sábado, 28 de abril de 2012

El 68 uruguayo - El movimiento estudiantil entre molotovs y música beat




El 68 uruguayo
El movimiento estudiantil entre molotovs y música beat
Vania Markarian
Editorial Universidad Nacional de Quilmes
Colección homenaje a Oscar Terán
Colección La ideología argentina y latinoamericana,
dirigida por Jorge Myers













(Buenos Aires)
 La historiadora Vania Markarian examina la formación de nuevas representaciones discursivas de los juvenil y lo político, y de sus entrecruzamientos, en el Uruguay de la década de 1960. En aquellos años, una generación de jóvenes latinoamericanos ingresaba a la política desde una visión heroica de lamilitancia que convivió con nuevas pautas culturales provenientes de Europa y de Estados Unidos. El caso uruguayo mostró importantes matices e inflexiones, que pueden ayudar a repensar también hechos y procesos similares vividos en la Argentina y el resto de América Latina. Este estudio analiza el movimiento estudiantil uruguayo de 1968 a través de los debates intelectuales, las corrientes de pensamiento y la representaciones sociales que fueron signando las posiciones de la izquierda de ese país frente a la irrupción de una nueva generación de militantes. Se detiene especialmente en las discusiones generadas en su seno acerca del significado de "ser joven", discusiones que surgieron en estrecha relación con las polémicas más antiguas sobre los requerimientos de la lucha de clase y las "vías de la revolución" en el país y la región. Explora minuciosamente la articulación entre militancia de izquierda, violencia política y cultura juvenil a través de una sutil y persuasiva argumentación que permite repensar en clave histórico-conceptual algunas de las categorías - por ejemplo aquellas de "nueva izquierda" e "izquierda revolucionaria" - habitualmente empleadas en el estudio de los años sesenta en América Latina. la autora sostiene que la reconsideración de las ideas de "nueva izquierda" e "izquierda revolucionaria" en el caso uruguayo implica varias operaciones simultáneas. En primer lugar, dice, afirmar la multiplicidad de relaciones ideológicas y políticas entre todos los sectores que fueron convergiendo en la oposición a Pacheco, sin las cuales no se entiende la fundación del FA en 1971, pero tampoco la permanencia de la FEUU y las múltiples instancias de coordinación entre los estudiantes y el movimiento sindical unificado en la CNT. En segundo lugar, afirma Markarian, mantener una cierta sensibilidad ante las diversas y parcialmente imbricadas acepciones de lo "revolucionario" en sus disputas, como en lo relativo sus apropiaciones de la figura del Che (las dos "místicas"), de modo de incluir a quienes no adoptaron la lucha armada entre sus filas. En tercer lugar, dirigir una atención especial a las diferentes formas de incorporar las ideas de circulación global sobre el significado de "ser joven", desde el culto al cuerpo en acción hasta la música "beat", pasando por una cierta distensión de las costumbres. Verónica Markarian dice:"...Mi interés por los dos últimos aspectos tiene mucho que ver con la abundante literatura sobre el caso estadounidense donde se analiza con éxito la vinculación entre disidencia política y rebelión cultural en el surgimiento de la llamada "nueva izquierda", en un intento de enfatizar el sentido político de una década que habíaa quedado reducida a una moda y un fenómeno del mercado. En América Latina, en cambio, la expresión se ha usado casi siempre en relación a los grupos que promovieron o practicaron la lucha armada y la "acción directa", aquellos que demostraban, en palabras de Greg Grandin, "a will to act". Esta tendencia ha ido en desmedro de la consideración de los aspectos culturales, en sentido amplio, implicados en los movimientos de protesta. En un artículo reciente, Eric Zolov propone un uso más inclusivo del término para abarcar tanto "la búsqueda de una autodisciplina estricta evidente en la miríada de movimientos revolucionarios plagados de fraccionalismo que emergieron en el hemisferio" como "la igualmente abundante miriada de prácticas culturales que se abstuvieon de una autodisciplina estrecha, pero no así de la búsqueda de una estética revolucionaria". Las páginas anteriores tratan de pensar lo sucedido en Uruguay desde esa perspectiva inclusiva, creo que por primera vez en la historiografía local, proponiendo un enfoque del año 1968 que permita dialogar con la bibliografía más reciente sobre estos temas en otras partes del mundo.

Vania Markarian (Ph.D. en Historia, Columbia University) es profesora en la Universidad de la República en Montevideo, Uruguay, y ha sido profesora en el CLAEH (Montevideo), Princeton University, City University of New York y Columbia University. Especialista en la historia política e intelectual de la Guerra Fría en Uruguay y América Latina, es autora de numerosos libros sobre el tema. glo

sábado, 21 de abril de 2012

Los hijos de los días - Eduardo Galeano




Los hijos de los días
Eduardo Galeano
Siglo Veintiuno Editores

(Buenos Aires)

Los hijos de los días  reúne 366 historias, una para cada día del año. En ellas, Galeano capta instantáneas que reflejan la vida de hombres y mujeres célebres o anónimos. Hechos sorprendentes o curiosos, situados en diversas épocas y lugares, que muestran las fragilidades de personajes conocidos y la grandeza de los ignorados. La obra se convierte así en un calendario originalísimo, capaz de revelar todo lo que esconde la sucesión previsible de los días. En Los hijos de los días Galeano habla tanto de Atahualpa Yupanqui como de Roque Dalton, de Horacio Quiroga como de Pablo Picasso, da rienda suelta a la palabra y a la reflexión, siempre pensando en la justicia, en la paz, e impone su visión del mundo. Seguramente Eduardo Galeano es actualmente uno de los más populares y reconocidos escritores de Latinoamérica y también del mundo de habla hispana.Quien viaja por los países de América Latina se encontrará siempre con alguien que le hable del libro Las venas abiertas de América Latina,.

Eduardo Galeano nació en Montevideo en 1940. Desde principios de 1973, vivió exiliado en la Argentina y luego en la costa catalana de España. A principios de 1985 regresó a Montevideo, donde actualmente vive, camina y escribe. Es autor de varios libros, traducidos a numerosas lenguas. En ellos comete, sin remordimientos, la violación de las fronteras que separan los géneros literarios. A lo largo de una obra donde confluyen la narración y el ensayo, la poesía y la crónica, sus libros recogen las voces del alma y de la calle, y ofrecen una síntesis de la realidad y su memoria. Ejemplos de esta poética delicada y comprometida a la vez, y testimonio de sus pasiones más arraigadas son el ya clásico Las venas abiertas de América Latina, Nosotros decimos no, Vagamundo, La canción de nosotros, Días y noches de amor y de guerra, Ser como ellos, la trilogía Memoria del fuego, El libro de los abrazos, Las palabras andantes, El fútbol a sol y sombra, Patas arriba y Bocas del tiempo.

domingo, 15 de abril de 2012

Merci! - Decur










Merci!
Decur
Prólogo de Liniers
Ediciones de la Flor


(Buenos Aires)


Ediciones de la Flor ha editado las historietas de Decur, seudónimo de Guillermo Decourgez, con prólogo de Liniers. La Argentina tiene una larga y vasta tradición en la historieta. Cabe destacar a nuestros historietistas más conocidos a nivel nacional e internacional: Maitena, Quino, Fontanarrosa, Liniers, Cachimba y muchos otros más.
En el prólogo el personaje de Liniers se pregunta ¿dónde debería ubicar el libro de Decur en la biblioteca? y lo ubica entre Quino y Maitena, y cerca de los rosarinos Cachimba, Fontanarrosa y El Niño Rodríguez - Decur es de Rosario- . Los dibujos de Decur son muy refinados, el guión tiene humor y agudas observaciones, sin olvidar la ternura.
Es un libro cautivante para lectores de cualquier edad.


blog de Decur:

sábado, 14 de abril de 2012

El azar en la vida cotidiana - Alberto Rojo


























El azar y la vida cotidiana
Alberto Rojo
Siglo Veintiuno Ediciones


(Buenos Aires)

Existe una tendencia a mitificar nuestra sorpresa ante lo improbable, a pensar que esas sincronicidades accidentales son las ramas visibles de una red de causas mágicas y no un mero resultado del azar. Alberto Rojo (Tucumán, Argentina) licenciado y doctor en física desenmascara las casualidades más famosas relacionadas con el cosmos, las fiestas de casamiento, los campeonatos de fútbol y los test de personalidad, entre muchas otras. Apela muchas veces a cuentos de autores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Edgar Allan Poe, Rodolfo Wash, Aleksandr Pushkin, Ray Bradbury, Primo Levi, Guillermo Martínez, Arthur C. Clarke en entre varios más, donde está presente el tema del azar. "...Dentro del bosque de coincidencias, un ejemplo muy citado - publicado en la revista Time en 1964 - es el de los presidentes norteamericanos John F. Kennedy y Abraham Lincoln: Kennedy fue elegido en 1960 y Lincoln en 1860. Sus dos esposas perdieron hijos mientras vivían en la Casa Blanca. Ambos fueron asesinados un viernes. Lincoln en el teatro Ford y Kennedy en un automóvil fabricado por la empresa Ford. Los dos recibieron un disparo en la cabeza. Los dos sucesores se llamaban Johnson: Andrew Johnson, nacido en 1808, y Lyndon Johnson, nacido en 1908. Los dos magnicidas fueron asesinados antes del juicio. ¿Qué significan estas coincidencias? Nada. De eso quisiera convencerlos con este capítulo..." dice el autor. Otra de las coincidencias citadas tiene como tema los jugadores de fútbol argentinos Messi y Maradona. "...Al finalizar el Mundial de Fútbol de 2010 el diario Clarín publicó un juego de coincidencias entre Messi y Maradona, que parecía remedar el augurio de La Gaceta de Tucumán, comparándolo con el de 1982 en lugar del de 1986. En España 82, Maradona había jugado 5 partidos, así como Messi en Sudáfrica. "Parece increíble - dice el artículo-, pero es cierto: los dos fueron las máximas esperanzas argentinas y no sólo no respondieron a las expectativas sino que además tuvieron un promedio idéntico de Clarín de acuerdo a sus prestaciones (6,8)". "En la década de 1920, el sicólogo Carl Jung irrumpió con un concepto enigmático: el principio de sincronicidad. La idea confusa por cierto, consiste en la experiencia de dos eventos "coincidentes pero no causales", es decir, dos acontecimientos improbables, que no están relacionados casualmente pero cuya ocurrencia simultánea es "significativa". Este principio contiene uno de los rasgos salientes de las seudociencia: la ambigüedad y la imposibilidad de refutarlo. Como asegura Arthur Koestler en su interesante libro "Las raíces de las coincidencia": "Uno se pregunta por qué Jung creó estas complicaciones innecesarias acuñando un término que implica la simultaneidad, y luego explicando que no significa lo que significa". El análisis cuidadoso de las probabilidades revela que las coincidencias son inesquivables, que su acaecer no tiene nada de raro y que lo único sorprendente sería que no sucedieran. ...". El autor cita a Cicerón, quien tenía una idea bastante clara del evento azaroso:"... Sin embargo, debido al avance del cristianismo, este concepto fue rechazado. Para San Agustín, por ejemplo, nada ocurría por azar, ya que todo estaba controlado por Dios, de modo que lo azaroso era sólo una apariencia que reflejadaba la ignorancia humana y no la naturaleza misma de los hechos. Por lo tanto, el hombre debía someterse a la voluntad divina, en lugar de tratar de investigar el comportamiento regular que podía emerger de determinado número de sucesos...". Los juegos de azar familiarizaron a los jugadores con los datos y así fue cobrando forma la noción de probabilidad, de la mano de la timba. "...En el siglo XX el azar volvió a imponer su presencia intimidatoria frente a otros dogmas. La llegada del comunismo ortodoxo a la Unión Soviética en la década de 1930 significó
un cambio en la investigación estadística. Para los teóricos del partido, la estadística era una ciencia social, o una "ciencia de clase" y toda ciencia social debía subordinarse a una planificación central. La expresión "variable aleatoria" se traducía en ruso como "magnitud accidental"; y para los planificadores centrales eso implicaba un insulto. Durante esos años, prácticamente se abandonaron los métodos estadísticos, y si bien la investigación cobró nueva vitalidad durante los años cincuenta, la aplicación de métodos modernos de estadística tendría que esperar hasta la caída del Muro de Berlín en 1989...". Estos y otros temas son abordados por el autor, para pensar en esas coincidencias que tienden a ocurrir mucho más de lo que sospechamos.

Alberto Rojo




Nació en la provincia de Tucumán, Argentina, y obtuvo su doctorado en física en el Instituto Balseiro (Bariloche, Argentina); posteriormente desarrolló su vida profesional en los Estados Unidos, donde actualmente es profesor asociado en el departamento de física de la Oakland University. Ha publicado numerosos trabajos de investigación en revistas de primera línea, así como contribuciones sobre enseñanza de las ciencias y divulgación científica. Junto con sus tareas como físico ha desarrollado una notable carrera como músico: a los seis años empezó a estudiar piano y varios años después descubrió la guitarra, instrumento que ejecuta habitualmente. Ha participado en numerosos festivales y editado dos discos de su autoría (De visita, en la colección Guitarras del Mundo, y Para mi sombra).

miércoles, 4 de abril de 2012

El ángel de los barrios de Buenos Aires - Osvaldo Pérez Echegaray









El ángel de los barrios de Buenos Aires
Osvaldo Pérez Echegaray
Fotos Gianni Mestichelli
Ediciones de la Flor

(Buenos Aires)

Osvaldo Pérez Echegaray nos introduce en la ciudad de Buenos Aires, a la que Jorge Luis Borges definiera en el poema como "... se me hace tan eterna como el agua y el aire...", en una Buenos
Aires posmoderna. Inventa un personaje, Ángel Urbano,"... nacido al amparo de un misterioso impulso: batallar contra evidencias que propician engaños, escrutar los oscuros pliegues de la historia oficial, alumbrar con destellos de luz un universo de sombras; afanes que circulan a contramano de una realidad que responde a confusiones alentadas desde la entraña oscura del poder. Funciona en su alma como una compulsión empeñada en combatir la mentira...".
El libro El ángel de los barrios de Buenos Aires, pretende mostrar la "otra Buenos Aires" desde el Ángel Urbano que percibe realidades desde el cielo porteño.
Así, el ángel se pasea por los cafés de la ciudad, algo tan emblemático de Buenos Aires, que según cita el libro, Pío del Río Hortega, destacado histólogo convocado por Oxford, rechazó el honor del llamado académico y eligió Buenos Aires alegando una razón concluyente: sus cafés.
Parque Chas, el barrio de laberintos, que asombra a quien no lo conoce y donde la eternidad circular nos ha sido revelada. La Plaza de la Libertad, donde enfrente se alza el Teatro Coliseo, y desde dónde en 1920 la radiofonía difundió por primera vez la ópera completa Parsifal.
Mataderos, nacido como Nueva Chicago hacia fines del siglo XIX, donde los fines de semana la vieja recova del Mercado de Hacienda concetra la feria popular empeñada en mantener vivas las tradiciones campestres mediante espectáculos, música, bailes, artesanías y aun destrezas gauchescas como la carrera de sortijas.
Monserrat, el primer barrio de Buenos Aires, donde el primer aborigen abandona la Casa tomada, la primera cruz enclavada en la región, significado que alterna sacrificio y redención; la primera esperanza, la primera resignación y donde la Pirámide erigida para recordar la Revolución de 1810 que reconocía el restablecimiento de Fernando VII al trono español, simboliza la libertad....
Retiro, donde hoy llegan y parten miles de trabajadores a diario, con la esperanza de una vida digna, con la construcción de la nueva estación en 1908 tiene la fisonomía definitiva. Compiten en Retiro la modernidad del hotel Sheraton y los edificios inteligentes de Catalinas Norte con la antigua sobriedad de la Torre de los Ingleses y el gueto agazapado de la Terminal de ómnibus.
La Costanera, el Obelisco,el barrio de La Boca al que el pintor Benito Quinquela Martín pintó con sus colores, y donde inmigrantes genoveses, piamonteses, ligures, napolitanos y sicilianos llegaron con equipajes breves y sueños grandes.
Liniers, donde se aloja el Club Vélez Sarsfield y la iglesia de San Cayetano, consagrado segundo santuario argentino después de Luján. El Pasaje Bernardino Vélez, austeros cincuenta metros peatonales entre el 2900 de La Pampa y las vías del ferrocarril, un sorprendente pulmón vegetal, un mágico envés urbano. Boedo, barrio que fue cuna de los primeros teatros independientes, y donde la esquina de San Ignacio y Boedo fue tribuna proletaria del socialismo siempre atento al destino del hombre. Los cafés, que son muchos como el de la esquina de San Juan y Boedo, donde Homero Manzi escribiera las letras de tango, le dan identidad al barrio.
Y también el personaje del ángel hace un recorrido por Chacarita, Colegiales, Constitución, Caminito, Núñez, Parque Chacabuco, Parque Avellaneda, Coghlan, El Barrio de las ranas, Barrio Agronomía, Flore, Almagro, Subte Línea D, Monte Castro, Saavedra, Floresta, Villa Pueyrredón, Balvanera, Vélez Sarsfield, San Nicolás y Villa Urquiza, Río de la Plata, Avenida Corrientes, Barracas, Caballito, Belgrano R, La Paternal, Versalles, Villa Crespo, Cementerio de la Recoleta, Villa General Mitre, Villa Luro, Villa Lugano, Nueva Pompeya, Villa Riachuelo, Villa Santa Rita, Palermo, San Cristóbal, San Telmo, Villa del Parque, Villa Devoto, Villa Ortúzar, Villa Real, y también le da título a algunos lugares: Aqueronte Porteño - el Riachuelo, Villa Soldati, Sur - empieza del otro lado de Rivadavia -, Juan Recova, Parque Patricios, siempre con el punto de vista de este personaje que atisba la gran ciudad, donde otros ojos no quieren mirar y dice las palabras que otros no quieren pronunciar para presentar a los lectores una Buenos Aires con belleza e indiscutible magia e historia, y también lugares donde hay pobreza y marginación.
En cuanto a Sur, dice: "...No es cierto que el sur también existe, el Sur sólo existe, lo otro es el espejo irrespetuoso de los cambalaches con que la Civilización ahuma el alma, un falso reflejo de torres gemelas cayendo en una virtualidad agónica...".
El libro acompaña los textos con muy buenas fotografías de Gianni Mestichelli.