domingo, 30 de agosto de 2009

Cómo la Guerra Fría transformó la filosofia de la ciencia


Cómo la Guerra Fría
Transformó la filosofía
de la ciencia
Hacia las heladas laderas de la lógica
George A. Reisch
Editorial Universidad Nacional de Quilmes

(Buenos Aires)

George A. Reisch posee formación inicial en física (de grado, Bowdoin College, y maestría. Universidad de Chicago). Sus áreas de especialización son la historia y la filosofía de la ciencia, el Círculo de Viena, la unidad y la desunidad de la ciencia y la historia de la ciencia (en particular, historia de la física y de la revolución científica). De estas ha publicado diversos artículos en revistas especializadas y antologías. Enseña filosofía en la Universidad de Northwestern y ha coeditado además además, Monty Python and Philosophy: Nudge Nudge, Think Think! (2006), Bullshit and Philosophy: Guaranteed to Get Perfect Results Every Time (2006), Pink Floyd and Philosophy: Careful with that Axiom, Eugene! (2008) y Radiohead and Philosophy: Fitter Happier More Deductive (2009), en la colección Popular Culture and Philosophy de Open Court Publishing Company.


Este libro estudia el desarrollo de la filosofía de la ciencia en los Estados Unidos durante la Guerra Fría. Dicho estudio se encuentra en línea con la recuperación y revalorización experimentada en las últimas décadas de la historia del empirismo lógico y de la filosofía de la ciencia centroeuropea, más específicamente austro-germana, realizada con anterioridad a la debacle ocasionada por el ascenso del nazismo, y que tiene como uno de sus epicentros más activos y visibles al denominado Círculo de Viena. El libro documenta la vitalidad política del empirismo lógico y del movimiento de Unidad de la Ciencia cuando estos proyectos emigraron a los Estados Unidos en la década de 1930. También da cuenta de la despolitización, o abandono del compromiso cultural y social, de la filosofía de la ciencia, provocada por una convergencia de fuerzas intelectuales, culturales y políticas enraizadas en el anticomunismo de la Guerra Fría durante la década de 1950. El presente libro contribuirá a modificar una imagen distorsionada, si bien extendida, sobre el empirismo lógico y el Círculo de Viena, de acuerdo con la cual estos eran proyectos no políticos, estrictamente intelectuales, y no los proyectos autoconscientemente comprometidos no solo con la ciencia, sino también con los desarrollos progresistas sociales y culturales que eran. Los filósofos de la ciencia refugiados eran altamente activos en política y debatieron acerca de los valores tanto dentro como fuera de la ciencia

“…Este libro no pretende ofrecer un informe completo de todos los eventos y circunstancias sociales, intelectuales, económicas o de otro tipo de historia que se relaciona con las tendencias que adquiriera la filosofía de la ciencia en los tiempos de posguerra. Pero sí propone que cualquier tratamiento convincente debe incluir a la política del anticomunismo que, como muestran los siguientes capítulos, fue ejercida y, en un sentido, unificó a algunas de las experiencias y circunstancias que marcan el ascenso y la caída del movimiento de Unidad de la Ciencia durante la Guerra Fría. ..”.

“…Este estudio está basado en fuentes históricas, normalmente archivos y textos no publicados. Como saben los intelectuales profesionales de todos los campos, a menudo existe una diferencia en el tono, así como también en el contenido de lo que los eruditos se dicen entre sí en conferencias formales o a través de publicaciones y lo que dicen en conversaciones privadas o por intermedio de la correspondencia personal. Bajo la cubierta de la noble práctica de la historiografía, este libro es mayormente un protocolo de lectura del correo de estos filósofos. Esta invasión de privacidad nos trae objetivamente más cerca de la historia del empirismo lógico en los Estados Unidos que lo que estaríamos a partir de los registros publicados. Pero también viene con desventajas de subjetividad. Este libro es selectivo. Algunas figuras en la historia de la filosofía de la ciencia norteamericana, tales como Edgar Zilsel, Victor Kraft, Egon Brunswik y Carl Hempel apenas son mencionados (o algunos lo son solo ahora). Ni tampoco se pone mucha atención al homólogo de Hans Reichenbach del Círculo de Viena, la Sociedad de Berlín para la Filosofía Empírica. La izquierda filosófica británica también es tratada sólo cuando se entrecruza con el movimiento de Unidad de la Ciencia en los Estados Unidos.
Tal vez inevitablemente, este libro es también, en algún sentido, solidario con aquéllos que lucharon por sostener sus proyectos en un clima hostil tanto política como intelectualmente. ..”.



