprender la literatura fuera de su contexto sociohistórico. Literatura … se completa en los tomos De Sarmiento a Cortázar (70), De los jacobinos porteños a la bohemia anarquista (95), De Lugones a Walsh (96), De Sarmiento a Dios (98).
Es en Indios, ejército y frontera (82), escrito durante el exilio, donde la impronta fundacional de la patria recibe sus estocadas más certeras. Viñas ve en la aniquilación de indios el mismo modelo hegemónico que el usado en la dictadura para legitimizar sus excesos.
Titular de la cátedra “Problemas de literatura latinoamericana”, en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), a los 83, Viñas conserva su bigotazo nietzcheano, su espíritu polemista y combativo. Sigue “en posición de crítica”. Y como durante los últimos sesenta años, también tiene varios libros empezados. 

jueves, 2 de diciembre de 2010

El coraje de la verdad - Michel Foucault



El coraje de la verdad
El gobierno de sí y de los otros II . Curso en el Collège de France
Michel Foucault
Fondo de Cultura Económica

(Buenos Aires)

Michel Foucault, influido por Lacan, Bachelard, Blanchot, Dumézil, Barthes, amigo intelectual y político de Deleuze, Foucault pertenece a la generación de jóvenes franceses que con las armas de Marx, Freud, Nietzche y Heidegger, intentan “olvidar” a Hegel y elaborar ese olvido. Entre las influencias recibidas no hay que olvidar su contacto como alumno con Georges Canghilhem y Louis Althusser, y la impronta que dejaron en su pensamiento las lecciones, lecturas o encuentros con Beaufret, Jean Wahl, Merleau-Ponty, y Sartre. La obra de Foucault se estructura como pensamiento del presente, que si recurre al pasado, si hace historias es para entender la contemporaneidad.
En la Argentina, el pensamiento de Michel Foucault fue introducido por los filósofos Tomás Abraham y  Enrique Marí. En la Universidad fue Tomás Abraham quien lo introdujo cuando empezó a impartir los cursos.


Michel Foucault dictó clases en el Collège de France desde enero de 1971 hasta su muerte, en junio de 1984, con la excepción de 1977, cuando disfrutó de un año sabático. El nombre de su cátedra era “Historia de los sistemas de pensamiento”.
Esta cátedra fue creada el 30 de noviembre de 1969, según una propuesta de Jules Vuillemin, por la asamblea general de profesores del Collège de France, en reemplazo de la cátedra de “Historia del pensamiento filosófico” que hasta su muerte ocupó Jean Hyppolite. El 12 de abril de 1970, la misma asamblea eligió a Michel Foucault, que por entonces tenía 43 años, como titular de la nueva cátedra.
Michel Foucault abordaba su enseñanza como un investigador: exploraciones para un libro futuro, desciframiento, también, de campos de problematización, que solían formularse más bien como una invitación lanzada a eventuales investigadores. Por eso los cursos en el Collège de France no duplican los libros publicados. No son su esbozo, aunque haya temas comunes entre unos y otros. Tienen su propio estatus. Suponen un régimen discursivo específico en el conjunto de los actos filosóficos efectuados por Michel Foucault. En ellos, éste despliega muy en particular el programa de una genealogía de las relaciones saber/poder en función del cual, a partir de principios de la década de 1970, pensará su trabajo, en oposición al programa de una arqueología de las formaciones discursivas entonces predominante.

Con esta edición del Fondo de Cultura Económica, se publica una nueva zona de la “obra” de Michel Foucault.
En sentido propio, no se trata de inéditos, porque esta edición reproduce la palabra pronunciada públicamente por Foucault, con exclusión del soporte escrito que utilizaba y que podía ser muy elaborado. Daniel Deferí, que posee esas notas, permitió a los editores consultarlas.

En el Curso del Ciclo lectivo 1983-1984, Foucault aborda el tema de la parrhesía, del decir veraz. Antes hace una introducción al pensamiento y la cultura antigua, un análisis histórico de las prácticas del decir veraz en la cultura griega y romana. Por ejemplo el examen de conciencia prescrito entre los pitagóricos o los estoicos, del que Séneca dio ejemplos tan elaborados y que se vuelve a encontrar en Marco Aurelio.
También, dice Foucault, se puede hacer referencia a una serie de prácticas, como esas correspondencias, esos intercambios de epístolas morales, espirituales, cuyo ejemplo puede hallarse en Séneca, Plinio el Joven, Frontón y Marco Aurelio.
Foucault habla de las libretas de notas, esa especie de diarios que se aconsejaba a la gente que llevara sobre sí misma,  ya fuera para la recolección y la meditación sobre las experiencias vividas o las lecturas hechas, ya fuera para contarse uno mismo, al despertar, (sus) propios sueños.
La noción de parrhesía, dice Foucault, es una noción política. El parresiasta es el que dice todo, afirma Foucault. Hay dos valores en esta palabra, aclara el filósofo. El valor peyorativo se puede encontrar en Aristófanes y luego, de manera muy habitual en la literatura cristiana. Utilizada con valor peyorativo, dice el filósofo, la parrhesía consiste, sin duda en decirlo todo, en el sentido de decir cualquier cosa, (cualquier cosa que a uno se le ocurra, cualquier cosa que pueda ser útil a la causa que uno defiende, cualquier cosa que pueda valer para la pasión o el interés que anima a quien habla).  El parresiasta se torna en y aparece entonces como el charlatán impertinente, aquél que no sabe ajustar su discurso a un principio de racionalidad y un principio de verdad.

