domingo, 27 de marzo de 2011

El grado cero de la escritura. Y nuevos ensayos críticos-Roland Barthes



El grado cero de la escritura
Y nuevos ensayos críticos
Roland Barthes
Siglo Veintiuno Editores

(Buenos Aires)

El grado cero de la escritura, publicado en Francia en 1953, es el primer libro de Roland Barthes, y el germen de una reflexión sobre la literatura y el lenguaje que resulta aún hoy ineludible.
Todas las escrituras presentan un aspecto de cerco que es extraño al lenguaje hablado, dice Barthes. La escritura no es en modo alguno un instrumento de comunicación, no es la vía abierta por donde solo pasaría la intención del lenguaje. Es todo un desorden que se desliza a través de la palabra y le da ese ansioso movimiento que lo mantiene en un estado de eterno aplazamiento.
Por el contrario, la escritura es un lenguaje endurecido que vive sobre sí mismo y de ningún modo está encargado de confiar a su propia duración una sucesión móvil de aproximaciones, sino que, por el contrario, debe imponer, en la unidad y la sombra de sus signos, la imagen de una palabra construida mucho antes de ser inventada.
Lo que opone la escritura a la palabra es el hecho de que la primera siempre parece simbólica, introvertida, vuelta ostensiblemente hacia una pendiente secreta del lenguaje, mientras que la segunda no es más que una duración de signos vacíos cuyo movimiento es lo único significativo, afirma el autor.

Barthes diferencia los distintos tipos de escritura.

El artesanado del estilo produjo una subescritura, derivada de Flaubert, pero adaptada a los designios de la escuela naturalista. La escritura de Maupassant, de Zola y de Daudet, que podría llamarse escritura realista, es una combinación de los signos formales de la literatura (pretérito perfecto simple, estilo indirecto, ritmo escrito) y de los signos no menos formales del realismo (palabras sacadas de los lenguajes populares, malas palabras, terminus dialectales, etc.), de manera tal que ninguna escritura es más artificial que la que pretendió pintar más de cerca la Naturaleza. Sin duda el fracaso no se encuentra sólo en el nivel de la forma, sino también en el de la teoría: existe en la estética naturalista una convención de lo real del mismo modo que existe una fabricación de la escritura. Lo paradójico se halla en que la humillación de los temas no implicó una retracción de la forma. La escritura neutra es un hecho tardío, será inventada mucho después del realismo, por autores como Camus, y menos bajo los efectos de una estética del refugio que por la búsqueda de una escritura finalmente inocente. La escritura realista está muy lejos de ser neutra; por el contrario, está cargada de los signos más espectaculares de su fabricación…”.

En cuanto a los autores considerados sin estilo como Maupassant, Zola, Daudet y sus epígonos, dice Barthes:

“…Practicaron una escritura que fue para ellos refugio y exposición de operaciones artesanales que imaginaban haber arrojado de una estética puramente pasiva. Son conocidas las declaraciones de Maupassant con respecto al trabajo de la forma y todos los procedimientos ingenuos de la Escuela, gracias a los cuales la frase natural se transforma en frase artificial destinada a testimoniar su finalidad puramente literaria, es decir aquí, el trabajo que supone…”.

“…La escuela admira, en la escritura de un Maupassant o de un Daudet, un signo literario finalmente separado de su contenido que pone sin ambigüedad a la Literatura como una categoría sin relación con otros lenguajes y, por ello, instituye una inteligibilidad ideal de las cosas.
Entre un proletariado excluido de toda cultura y una intelligentsia que ya comenzó a cuestionar la Literatura, la clientela media de las escuelas primarias y secundarias, es decir, grosso modo, la pequeña burguesía, encontrará en la escritura artístico-realista – con la que en buena parte se hacen las novelas comerciales – la imagen privilegiada de una Literatura que tiene todos los signos deslumbrantes e inteligibles de su identidad. Aquí la función del escritor no es tanto crear una obra sino entregar una Literatura que se vea desde lejos…”.

El libro incluye además Nuevos ensayos críticos sobre La Rochefoucault, Chautebriand, Proust, Flaubert, Fromentin y Pierre Loti entre otros.

Acerca de Roland Barthes

El Crítico y ensayista francés Roland Barthes nació en Cherburgo en 1915. Sus aportes estuvieron vinculados a la necesidad de una nueva crítica, a la que concebía desprovista de los esquemas rígidos de la que se practicaba en la universidad, pero sobre todo ajena a los factores externos al texto mismo. Es en su ensayo “Sobre Racine” cuando detonará el debate con el mundo académico, del que sale victorioso en “Crítica y verdad”. Ahí sienta su posición al respecto: no el autor ni la obra, sino el texto es el verdadero objeto de la ciencia literaria.