En síntesis Cómo la Guerra Fría transformó la filosofía de la ciencia es un libro esclarecedor tanto para científicos, interesados en la filosofía de la ciencia, investigadores y público en general.

viernes, 28 de agosto de 2009

La modernidad contemporánea en América Latina




(Buenos Aires)


La modernidad contemporánea
en América Latina

José Maurício Domingues
Editorial Siglo XXI
Co-edición con CLACSO

(Buenos Aires)Hernán Díaz

El sociólogo brasileño José Maurício Domingues reflexiona en este libro acerca de América Latina. Por estar situada en la periferia geográfica, América Latina ha tendido a pensarse a sí misma, en términos políticos y sociales, como una realización limitada o degradada de la modernidad.
Contra esta visión, Domingues penetra en la realidad social latinoamericana y revela que los principales tópicos de la modernidad – libertad, igualdad, justicia, nacionalidad, ciudadanía, solidaridad – se desarrollaron en la región con una dinámica propia, multifacética y creativa. América Latina entonces no sería una réplica imperfecta de los países centrales, sino parte de la escena global.

“…Lo que hoy se llama América "Latina", una denominación obviamente incorrecta, surgida de la expansión del mundo moderno, que en sus inicios se llevó a cabo por medio de las aventuras mercantiles y colonizadoras de las monarquías ibéricas. América Latina ha estado en el centro del proceso de desarrollo de la modernidad pero, paradójicamente, al mismo tiempo ha sufrido sus impactos por hallarse en su periferia o semiperiferia. Es decir que, pese a ser una parte integral de la modernidad, no ha tenido acceso a las herramientas principales de poder que operaron en ese proceso. Esa posición peculiar dio lugar a un rasgo característico de subcontinente al considerarse a sí mismo, especialmente desde el punto de vista de sus intelectuales, como una forma incompleta o degradada de la modernidad.
Abordar esa posición como si se tratase de una mera selección de rasgos de la civilización moderna ha sido otra manera de presentar la cuestión, que también implica perder de vista sus aspectos particulares (más que incompletos). De esta forma, se supone erróneamente que la modernidad, en sus articulaciones concretas, reproduce un designio a priori, y en consecuencia se sugiere una perspectiva según la cuál ésta estaría aguradando en algún lugar de las nubes para ser bajada a la tierra.
Tomo, por lo tanto, los contornos de la modernidad en América Latina, en el pasado y en el presente, como el resultado de procesos sociales específicos que dependen de direccionamientos previos.
Un aspecto de ello es que la dinámica del centro de la modernidad – específicamente dentro de los límite de Europa y de los Estados Unidos, aunque ahora incluyendo también a Japón – tuvo un peso desproporcionado en aquella región, lo que no ocurrió en la dirección opuesta.
Esto no significa que la modernidad no desarrollase su propia dinámica en América Latina, sino que los desequilibrios de poder moldearon, y siguen moldeando, el devenir de la vida social en el subcontinente. Ni Brasil, ni México, Bolivia o Argentina tuvieron las mismas posibilidades de definir la evolución de Gran Bretaña, Francia, los Estados Unidos o Alemania que las que estos países han tenido de ejercer algún impacto sobre América Latina, ya sea de modo intencional o no intencional.
Discrepo en cierta medida con el análisis contemporáneo y me mantengo fiel a la antigua noción de una división entre el centro y la periferia, que Raúl Prebisch introdujo en el pensamiento latinoamericano y que fue adoptada luego en todo el mundo (y a la que se le adicionó la idea de semiperiferia). No reduciré esta noción a la dimensión económica o política, dado que en su fundamento tiende a estructurar una gama completa de sistemas sociales e interacciones en todo el planeta. Eso no quiere decir, por supuesto, que la dinámica interna de aquellos países sea secundaria. Al contrario, es la combinación específica de impulsos internos y de factores externos la que ha definido los caminos peculiares que cada uno ha tomado, además del elemento particular de las diferencias de poder, que no necesariamente genera resultados negativos. ..”.

La unidad de análisis para el autor es América Latina “sin pretender analizar sistemáticamente cada país. “…Sin embargo”, dice, “encuadraré aquellos procesos en las manifestaciones más generales de la modernidad contemporánea, que incluyen en varios puntos las tendencias generales y las cuestiones de poder en el plano global. Mi meta es comprender cómo lo que he llamado “tercera fase de la modernidad” – en términos de la teoría sociológica general, centro de este libro – ha venido desarrollándose en América Latina desde mediados de los años ochenta, con su dinámica contradictoria y multifacética…”.

En este libro el autor combina la teoría general e información empírica con una lúcida perspectiva crítica, lo que permite construir una inusual interpretación sociológica de la realidad latinoamericana.