De este uso peyorativo de la parrhesía está el ejemplo del discurso de Isócrates denominado “Busiris”, donde se dice que no hay que decirlo todo acerca de los dioses. También en el libro VIII de la República aparece la descripción de la mala ciudad democrática, una ciudad heterogénea, dislocada, dispersa entre intereses diferentes, pasiones diferentes, individuos que no se entienden. Esta mala ciudad democrática practica la parrhesía: todo el mundo puede decir cualquier cosa.

Sin embargo, dice Foucault, la palabra parrhesía también se emplea como un valor positivo, y en este caso consiste en decir la verdad sin disimulación, ni reserva, ni cláusula de estilo, no ornamento retórico que pueda cifrarla o enmascararla. A la sazón, el “decirlo todo” es: decir la verdad sin ocultar ninguno de sus aspectos, sin esconderla con nada.

La parrhesía establece entre quien habla y lo que dice un lazo fuerte, necesario, constitutivo, pero abre bajo la forma del riesgo el vínculo entre el hablante y su interlocutor.
En Grecia, Sócrates es el parrhesiasta, aunque tiene también relación con la función profética y una relación con la sabiduría y con la relación técnica de la enseñanza. Sócrates encarna los cuatro modos del decir veraz.
En la actualidad – cuando Foucault dicta el seminario en el Còllege de France – la modalidad parresiástica ha desaparecido, dice el filósofo y no se la encuentra sino injertada y apoyada en una de las otras tres modalidades – la profecía, la sabiduría y la enseñanza -. Tal sería el caso del discurso revolucionario, cuando adopta la crítica de la sociedad existente y entonces cumple el papel del discurso parresiástico. Y el discurso filosófico, como análisis, reflexión sobre la finitud humana y crítica de todo lo que puede ser en el orden del saber o en el de la moral, desbordar los límites de esa finitud, representa en algún aspecto el papel de la  parrhesía. Del mismo modo, Foucault considera que el discurso científico cuando se despliega – y no puede no hacerlo en su desarrollo mismo – como crítica de los prejuicios, de los saberes existentes, de las instituciones dominantes, de las maneras de hacer actuales, tiene en verdad ese papel parresiástico. 

Este curso del Collège de France que Foucault dictó entre febrero y marzo de 1984, podría ser un testamento filósofico, ya que el tema de la muerte está muy presente en estas clases, sobre todo a través de una relectura de las últimas palabras de Sócrates, “Critón, debemos un gallo a Esculapio”, que el filósofo francés con Georges Dumézil, comprende como la expresión de una profunda gratitud a la filosofía, que cura la única enfermedad grave: la de las opiniones falsas y los prejuicios.


Michel Foucault (Poitiers, Francia, 1926 - París, Francia, 1984).
Realizó estudios de filosofía y psicología en la École Normale Supérieure de París. En 1961 obtuvo su doctorado con la tesis Folie et déraison: Histoire de la folie à l’âge classique. Desde 1970 y hasta su muerte formó parte del grupo académico del Collège de France con la cátedra Historia de los Sistemas de Pensamiento y dictó cursos de lectura y seminarios. Sus teorías acerca del saber, el poder y el sujeto rompieron con las concepciones vigentes de esos términos. Fue un intelectual interesado y comprometido con la época en la que vivió y una de las figuras más influyentes e importantes del ambiente cultural francés.
Entre sus obras más destacadas se cuentan El nacimiento de la clínica. Una arqueología de la mirada médica, Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas, La arqueología del saber, Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisióne Historia de la sexualidad.
Fondo de Cultura Económica ha publicado Historia de la locura en la época clásica(1967), Los anormales (2000), Defender la sociedad (2000), La hermenéutica del sujeto. Curso en el Collège de France (1981-1982) (2002), El poder psiquiátrico. Curso en el Collège de France (1973-1974) (2005), Seguridad, territorio, población. Curso en el Collège de France (1977-1978) (2006), Nacimiento de la biopolítica. Curso en el Collège de France (1978-1979) (2007), El gobierno de sí y de los otros. Curso en el Collège de France (1982-1983) (2009) y El coraje de la verdad. El gobierno de sí y de los otros II. Curso en el Collège de France (1983-1984) (2010).

