sábado, 25 de agosto de 2012

Mientras la ciudad duerme - Lila Caimari





Mientras la ciudad duerme


pistoleros, policías y periodistas

en Buenos Aires, 1920-1945

Lila Caimari

Siglo Veintiuno Editores



(Buenos Aires)



Mientras la ciudad duerme es un ensayo sobre la cuestión del orden en la Buenos Aires de las décadas de 1920 y 1930. En plena expansión demográfica y urbana, modernizándose rápidamente, la ciudad exhibe los frutos de la movilidad social, pero también sus límites y sus puntas disonantes.
"...Porque es más moderna, Buenos Aires es más compleja y se encuentra más friccionada. Las chispas de la crónica del "nuevo delito" no saltan sobre un trasfondo sereno, sino sobre la trama incierta y heterogénea de una sociedad inestable. Por eso la noticia del gran asalto suscita mucho más que reflexiones sobre el crimen: hay estupor ante los usos "perversos" de la tecnología, disgusto por formas de la ilegalidad que revelan materialismos sin frenos, condena de la violencia que da por tierra con códigos consagrados, pronósticos ominosos sobre las consecuencias del berretín de Hollywood.
Acompañando el aprendizaje de la convivencia con estas novedades, que imponen su ritmo a Buenos Aires con mayor rapidez que en otras ciudades del continente, está la letanía de variantes del gran tema de la pérdida de un pasado de dorada armonía. Nostalgia y melancólica enumeración de valores perdidos son maneras de organizar la temporalidad muy propias de contextos de modernización y ruptura. Quienes viven momentos de cambio acelerado tienden a compensar la desorientación y sensación de desposesión con estructuras imaginarias del pasado que sostienen un "deseo de volver". Conocemos bien las inflexiones del pensamiento antimoderno que genera la modernización porteña. Partiendo de la observación del experimento, escritores como Leopoldo Lugones o Manuel Gálvez organizan, desde los años del Centenario, una constelación de tópicos evocada sin cesar en las décadas siguientes: disolución de la esencia nacional en e cosmopolitismo, mercantilización de la vida urbana, craso materialismo, debilitamiento moral...". Este libro llama la atención sobre el sustrato crítico menos  articulado sobre las formas de existencia (y coexistencia) de los temas de la reacción en la gris cotidianidad, un nivel que resulta pertinente a la hora de explicar cuestiones consideradas muy propias
del antiliberalismo de entreguerras, como la apelación al catolicismo o la resurrección de la pena de muerte. No tiene un vocero ni un origen discernibles, aunque es posible ver un momento de cristalización en la secuencia anticlimática de la crisis de 1930...".
La autora trabajó con archivos de la policía porteña donde llegó en busca de datos sobre los pistoleros y encontró diarios y piezas que construyen la base documental del libro.
Entre las revistas con que Lila Caimari se documentó están La Gaceta Policial y Magazine Policial, esta última de inflexión popular y populista construida sobre la exaltación del vigilante, nacida de una invisible
sedimentación de anecdotario. Difunde literatura por entregas y textos traducidos donde predominan los narradores interesados en lo social como Manuel Gálvez, Héctor Pedro Blomberg y Juan José de
Soiza Reilly. También publica a autores como Pérez Galdós, Pío Baroja, Dickens, Anatole France, Paul Bourget, Víctor Hugo, Balzac, Maupassant, Daireaux, Pirandello....
La predilección por la literatura social rusa, que es el eje de los catálogos de las colecciones de libros baratos y las bibliotecas populares, reaparece casi exacta en su selección para los lectores policías: Andreiew, Tchejov, Averchenko, Tolstoi, Gorki...
También se agregan las colaboraciones de autores más marcadamente asociados a la zona cultural de izquierda: cuentos del anarquista Alberto Ghiraldo y del escritor, periodista y dirigente socialista Mario Bravo; ensayos del periodista y escritor anarco-republicano español Rafael Barrett; una serie de notas de cabecera firmadas por Henri Barbussse (referente a la intelectualidad comunista de gran difusión en las colecciones literarias de entreguerras, ilustraciones del influyente grabador anarco-pacifista Frans Masereel...
En cuanto a la oposición Buenos Aires/Gran Buenos Aires, la autora dice: "... no emerge en el vacío, sino en una geografía legal/moral que tiene una estructura previa en la dupla bajo fondo/ciudad moderna.
Nace en las últimas décadas del siglo XIX y remite a muchas otras oposiciones: ilegalidad/legalidad,  suciedad/limpieza, opacidad/legibilidad, oscuridad/luz. Buenos Aires -aquella ciudad portuaria modernizada tan de golpe- tenía un "bajo fondo" de extraordinaria densidad, aunque la localización imaginaria de esta noción siempre haya sido algo difusa...·.
La literatura argentina da cuenta de esta oposición en las páginas del arhiporteño Roberto Arlt donde encuentra en los "pueblos de los alrededores" refugios edénicos, bálsamos de sosiego donde descansar de la danza caótica de Buenos Aires. Esas calles arboladas tan mansas "que de cada hoja cae un silencio".

Lila Caimari
Es historiadora. Graduada en la Universidad Nacional de La Plata, obtuvo el doctorado en el Instituto de Estudios Políticos de París. Es investigadora del CONICET y docente en el Posgrado en Historia de la Universidad de San Andrés. Es autora de Perón y la Iglesia católica. Religión, Estado y sociedad en la Argentina, 1943-1955. Sus trabajos sobre la cuestión criminal han sido publicados en tres libros: Apenas un delincuente. Crimen, castigo y cultura en la Argentina, 1880-1955; Mientras la ciudad duerme. Pistoleros, policías y periodistas en Buenos Aires, 1920-1945 (ambos publicados por Siglo Veintiuno Editores); La ley de los profanos. Delito, justicia y cultura en Buenos Aires (1880-1940) (del que fue compiladora) y La ciudad y el crimen. Delito y vida cotidiana en Buenos Aires, 1880-1940. Es autora de numerosos artículos y capítulos de libros sobre dimensiones diversas de la historia social y cultural argentina. Actualmente investiga sobre policía y cultura urbana.


















lunes, 20 de agosto de 2012

Arrecife - Juan Villoro



Arrecife


Juan Villoro

Editorial Anagrama



(Buenos Aires)



Arrecife es una novela con una trama policial que transcurre en un sofisticado hotel del Caribe mexicano. El lugar llamado La Pirámide, aloja a turistas que viajan hasta ahí para experimentar emociones extrañas. En un universo cerrado como el de La Pirámide, los personajes se conocen entre sí, en apariencia.
Pero las apariencias suelen engañar. Mario Müller, ex-integrante de una banda de rock llamada Los extraditables es quien ha diseñado las atracciones del hotel: turismo extremo con peligros controlados para los huéspedes. Así, muchos de los turistas en su mayoría europeos se divierten y al mismo tiempo sienten miedo ante el espectáculo para muchos incomprensible montado con actores que se disfrazan de guerrilleros, entre otros divertimentos ad-hoc: "...El tercer mundo existe para salvar del aburrimiento a los europeos..." dice el personaje.
Tony Góngora, otro ex-integrante de Los extraditables es la voz del narrador. Tony ha perdido la memoria en parte, y Mario Müller lo ayuda contándole hechos del pasado.
Mario Müller y Tony Góngora están unidos por una amistad que viene desde la infancia y además Mario se ha sentido atraído en su juventud por la madre de Tony.
Al principio de la novela aparece muerto un buzo que trabaja en La Pirámide y después hay otro muerto.
La investigación está a cargo del inspector Ríos, un hombre con aspecto de vendedor de Biblias, en realidad es también un predicador.
Arrecife es una novela con una trama que atrapa al lector, nada es lo que parece, hay que develarlo.
El turismo en ese lugar llamado Kukulcán es uno de los temas de la novela. Pero también están las vidas de los personajes y la historia de una amistad, la de Tony y Mario, que como en El largo adiós de Raymond Chandler, es uno de los ejes del libro.
El tono irónico de la narración no alcanza a empañar el vínculo entre los dos amigos.
Y además, una misión que Mario Müller tiene reservada a Tony, dará un curso nuevo a esta historia brillantemente contada por Juan Villoro.


Juan Villoro nació en México DF en 1956. Ha sido agregado cultural en la Embajada de México en la entonces República Democrática Alemana, colaborador en revistas y numerosos periódicos. Fue también jefe de redacción de Pauta y director de La Jornada Semanal, suplemento cultural del diario La Jornada, de 1995 a 1998. Actualmente es profesor de literatura en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e invitado en las de Princeton, Yale, Boston y Pompeu i Fabra de Barcelona. Colabora regularmente en los periódicos La Jornada (México), El País (España) y El Periódico (España), y en publicaciones como Letras Libres, Proceso, Nexos, Reforma y la italiana Internazionale. Premiado en sus múltiples facetas de narrador, ensayista, autor de libros infantiles y traductor de importantes obras en alemán y en inglés, Juan Villoro es cada vez más reconocido como uno de los principales escritores latinoamericanos contemporáneos












viernes, 17 de agosto de 2012

Pájaros debajo de la piel y cerveza - Araceli Otamendi por Gabriela Aguilera Valdivia


Pájaros debajo de la piel y cerveza
Araceli Otamendi
Grupo Editor Latinoamericano
Premio Fundación El libro- Edenor (1994)
Jurados: María Esther de Miguel, Luis Gregorich y Josefina Delgado
Feria Internacional del Libro de Buenos Aires


Pájaros debajo de la piel y cerveza, un micromundo en el estilo de David Lynch

(Santiago de Chile) Gabriela Aguilera Valdivia


En la línea de las películas de David Lynch está el libro de Araceli Otamendi, titulado “Pájaros debajo de la piel y cerveza”, publicado en 1994. Estos pájaros llegaron a mí directamente de las manos de su autora. Lo leí en el avión de regreso de las jornadas de mujeres escritoras en Brasil y juro que no sentí las 4 horas de vuelo, lo que no significa que sea una novela liviana.
Araceli Otamendi se esmera en construir, con manejo de elementos psicológicos, un entramado de seres oscuros, pasando por encima de las buenas intenciones que cada uno de ellos pudiese tener. Los personajes son de una factura sólida e interesante. Tanto, que al final el lector no se detiene a considerar el desenlace de la historia porque estos personajes tan fuertes quedan gravitando, cada uno perfectamente diferenciable, creando una atmósfera esperpéntica en la que, tal como ocurre con las películas de David Lynch, la perversidad deviene en abismo seductor.
La trama es aparentemente sencilla: un millonario contrata a un detective argentino para que investigue el asesinato de su hija ocurrido en un pueblo alemán. El millonario dice no confiar en los detectives alemanes ni tampoco en el procedimiento investigativo que pudiesen desarrollar. En lo que en realidad no confía es en el sistema de justicia pero a diferencia de los personajes del hard boiled que dejan en evidencia la corrupción del sistema total y la inutilidad de su lucha contra él, este millonario no confía porque tiene cosas que esconder y sabe que sólo así podrá torcerle la mano a la dama de la espada y la balanza en lo que concierne a sus faltas. El detective viaja a Alemania en calidad de encubierto y así se introduce en el pequeño universo pueblerino para iniciar el proceso de investigación. Y se va encontrando con estos personajes que enmarañan la historia con sus propias historias enmarañadas. El detective también trae lo suyo y entonces se le cruza la ex esposa que aparentemente llega a desbaratar el precario equilibrio que el detective ha conseguido establecer en su vida. Sin embargo no hay tal y es acá donde la intención feminista de la autora se escapa por la acción del personaje ex esposa, muy latinoamericana, esa mujer capaz de todos los sacrificios por evitar el desmoronamiento de los suyos aunque sea realizando la pantomima de que algo es acción o idea del esposo cuando en realidad lo es de ella.
El desenlace es sorprendente y sin embargo, esperado. Las piezas se ajustan en el rompecabezas pero al mismo tiempo despiertan la inquietud acerca de cómo los policías alemanes no se dieron cuenta de la solución del caso cuando era tan obvia. Bueno, quizás las soluciones de los grandes casos sean tan obvias que por eso nadie las ve y Otamendi parece apuntar en esa dirección.
Otro plus de la novela es constituirse en una muestra antropológica de un estilo de vida, de una forma de hacer las cosas, de ese murmullo pueblerino que lleva consigo la maldad más profunda, escalofriante y que nos deja con insomnio, entre pescados fritos y cerveza, mucha cerveza. Similar a aquellos ambientes de las historias de Miss Marple, en que todos parecían de los más inocentes cuando en realidad tenían un cadáver en descomposición en su clóset. En este caso, esos cadáveres están en los cerebros y las almas y son liberados durante la lectura en cada una de las perversiones o filias que presentan.
Otamendi también demuestra un feroz rasgo de perversidad al develar magistrales juegos de maldad, como es el caso de las acciones de la mujer que cocina strudels y otros pastelillos exquisitos y que por otro lado, es capaz de destazar a sus vecinos con los chismes y las habladurías. O el del viejo que vive con dos mujeres que violentan sexualmente al detective al mismo tiempo en un admirable jugueteo de manos bajo la mesa. Estas son dos de las notables escenas perversas construidas por Otamendi, que se disfrutan de principio a fin y que dejan en evidencia que las escritoras de género negro traspasan los límites con salvajismo y delicadeza, sin detenerse en convenciones políticamente correctas.
Con un lenguaje directo y rescatando ciertos términos tanto alemanes como porteños, la historia se sigue con fluidez. Vale la pena leer esta novela. Al cerrarla, nos queda la inquietud y el deseo: la inquietud que provocan David Lynch y Araceli Otamendi al mostrar valientemente un vislumbre de maldad, y el deseo de querer seguir ahondando en aquellos siniestros y seductores recovecos de la mente y la emoción que todos los seres humanos llevamos dentro.

(c) Gabriela Aguilera Valdivia

Santiago de Chile, Agosto, 2012

Gabriela Aguilera Valdivia
Es una escritora, narradora y antropóloga chilena, formada en estudios mexicanos por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Es profesora suplente en los cursos de la escritora Pía Barros, miembro del comité editorial de Asterión Ediciones y actual Presidente de la Corporación de Letras de Chile. Publicó tres libros de cuentos y tres de microcuentos, y también en antologías de Cuba, Argentina, Estados Unidos, Venezuela y España. Su publicación más reciente es la novela Saint Michel.

Publicó tres cuentos en el blog de narrativa de la revista Archivos del Sur

Qué sabor tiene la carne, Ecuación lógica y Vine a cobrar lo que me debes