Sobre el autor:
José Maurício Domingues es doctor en Sociología por la London School of Economics and Political Science (LSE), Universidad de Londres. Es profesor adjunto e investigador del Instituto Universitário de Pesquisa do Río de Janeiro (IUPERJ) y director ejecutivo de la misma institución. Entre sus publicaciones se cuentan Sociological Theory and Collective Subjectivity (1995), Social Creativity, Collective Subjectivity and Contemporary Modernity (2000), Do ocidente à modernidade. Intelectuais e mudança social (2003), Ensaios de sociologia (2004), Modernity Reconstructed (2006) y Latin American and Contemporary Modernity. A Sociological Interpretation (2008).

(c) Hernán Díaz

jueves, 27 de agosto de 2009

Dilemas del peronismo - Eduardo Jozami


Dilemas del Peronismo
Ideología, historia política y kirchnerismo
Eduardo Jozami
Grupo Editorial Norma

(Buenos Aires)

Recientemente el Grupo Editorial Norma publicó el libro de Eduardo Jozami “Dilemas del Peronismo” – Ideología, historia política y kirchnerismo.
Eduardo Jozami es escritor, militante político, universitario, periodista, activista del movimiento de derechos humanos. Fue detenido durante toda la dictadura militar. En 1991 recibió el Premio Hellman-Hammet, que otorga el Foro por la Libre Expresión de Nueva York a los intelectuales que han sufrido persecución política. Ha sido director y editor de la revista Crisis y de varias publicaciones de política y cultura. Entre otros libros, publicó Crisis de la dictadura argentina – coautor, 1985), El lugar de la política (1995), Ya nada será igual. Argentina después del menemismo (2000), Final sin gloria (2004). Rodolfo Walsh, la palabra y la acción (Norma, 2006). Por este último libro recibió el Premio Anual de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Fue legislador y constituyente de la ciudad de Buenos Aires, y es profesor consulto de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y del posgrado en Historia de la Universidad de Tres de Febrero.
Los textos que integran este libro respondieron a demandas diferentes. Muchos trabajos han sido presentados en jornadas y seminarios académicos. Otros, como los publicados en la revista Confines, tienen un tono más ensayístico, y en algunos casos, están necesariamente fechados puesto que se refieren a la coyuntura política.

En palabras del autor:

“... A lo largo de medio siglo, las transformaciones han sido notables pero la geografía política argentina no ha cambiado tanto. El peronismo sigue ocupando el centro de la escena y los debates sobre sus potencialidades y límites mantienen toda su vigencia. Pero más curioso que la perduración del peronismo es el brusco surgimiento de un antiperonismo que años atrás podía creerse relativamente superado y que representa una profunda regresión de la cultura política argentina.
He dividido el material de este libro en tres secciones. La primera analiza diferentes temas relativos al peronismo histórico, su horizonte ideológico, la coyuntura de 1945, la relación con los intelectuales, la situación de la prensa, las explicaciones sobre la perduración del peronismo frente a las previsiones de sus opositores. Son esbozos de un trabajo mayor sobre las relaciones entre el peronismo y el campo intelectual sobre el que vengo investigando desde hace algunos años. El enfoque, como se advertirá, es de alguien que pese a la valoración global positiva de esa experiencia no resigna su mirada crítica. Por que así corresponde en trabajos de investigación histórica, pero también porque ese es el modo en que estos estudios del pasado resultan más provechosos para entender un presente que tiene al peronismo como protagonista principal.
La segunda parte se refiere al kirchnerismo e incluye dos trabajos centrados en el análisis de la coyuntura política más reciente, dominada por el conflicto con el campo, en la que se advierte una profundización del discurso antiperonista y la crispación del bloque opositor. En la misma senda de los documentos del Espacio Carta Abierta – en el que el autor participa con el tono reflexivo que corresponde a una agrupación de intelectuales pero con el mismo entusiasmo de sus anteriores militancias – se valora cuanto hay de novedoso en el proceso abierto por el kirchnerismo, advirtiendo sobre algunas falencias que podrían poner en riesgo la profundización del cambio.
El último conjunto de escritos tiene como eje común el interrogante sobre la vigencia del pensamiento de izquierda, luego de tantas rupturas que en las últimas décadas cuestionaron esa tradición. Uno de ellos estudia a través de un recorrido por publicaciones y autores argentinos la influencia de Jean-Paul Sartre, en el marco de una convocatoria en la que se debatía las huellas dejadas por el pensamiento europeo en las izquierdas de América Latina. Otro de los trabajos parte de la insistencia con que hoy es nuevamente citado Marx, a partir de las manifestaciones de la crisis internacional, para intentar un balance de su legado y, siguiendo a Benjamin, se interna en las cuestiones de la historia y la memoria, planteando una lectura distinta de algunos temas clásicos del marxismo.
La mirada no es benevolente ni en el cuestionamiento a las corrientes políticas de la izquierda argentina ni en el señalamiento de los límites con que se encontró el pensamiento marxista para dar cuenta de las nuevas realidades. Sin embargo, esto no nos lleva a sostener que no exista hoy un lugar para una izquierda que se despoje de las pretensiones del pensamiento único: aunque no puede revestirse con los ropajes de la ciencia ni atribuirse las dignidades de la necesidad histórica, no es hoy menos necesario que antes un pensamiento transgresor que desnude la esencia explotadora del capitalismo y piense la política a partir de su identificaciópn con los grupos más desposeídos de la sociedad…”.