Barthes es una de las figuras intelectuales más importantes que emergieron en Francia en la posguerra, y sus escritos son, todavía hoy, objeto de estudio y discusión. Este crítico y ensayista francés, nacido en noviembre de 1915, desarrolló gran parte de su trabajo en un ambiguo espacio entre la lingüística y la literatura. Entre sus libros, obtuvieron gran reconocimiento sus estudios semiológicos sobre la imagen.
En 1977 fue designado titular de la cátedra de Semiología Literaria del Collège de France, que fue creada especialmente para él por consejo de Michel Foucault.
En su Lección inaugural, publicada por Siglo XXI Editores, Barthes se definió a sí mismo como “un sujeto incierto”: demasiado literario para los lingüistas, que siempre lo consideraron un intruso; demasiado lingüista para los críticos literarios, que pocas veces llegaron a entenderlo. Quizá sea este rasgo el que lo ha convertido en uno de los pensadores y teóricos más influyentes en su campo. Murió en 1980.

domingo, 20 de marzo de 2011

Los límites de la cultura - Alejandro Grimson



Los límites de la cultura
Alejandro Grimson
Crítica de las teorías de la identidad
Siglo Veintiuno editores

(Buenos Aires)

Alejandro Grimson indaga en este libro los desafíos de la realidad intercultural en que vivimos, para pensar posibles horizontes de imaginación social y política. Con clara vocación crítica, dispara contra las perspectivas que han enaltecido la diversidad ignorando deliberadamente los poderes en juego y las desigualdades sobre las que muchas veces están fundadas las diferencias. Por ello, en estas páginas se trata del fin de los “fines” anunciados, se postula una reconstrucción del constructivismo y se reponen los sentidos políticos del invencionismo banalizador.
Atento a la heterogeneidad de las socieades actuales, a los debates políticos y culturales de las últimas décadas, y a los procesos desencadenados por los movimientos sociales, Grimson subraya la necesidad de cambiar las matrices teóricas. Al proponer nuevas miradas sobre la alteridad, la xenofobia, el racismo o los fundamentalismos contemporáneos, redefine una teoría dela cultura. La potencia política de su argumento radica en que apuntala la búsqueda de nuevos acuerdos que impliquen una vida en común y un horizonte socialmente igualitario.
Uno de los temas del libro es el de las fronteras. Para eso el autor se pregunta ¿cuáles son las fronteras de América Latina? ¿cómo se narran  las fronteras latinoamericanas?
Alejandro Grimson explora en la literatura de Borges, “El etnógrafo” e “Historia del guerrero y la cautiva” para adentrarse en la pregunta acerca de dónde está la frontera  entre los indios y cuál es la contingencia de los límites y la posibilidad de atravesarlos. También en el cuento “El Congreso” de Borges, el autor se pregunta ¿cuál es la frontera? ¿cómo representar la diversidad humana?.
Acerca de las fronteras latinoamericanas el autor se pregunta: ¿son las fronteras entre los Estados, entre las naciones o entre las culturas? ¿Son fronteras de la desigualdad, de la diferencia o de la diversidad? ¿Fronteras de clase, de género o de etnicidad? ¿Fronteras de las instituciones y la represión, o de la poesía y de la imaginación? Se trata de disyuntivas tan especulares como las borgeanas, dice. Luego afirma: “Y no hay frontera ni vínculo intercultural , que pueda ser paradigma de todas las fronteras. Cada zona de contacto, cada límite, condena potencialmente todos los límites de modo único.
En síntesis, este libro es una buena propuesta para investigar y debatir.

Acerca del autor:

Alejandro Grimson


Es doctor en Antropología por la Universidad de Brasilia. Realizó estudios de comunicación en la Universidad de Buenos Aires, y desde entonces ha investigado procesos migratorios, zonas de frontera, movimientos sociales, culturas políticas, identidades e interculturalidad. Su primer libro, Relatos de la diferencia y la igualdad, ganó el premio FELALACS a la mejor tesis en comunicación de América Latina. Después de publicar La nación en sus límites, Interculturalidad y comunicación y compilaciones como La cultura e las crisis latinoamericanas, obtuvo el Premio Bernardo Houssey otorgado por el Estado argentino. Ha dictado conferencias y cursos en numerosas universidades del país y del extranjero. Actualmente, es investigador del CONICET decano del Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín.