El leve soplo de los vientos - Reinaldo Edmundo Marchant


Reinaldo Edmundo Marchant


El leve soplo de los vientos
Reinaldo E. Marchant
Ediciones Calíope
(Chile)

(Buenos Aires)

El leve soplo de los vientos, nuevo libro del escritor chileno Reinaldo Edmundo Marchant presenta a los lectores un microcosmos de ideas, reflexiones filosóficas y literarias, relatos asombrosos, máximas y aforismos.
En este libro hay un encuentro con la Naturaleza: los pájaros, los animales, el agua, el mar como una forma de encuentro con la trascendencia.

Aparecen en los relatos personajes como Natalio Cartagena, de “Soy” quien dice: “…A Dios gracias nací con la suerte de tener una madre millonaria de sabiduría: no conoce el arte de leer ni escribir. Si desean saber de ella, ¡conózcanme a mí! Ahora, justamente ahora, necesito beber una porción de humedad. Esa humedad que despiden los ruiseñores noctámbulos, semilla anaranjada que cae en mi boca cuando la desolación engrifa los dientes…”. O personajes como Juan Solitario, quien “jugaba con un crespúsculo” en el relato “El crepúsculo”: “…Juan solitario seguía incansable corriendo con aquel montoncito de sombras transparentes en las manos.
Y, sonriente, lo ofrecía a los incrédulos.
Los únicos interesados eran unos ángeles custodios, que avistaban desde las altas sombras lechosas y despedían goteritos inacandescentes para que el muchacho continuara asombrándose de las cosas”.
En el relato Animales, los conejos aparecen cuando el narrador en primera persona  dice: “Desperté y estaba rodeado de conejos”. Conejos que pueden ser reales o imaginarios , pero que sí existen en el cuento y rodean al narrador “por amistad”.
También hay alusiones a la literatura actual  como en Metáforas, cuando afirma:

El hombre ha matado al hombre: ahora está matando las metáforas.
Las metáforas son detenidas desaparecidas.
Las han lanzado a la boca ardiente de los volcanes, a los pozos de mares furiosos y fosas clandestinas.
Seres oscuros las torturan con llamas del infierno.
Tiembla el pulso cuando se escribe que “el cabello de la mujer era un remolino de trigales en la minúscula comarca del horizonte”.
Es que como dice George Steiner: “…por medio del lenguaje no trascendemos de lo real hacia lo más real. Las palabras no dicen ni desdicen el reino de la materia, de la mundanidad contingente o de “lo otro”…”. “…Liberado de la servidumbre de la representación, purgado de las mentiras, las imprecisiones, y la escoria utilitaria que esta servidumbre conlleva, el “mundo de la palabra” puede, por medio de la poesía y la poética del pensamiento en la filosofía, recuperar su infinidad mágica, formal y categórica…”.

Y en otros cuentos  como en Letanía, el narrador invoca la Presencia: “Hoy he empezado a construir una casa para Ti. Será una casa tranquila, siempre llena de gloria. Para que descanses de los martirios de la intemperie…”. Y luego pregunta: “¿Quién clama por Dios? Yo lo hago, cada mañana, cuando peregrino por las calles. En los bancos de los parques. Debajo de los árboles, mientras cantan pájaros multicolores…”.

Steiner dice que “cualquier explicación coherente de la capacidad del habla humana para comunicar significado y sentimiento, está en última instancia, garantizada por el supuesto de la presencia de Dios. Mi hipótesis es que la experiencia del significado estético – en particular el de la literatura, las artes y la forma musical – infiere la posibilidad necesaria de esta “presencia real…”.
Cada relato conforma un universo si bien personajes como Juan Solitario aparecen en más de un relato.

Reflexiones filosóficas como “…La vida es la posibilidad de un sueño, no el instrumento de una ley: es no abandonar nunca la ingenuidad del niño.
Odio al grande que me hace pensar mal. Que me quiere llevar a los hipopótamos que se comen a los infantes…”. “… Ser grande es la derrota del hombre. He vivido muchos años para ser niño…”, aparecen en Tiempo.
Con ojos de niño Reinaldo Edmundo Marchant ha escrito este bello libro donde el narrador plasma su experiencia de ser humano.

© Araceli Otamendi

Bibliografía:

George Steiner, Presencias reales, Ediciones Destino, Barcelona (2001)

 Datos sobre Reinaldo Edmundo Marchant:
en el espacio de autor de la revista: