martes, 16 de septiembre de 2025

Medios calientes - Las imágenes en la era del calor - Hito Steyerl

 

 


Medios calientes

Las imágenes en la era del calor

Hito Steyerl

Traducción Maximiliano Gonnet

Caja Negra editora

(Buenos Aires)

Medios calientes – Las imágenes en la era del calor, de Hito Steyerl, el nuevo libro de la autora publicado por Caja Negra editora, reúne una serie de ensayos escritos entre 2017 y 2024 que capturan un momento decisivo:

La irrupción de la inteligencia artificial generativa, la expansión de la economía blockchain y el creciente entrelazamiento entre arte, autonomización maquínica y catástrofe ambiental.

“…Cuanto mayor es la “autonomía” de las máquinas, más enredado y desordenado parece ser el mundo, una atroz máquina de Rube Goldberg en la que casi todo tiene impacto en todo lo demás. El tamaño de la deforestación impacta en algún gas de metano correlacionado con alguna criptoinversión fraudulenta que aumenta la miseria en algún otro lugar. El rápido despliegue de la IA generativa se produce en un momento de transición hacia un frágil orden mundial multipolar, impulsado por el autoritarismo de plataforma, en el que los tecnoevangelistas reclaman una aceleración aún más veloz de la entropía. Cuanto más predecibles se vuelven las cosas gracias a la “inteligencia artificial”, más se salen de control. Esto tiene una explicación racinal: la cobertura del riesgo futuro crea problemas en el presente. En otras palabras, cuanto más se intenta anticipar el futuro, más se descontrola el presente…”.

La autora explica así la máquina de Rube Goldberg: “es un aparato excesivamente sofisticado que realiza una tarea muy simple de manera deliberadamente indirecta, engorrosa y sin sentido, normalmente haciendo uso de una reacción en cadena”.

En el capítulo Medios calientes: La economía política de la entropía, Hito Steyerl analiza como en la última década, “nubes de gas lacrimógeno viajaron por las ciudades desde la Plaza Tahir hasta Hong Kong. Multitudes se dispersaron y quedaron reducidas a individuos que jadeaban por una bocanada de aire. También se propagaron imágenes y sonidos a través de plataformas en la nube y en las redes sociales, lo cual desencadenó más protestas. Dondequiera que circularan, parecían provocar más acción y a menudo generaban intensidad y contagio. Olas de enardecida actividad se extendieron por los territorios y con frecuencia dieron lugar a una nueva mezcla de imágenes contrapuestas de violencia y opresión. Sin embargo, las imágenes de protesta tienen ahora una función adicional: servir como material de entrenamiento para que los llamados generadores de prompts de IA creen imágenes y videos. Repositorios como LAION. 5B se convierten en archivos incidentales de imágenes de protesta y forman grandes bases de datos en las que se recopilan pares de texto/imagen que luego entrenan “modelos generativos” como Stable Diffusion. Así, las imágenes de protesta se vuelven materia prima para la generación de nuevas imágenes…”.

Más adelante, Steyerl se enfoca en el libro Si ardemos, del corresponsal extranjero Vicent Bevins donde analiza la década de las protestas masivas en Brasil, Turquía, Hong Kong, Egipto, Siria y Túnez de 2010 en adelante y concluye que muchos de estos escenarios derivaron en situaciones todavía más cargadas de autoritarismo.

En muchos lugares, sin embargo, sobrevino una reacción masiva, sino varias, como la consolidación del régimen religioso- autoritario de Recep Talyvip Erdogan tras las protestas de 2013 en el parque Gezi en Turquía y las posteriores campañas contra los disidentes y la guerra abierta contra las minorías kurdas.

“…El rechazo de los horizontalistas” al compromiso con la representación política tuvo una consecuencia paradójica: se complementó con una gran presión por aumentar la representación simbólica de los grupos marginados en los medios  y la cultura. ..”

“…En la época transcurrida desde la Primavera Árabe de 2010, esto condujo primero a la creación de cámaras de eco y polarización en plataformas como Facebook y luego a que comunidades cerradas más pequeñas, en espacios como Discord y Telegram, creasen grupos de afinidad fragmentados y cada vez más insulares, que se refugiaran en el llamado “bosque oscuro”. En la era de TikTok, esta atomización se ha profundizado aún más, quizás hasta completar su ciclo. TikTok marca el inicio de una versión actualizada de la televisión, el “medio frio” de McLuhan, con su estilo de comunicación vertical y unidireccional y su modo aislante de dirigirse al público. Fuera de la esfera mediática occidental, muchos otros monopolios digitales crean sus propias áreas de influencia cerradas…”.

Las consecuencias de la generación de imágenes en distintos soportes, genera impacto en el clima y por extensión impacta en la seguridad alimentaria e hídrica, la probabilidad de epidemias, los patrones de migración, los conflictos, etc. concluye la autora cuando cita el caso de un cineasta de Sarajevo que perdió los negativos de su película durante el asedio llevado adelante por la Rpública Srpska y las fuerzas del JNA (Ejército Popular Yugoslavo). A los ladrones no les importaba el contenido del film, sino el valor material del negativo, ya que dos horas de película negativa en blanco y negro de 35 mm contienen alrededor de 141 gramos de plata. Al igual que un rollo de película, los datos tienen valor secundario.

En la época de las criptomonedas, hasta el tiempo se puede desvanecer. Esto es analizado en el capítulo 7, cuando en 2018, en Europa, millones de relojes digitales empezaron a atrasar. Según algunos informes la minería de criptomonedas en Kosovo había provocado que los relojes eléctricos se atrasaran debido a las fluctuaciones de energía en la red compartida entre Kosovo y Serbia. En el proceso de minería, el tiempo mismo se había desvanecido.

“…Tras la guerra de 1998-1999, la administración de la región quedó provisionalmente en manos de las Naciones Unidas. Desde entonces, Kosovo no ha sido ni una nación ni ninguna otra cosa. Este estado de limbo tuvo curiosas consecuencias. Algunos habitantes de los municipios del norte no pagan facturas de electricidad desde 2008. Y después de que las criptomonedas empezaran a dispararse a principios de 2020, la criptominería se convirtió en una actividad importante en estas zonas…”

“…La minería de Bitcoin  reflejaba la impotencia de las instituciones políticas tradicionales en esta región. El recurso más importante no era la electricidad, sino el propio conflicto político…”.

 

El libro finaliza con lo que la autora llama el Vigésimoprimer mundo del arte: El próximo mundo del arte proyecto que es una variación del Plan Lucas para el mundo del arte. Desarrollado en los años sesenta por trabajadores del sector armamentístico amenazados de despido, estos idearon un catálogo de productos socialmente útiles que podían fabricar con sus conocimientos y recursos en lugar de producir armas.

El proyecto terminó en 2020 porque fue cancelado en redes sociales. 

Estos ensayos de Hito Steyerl aportan valiosas herramientas para comprender el mundo actual - o al menos intentarlo - y las nuevas tecnologías, la generación de imágenes y la inteligencia artificial y su impacto en el clima, y por extensión en la seguridad alimentaria e hídrica, la probabilidad de epidemias, los patrones de migración, los conflictos, etc. 

Asimismo, Steyerl realiza un lúcido  análisis de la política, pospolítica e hiperpolítica  denominada así por el historiador de las ideas Anton Jäger, que caracteriza la agitada situación que se vivió en la década de protestas de 2010 en distintos lugares del mundo, como "una forma de politización sin consecuencias políticas claras" que derivaron en autoritarismos más exitosos que las mismas protestas. 

Hito Steyerl

Artista y ensayista, se dedica desde hace años al campo de los medios de comunicación y al análisis de la circulación masiva de imágenes. Doctora en Filosofía por la Universidad de Viena y profesora de Arte y Nuevos Medios en la Universidad de Berlín, sus ensayos tanto escritos como audiovisuales se centran en temas como el feminismo, la violencia política y las tecnologías digitales, temáticas que aborda mediante el uso de la ironía y de la apropiación de materiales visuales y textuales ajenos. Como artista y documentalista, participó en bienales de distintas partes del mundo y su obra forma parte de las principales colecciones y museos de arte contemporáneo. En Caja Negra ha publicado Los condenados de la pantalla (2014) y Arte Duty Free (2018), ambos libros han sido comentados en la revista Archivos del Sur.

domingo, 17 de agosto de 2025

El ritmo no perdona Una historia crítica del TRAP, el HIP-HOP y El RKT en el nuevo siglo argentino Camila Caamaño y Amadeo Gandolfo

 


El ritmo no perdona

Una historia crítica del TRAP, el HIP-HOP y

El RKT en el nuevo siglo argentino

Camila Caamaño y Amadeo Gandolfo

Caja Negra Editora

(Buenos Aires)

“Este es un libro de crítica musical”, dicen los autores. “No es un libro académico sobre música, aunque tiene algunas marcas, ya que uno de nosotros – Amadeo, trabaja de académico. No es un libro periodístico sobre música, aunque tiene algunas de sus marcas, porque una de nosotros – Camila – habita ese universo (aunque se sienta más cercana al oficio de la crítica cultural)…”.

El TRAP, el HIP-HOP y el RKT

“¿Cómo era el TRAP en su origen? Su sonido característico se basa en un contrapunto entre oleadas de sintetizador, cuerdas y orquesta (la “parte suave” y melódica) con una contracara de bases de redoblantes crujientes y rítimicas, sonidos de bombo profundos y oscuros producidos originalmente con la máquian de ritmos Roland TR-808 y hit-hats maniáticos y velozmente subdivididos. El resultado es un continuo diálogo entre lo claro y lo oscuro, lo diáfano y lo demoníaco…”.

“…Las letras del trap hablaban de la decadencia urbana, de la vida corta de las poblaciones afroamericanas que se dedicaban al comercio ilegal de estupefacientes, de la muerte en la calle a manos de pandillas rivales y de la policía. Esto se desdoblaba en fantasías, que luego serían realidades de éxito, dinero y fama, primero obtenidos por el crimen, luego por el éxito musical que los volvería megaestrellas. Y, un último locus temático, como en casi todo el hip-hop, era la sexualidad: fantástica, cosificadora, desenfrenada y salvaje, algo que surca todo este libro.

El trap, como todas las oleadas del hip-hop, surgió como algo underground  hasta que dejó de serlo. Entre 2007 y 2015, se convirtió en el sonido principal del hip-hop mainstream yanqui. Lo interesante es que se replicó muy rápidamente en una variedad de países de habla hispana: España de forma pionera, Puerto Rico, Chile y, por supuesto, Argentina. En nuestro país, el trap cambió la noción de lo  masivo y por ende sus dimensiones previas (under/emergente.). Y viene a desarrollarse en un momento en que cambian las estructuras de difusión con una diversidad de canales: la masificación de internet con el aumento en la velocidad en la propagación de las tendencias culturales a nivel mundial. Sumado a la aparición de un nuevo paradigma en la industrica musical, apoyado en la infraestructura de las redes sociales y la digitalización…”.

Para Pablo Schanto, que prologa el libro, “el primer crítico musical de la Argentina es Anastasio “el Pollo”, el protagonista del Fausto criollo, firmado por Estanislao del Campo en 1866. Es decir, la historia en verso de un gaucho que va al Colón a ver una ópera de Gound y luego le comenta lo que vio a su amigo Laguna. Habría una continuidad entre aquel Pollo y la riña de gallo que motoriza el freestyle, pasando por la gauchesca payada, en la que calza El ritmo no perdona. ‘Acaso el libro no se mimetiza con el duelo entre raperos, aunque aquí más que competir se trate de diseminar (iba a tipear “dispersar”) más y mejores argumentos entre dos...”.

Además de la evolución de estos géneros musicales y tendencias de la música que producen y escuchan los jóvenes en la actualidad el libro contiene reflexiones sociológicas: “Argentina debe ser uno de los países en los cuales más se habla de plata del mundo: ¿cúanto estás cobrando? ,¿cuánto te aumentaron por paritaria? (para aquellos afortunados con trabajo formal),¿cuánto subió la luz, el gas, la verdura, el bondi? ,¿cuánto te cobra la obra social, la escuela de los chicos?, ¿qué  día hay descuento?, ¿dónde lo compraste tan barato? Mientras tanto se multiplican las billeteras virtuales y los esquemas Ponzi, los adolescentes pueden abrir una cuenta bancaria, la mayoría de los clubes de fútbol tienen de sponsors a casas de apuestas, gran parte de los youtubers las publicitan (y ganan mucho más dinero haciéndolo que transmitiendo), y aunque luego se muestren alarmados y frunzan el ceño aclarando que se trata de una práctica para mayores, dejan un código promocional para sus queridos viewers y hasta sugieren una opción ganadora…”.

Este libro podría ser el inicio para una investigación más amplia sobre las verdaderas motivaciones  históricas, sociales, culturales y políticas que han llevado a la sociedad argentina y especialmente a los jóvenes al “deseo de construir una vida diferente, más holgada, con menos preocupaciones y cansancio. La única manera de obtenerlo es hacerse rico rápido sin laburar, porque laburar es de giles, a menos que trabajes para afuera (y trabajar para la industria discográfica es trabajar para afuera si te va bien), y porque el combo fama y guita es lo único que puede garantizar, una inyección de dinero constante que te mantenga siempre a flote en un país como Argentina que consume todo ahorro y pone piedras en el camino de las familias”. “Como escribe Pablo Schanton : “Es importante seguir de cerca el derrotero del trap, porque es el primer experimento público de ingeniería social por parte de jóvenes que se creen autogestionados y emprendedores libres, mientras la mano invisible del mercado no los suelta. Es más, les aprieta los dedos”.

Personalmente, El ritmo no perdona me pareció una celebración de la creatividad argentina y un recordatorio de cómo la música puede ser un espejo de su tiempo.

Los autores dicen: “hay una decisión que queremos destacar: en este libro no se emplea el “género urbano”  más que para criticarlo. Estamos en contra porque es impreciso, y aglutina en una etiqueta vacía una multiplicidad de sonidos y artistas en verdad muy diferentes…”

“…Así como el trap acabó siendo una etiqueta que  los medios reprodujeron para referirse a prácticamente todas las propuestas sonoras de los chicos y chicas de esta generación,  el tag “música urbana” sirvió de plantilla para aglutinar a la música mainstream latinoamericana, con consecuencias reduccionistas y lecturas superficiales hacia la cultura…”.

“…El trap fue mucho más que un simple estilo musical: se convirtió en el lenguaje de una generación que heredó las mañas del rock y cargó con las trampas de una industria talibana. Un lenguaje capital por ser el primero pero también por su capacidad para rendir cuentas: se habla de dinero, se persigue ganar más como reconocimiento de lo hecho y también como (casi) única vía de autonomía económica…”.

El estilo del libro es ameno, y puede interesar a los no especialistas en música y en subculturas juveniles y contraculturas, y por supuesto a estos.  Basta que encendamos el televisor y miremos algún programa con música, o escuchemos la radio, o tal vez caminando por la calle nos encontremos con pibes cantando o escuchando música  a través del celular, o mismo viajando en el colectivo, para tratar de entender qué es lo que están cantando o escuchando o haya algún adolescente en la casa que puede estar escuchando este tipo de música y qué es lo que trae aparejado también y adonde puede llevar.

El libro tiene además  un qr con la playlist de El ritmo no perdona. 

Camila Caamaño

(Mar del Plata, 1990) Estudió Publicidad y Gestión del Arte y la Cultura. Desde 2019 hace Triste y Tropical, un newsletter que comenzó cubriendo el movimiento del trap argentino para luego expandirse hacia la crítica cultural. Escribió para Infobae, La Agenda y desde 2021 es colaboradora del suplemento No de Página/12. El ritmo no perdona es su primer libro.


 Amadeo Gandolfo

(San Miguel de Tucumán, 1984) Historiador y doctor en Ciencias Sociales. Fue parte del blog El Baile Moderno, editó junto con Pablo Turnes la revista de crítica de cómic Kamandi y escribe el newsletter El Evangelio del Coyote. Vivió en Berlín como becario posdoctoral. Allí y en Buenos Aires curó muestras de cómics. Escribió en la revista Crisis, La Agenda, Los Inrockuptibles y Comiqueando. Su foco principal como investigador CONICET es la vida y obra del dibujante Oski.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


sábado, 15 de marzo de 2025

¿De qué espejo está hecha la vida? Javier Claure Covarrubias

 


¿De qué espejo  está hecha la vida?

Javier Claure Covarrubias

Editorial Aliar

(Buenos Aires)

 

Javier Claure Covarrubias es un poeta prolífico y un periodista cultural, cuya obra poética refleja su identidad boliviana, su experiencia como inmigrante en Suecia y su sensibilidad hacia temas sociales, históricos y humanos.

El nuevo poemario de Javier Claure Covarrubias ¿De qué espejo está hecha la vida? desde el título plantea un interrogante, una búsqueda.

Dice Jorge Luis Borges en “La poesía”, una de sus conferencias reunidas en el libro “Siete noches” que a pesar de algo terrible que hay en los espejos estos son además hospitalarios: “Los espejos están recibiendo todo en silencio, con amable resignación”.

El autor se mira en sus espejos y escribe los poemas.

Algunos de los temas que explora en el poemario son:

Nostalgia y  memoria, como el poema Mis abuelos:

“Mi abuelo 

era un hombre noble de ternos oscuros

 y sombrero borsalino

escuchaba misa los domingos

en la Semana Santa de nazarenos

 hacía brillar el metal de su crucifijo y

limpiaba el cuerpo de Cristo

con algodón bendecido y alcohol blanco

 

Mi abuela

era esa mujer 

de manos prodigiosas

su tacto relucía 

en las tareas del hogar 

imploraba al Espíritu Santo 

y a las almas benditas en sus plegarias

 nunca declaró desierto a su casa y

protegía a sus hijas 

con ese amor

que solo las madres pueden dar…”

 

Hay poemas dedicados a figuras femeninas y amores pasados.

El tema de la inmigración y el desarraigo se contempla en el poema “El inmigrante”:

“El inmigrante

es un ser errante que busca 

un hogar bajo un cielo nuevo

grita su dolor junto a una palmera seca

y es entonces cuando se pregunta  si el destino

se abrirá como una rosa

sin espinas en el tallo…”

 

También, el poema dedicado al flagelo de la pandemia de Covid, que el poeta aborda: “Corona virus” da cuenta de la actitud asumida al escribirlo, ya que no desiste de los problemas universales:

“Tú habitabas en otros cuerpos

en otras partículas

y el carcelero de la oscuridad

jamás anunció tu salida

algo falló

en el reino de las tinieblas

y tú, coronavirus,

aprovechaste la rendija oblicua 

de repente llegaste 

con electrocardiograma de línea horizontal

sin ojos

sin nariz

sin boca

y sin orejas…”

 

El acto de escribir se presenta como un medio para sanar y comprender. Claure usa un lenguaje claro, casi coloquial, cargado de imágenes sensoriales. Esto lo hace accesible y emotivo.

La mayoría de los poemas no siguen una métrica estricta, lo que refleja una libertad expresiva y un tono introspectivo.

Aunque está escrito en español, se percibe la influencia de su vida en Suecia.

Gaby Vallejo Canedo, en su introducción, dice: “¿De qué espejo está hecha la vida? es el título del libro.  Todas las preguntas de Javier, explicitas e implícitas, están en  sus imágenes, en sus reiteraciones, en sus múltiples temas: que son su espejo. Las expresiones de Javier suelen ser espejos, dimensiones ilusorias que parecen existir, pero no son  la materia misma de que está hecha la vida. El espejo es siempre semejante a la realidad, pero no ella. El título de este  poemario es tremendamente sugerente, como las preguntas sobreentendidas. ..”

La académica boliviana destaca en estos poemas:

“…He agradecido que su poética —tratándose de un poeta  boliviano— no se detenga en las memorias de la patria, en la  nostalgia de las calles, las cosas pequeñas de los pueblos que  alimentaron la infancia y la juventud. He agradecido que no  sea un boliviano en el exilio —voluntario o no—, sino que el  poeta que late en las palabras de Javier sea el poeta universal,  que siente el mundo como habitante del mundo y que se pregunta: «¿De qué espejo está hecha la vida…”. 

¿De qué espejo está hecha la vida? es un poemario íntimo que combina lo personal con lo universal. No es solo un reflejo de la vida de Claure, sino una invitación a que el lector conecte sus propias memorias y ausencias con las suyas.

© Araceli Otamendi

Bibliografía: Jorge Luis Borges, Siete noches, Alianza Editorial, Biblioteca Borges, Madrid, 2009

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 14 de enero de 2025

Mujeres del Fin del Mundo - Sol Rodríguez

 

 

 

 


Mujeres del Fin del Mundo

Sol Rodríguez

Editora Cultural de Tierra del Fuego

Segunda edición

 

(Buenos Aires)

Mujeres del Fin del Mundo reúne nueve historias de mujeres que vivieron en ese lugar conocido como Fin del Mundo: Tierra del Fuego. Actualmente es la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. 

La autora se nutrió de historias y les dio forma,  mediante una amplia bibliografía citada en el final del libro. Entre otros autores se citan a: Lucas Bridges, Arnoldo Canclini, Lucía Gálvez, Carlos Pedro Vairo,  E. Belza,Ricardo Rojas, Luis A. Romero entre varios más.

En la presentación a la segunda edición, de María Teresa Luiz dice: Mujeres… no es un libro de cuentos, aunque se le parece. Tampoco es un libro de historia, aunque también se le parece. Se trata de nueve textos que sugieren más de lo que dicen. A través de una escritura despreocupada de la veracidad de los datos que hacen posible armar escenas y escenarios, derroteros y estancias, los relatos, apoyados  en testimonios correspondientes al inicio de la colonización de los territorios australes, ofrecen visiones verosímiles de la vida fueguina a fines del siglo XIX y principios del XX.

Entretejiendo voces y silencios o, mejor, voces audibles y voces silenciadas, la narración ilumina itinerarios personales y grupales, vivencias, expectativas, historias de amor, opciones, vínculos y estrategias de superivivencia. Sus protagonistas son mujeres, una veintena de mujeres. Mujeres solas y mujeres acompañadas, esposas y madres. Inmigrantes todas, compartieron la experiencia de “el viaje”, ese que arroja a lo desconocido, a un porvenir incierto; también coincidieron en la “elección” del destino o, al menos, del lugar de destino, unas “tierras lejanas, ariscas”. Mujeres que se aventuraron libremente… sabiendo, o no, que la tierra prometida no era esa de la que mana leche y miel…”.

Este libro, además de reunir historias y vidas particulares  narra historias de la colonización e inmigración en la Argentina. Entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX llegó a la Argentina un fuerte flujo inmigratorio desde los países de Europa.

Muchos autores escribieron sobre la vida y la experiencia de estos inmigrantes en contacto con los pueblos originarios,  algunos como Lucas Bridges, en su libro El último confin de la tierra, el suizo Aime Tschiffely en El hombre de la Bahía del pájaro carpintero.

Del libro Mujeres del Fin del Mundo, de las nueve historias comentaré  

La esposa del guardicárcel .

En La esposa del guardiacárcel, Encarnación García, española, emprende un viaje en barco y atraviesa el océano, para llegar a un lugar con porvenir. No lo hace sola, sino con su hermano, un compañero de escuela un poco mayor que ella y un primo de él. Los viajeros son Encarnación, Socorro, Olga y Pascasio. El plan es llegar en 1899.

Ya en Buenos Aires, los viajeros encuentran otra posibilidad: viajar a Tierra del Fuego, donde se proyecta trasladar el presidio militar en la Isla de los Estados y trasladarlo a Bahía Golondrina, Ushuaia para frenar el motín del presidio. 

Después de un tiempo, durmiendo en barracas, compartir una casilla, Encarnación se casa con Pascasio en la Misión de Bahía Golondrina.

Pascasio trabaja como guardiacárcel, y las imágenes que le trasmite a su mujer  son las que construyen  la realidad fueguina.

Existía la idea de que trabajar en el penal infundía respeto. El Gobierno Provincial, en ese entonces del Territorio Nacional, pensaba que establecer el penal ahí, eso haría que llegaran personas a vivir al lugar, pasaran sus días, armaran su familia, tuvieran descendencia, crearan identidad, creyeran en el progreso, en el país, en la nación.

Las historias de los más famosos reclusos del Presidio de Ushuaia, como el Petiso orejudo, o el anarquista Simón Radowitzky  (aunque el libro solo lo describe sin nombrarlo)  y que escapó de la cárcel vestido de guardia formaban parte de las conversaciones de las  señoras en las que participaba Encarnación.

Encarnación tiene hijos, siete. Socorro, la asiste como partera. El hermano mayor de Encarnación construye la casa a una cuadra del presidio donde Pascasio pasa sus días como guardiacárcel.  

Encarnación recuerda en su vejez los días pasados, los festejos y  como aprovechaban la vía de los presos para transportar carne, ensaladas, manteles para la fiesta que era comer un asado afuera.

En el edificio del ex- presidio de Ushuaia, actualmente funcionan el Museo del Presidio de Ushuaia, el Museo Antártico y el Museo de Arte Marítimo.

 

Sol Rodríguez nació en Buenos Aires en 1976. Creció también esta ciudad.

En 1999 se mudó a Tierra del Fuego. Un tiempo después armó un taller editorial Rubí Ediciones donde hacía cuadernos, libros, reproducciones de cartografía antigua de la Patagonia, Antártida  y Tierra del Fuego.

Estudió Lengua y Literatura y se recibió de profesora. Escribe poesía y prosa. Publicó Crónicas del Sur, Mujeres del Fin del Mundo, El hombre Sol y la mujer Luna, Relatos de llegada y varios títulos de poesía.