Desalmadas - María Martoccia





Desalmadas
María Martoccia
Editorial La Bestia Equilátera

(Buenos Aires)

Desalmadas es una novela que transcurre en un paisaje serrano. La autora se adentra en los vericuetos de las vidas de los personajes. Los hechos transcurren lentamente acorde al paisaje y al modo de vida. La morosidad del relato se detiene en los detalles de la vida cotidiana. Dos mujeres han emprendido el camino a la sierra con otra a cuestas, en busca de una herencia que las salve de la penuria económica. Quieren pasar los últimos años con un buen pasar. Sin embargo, en la sierra no todo es tan fácil. Quien crea eso puede verse sorprendido con los acontecimientos, como les ocurre a estos personajes.
María Martoccia (Buenos Aires, 1957) estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires. Viajó por el norte de África y vivió en Yemen antes de que estallara la guerra.
Publicó Caravana (1996), el libro de semblanzas Cuerpos frágiles, mujeres prodigiosas (2002) en coautoría con Javiera Gutiérrez. Y Sierra Padre (2006). Actualmente vive en las sierras de la Provincia de Córdoba. 

miércoles, 2 de marzo de 2011

La tragedia según el discurso. Así se siente Cromañón - Andrea Estrada



La tragedia según el discurso
Así se siente Cromañón
Evidencialidad y formas de percepción
de la enunciación personal
Andrea Estrada
Editorial Prometeo Libros

(Buenos Aires)

La noche del 30 de diciembre de 2004  el local República de Cromañón ubicado en el barrio de Once, de la ciudad de Buenos Aires, se incendió a partir de una bengala (o un tres-tiros) lanzada por un grupo de fans del grupo de rock Callejeros, provocando el incendio del techo del local, que al tener las puertas cerradas con candados, se convirtió en una trampa oscura y mortal en la que murieron asfixiadas 194 personas, en su mayoría jóvenes y adolescentes. El número de víctimas ha variado de 178 muertos (2 de enero de 2005) a 193 (3 de junio de 2005) (Cambra, 2008) y, en la actualidad asciende a 194. *
Del análisis de una carta, de testimonios de sobrevivientes y de padres, y de documentos judiciales surge que los locutores de Cromañón no pueden presentarse como sujetos enteramente racionales, puesto que en el recorrido de la manifestación discursiva, se transforman en sujetos que, además de percibir los datos que les llegan desde el exterior, se emocionan y padecen como consecuencia de lo que han percibido. En otras palabras, los locutores de esta tragedia encuentran obligatoriamente una fase de sensibilización pasional con la cual desvían la racionalidad de su discurso hacia un nuevo modo de enunciación apasionada. Pero tal como demuestra esta obra, dicho desvío nunca es inocente.
Andrea Estrada intenta desentrañar en este trabajo el modo en que los documentos y testimonios de Cromañón conforman un discurso cuya garantía de veracidad se basa, no solamente en lo que un testigo ocular efectivamente pudo percibir, sino también en lo que un “yo” pasional inevitablemente debió sufrir.
La autora, doctora en lingüística dice: “…La decisión de trabajar con los testimonios de la tragedia de Cromañón obedece, en primer lugar, a un compromiso con un tema de profundo impacto social y personal, pero además, tal como señalé antes, surge de mi interés como lingüista en analizar, no sin ciertas limitaciones afectivas, el componente pasional de la enunciación presente en los testimonios. Porque a pesar de que todos los discursos, desde los más objetivos, como el académico, hasta los más subjetivos, como el poético, son en alguna medida “pasionales”, no hay duda que el de los sobrevivientes y los familiares de las víctimas de Cromañón es, entre todos, el más extremo, el más desgarrador y el más profundamente pathémico.
En el discurso de Cromañón, los testimonios analizados se presentan como un relato objetivo de un "yo" sustentado en un “yo vi”, en un “yo estuve allí”, pero que se apoyan, a su vez, en la subjetividad de un “yo padecí” (Amossy, 1999 y 2007; Corneasen, 2007); porque en el caso de los testimonios de Cromañón, a diferencia de otro tipo de testimonios, las figuras del testigo y de la víctima coinciden, es decir, que al igual que los recursos analizados llamados evidenciales directos, estos testimonios codifican simultáneamente el ver y el padecer.
De la totalidad de discursos que conforman el corpus de Cromañón, he acotado el análisis a una carta de lectores, a algunos testimonios de los sobrevivientes y a ciertos documentos de las llamadas “narrativas judiciales”, cuyo desarrollo ocupa sendos capítulos de este trabajo…”.

*datos publicados en el libro (2010)