“Dilemas del peronismo” es un libro que recorre la historia de este movimiento hasta llegar al kirchnerismo, un minucioso análisis para dar con las claves del complejo entramado político actual.

Fragmento:

“…No faltan testimonios que muestran la dificultad que encontraban los simpatizantes comunistas para explicarse la política de alianzas con que enfrentaban al peronismo. María Rosa Oliver, integrante del Consejo de Dirección de la revista SUR, veía la política argentina desde el prisma excluyente de la confrontación expresada en la Segunda Guerra Mundial y, en consecuencia, defendía la Unión Democrática. Pero no dejaba de inquietarse por la presencia en los actos “en defensa de la libertad” de tantos personajes que habían apoyado el golpe de Uriburu y de lo más representativo de la alta sociedad porteña: “Sólo con anotar los nombres y apellidos de los presentes un cronista social se ganaría el día”, recuerda Oliver, refiriéndose a la manifestación que frente al Círculo Militar reclama la entrega del gobierno a la Corte Suprema de Justicia. La escritora habría increpado entonces al dirigente del PC, Guilermo Arnedo Álvarez, por la falta de participación obrera en ese acto.
Sin embargo, cinco días después Oliver presencia las manifestaciones del 17 de octubre y se sorprende al paso de las columnas cuyos integrantes “surgidos de ámbitos que yo desconozco”, “parecen disfrazados de menesterosos”. Una vaga sensación de descontento consigo misma es el saldo que la escritora atribuye a ese primer encuentro con las “turbas peronistas”, pero en el reclamo por la falta de obreros en el Círculo Militar y en la incapacidad de reconocer a los trabajadores que se movilizan pocos días después, se expresa todo el dilema que entonces enfrentaba la izquierda argentina…”. *

*Este párrafo tiene una llamada que amplía las impresiones de Oliver sobre el 17 de octubre:

“No sólo por los bombos, platillos y otros instrumentos de percursión que, de trecho en trecho, los preceden, me recuerdan las murgas de carnaval, sino también por su indumentaria: parecen disfrazados de menesterosos. Me pregunto de qué suburbio alejado provienen esos hombres y mujeres casi harapientos, muchos de ellos con vinchas que, como a los indios de los malones, les ciñen la frente, y casi todos desgreñados. O será que el día gris y pesado, o una urgente convocatoria, les ha impedido a esos trabajadores tomarse el tiempo para salir a la calle bien entrazados y bien peinados, como es su costumbre. O habrán surgido de ámbitos cuya existencia yo desconozco. Su paso un tanto atrasado denota que ya han caminado mucho. También parecen algo cansadas las voces que vivan a Perón”. María Rosa Oliver, Mi fe es el hombre, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2008. El texto fue escrito en 1973, vísperas del tercer gobierno de Perón.

Acerca de María Rosa Oliver


María Rosa Oliver (Buenos Aires, 1898- 1977), desde los diez años no volvió a caminar a causa de la poliomielitis, pero desde su silla de ruedas desarrolló una actividad intelectual y una carrera política descollante, de las que dio cuenta en sus memorias divididas en tres tomos: el presente, publicado por primera vez en 1965; La vida cotidiana (1969) y Mi fe es el hombre (1981)y editado por Ediciones Biblioteca Nacional en 2008.
Publicó además una Geografía infantil de la Argentina en 1955.
Se afilió al PC en la década del 30. Tuvo una activa participación con los republicanos durante la Guerra Civil Española. Fue asesora del presidente Wallace en la Segunda Guerra Mundial y Miembro del Consejo Mundial de Partidarios de la Paz. En China visitó a Mao a quien admiraba y el Che Guevara la tuvo por amiga e interlocutora.
Integró el staff de la mítica revista SUR desde su fundación hasta 1958, año en el que recibió el premio Lenin. Fue una testigo privilegiada de los sucesos políticos ocurridos durante cuatro décadas.
Amiga de Waldo Frank y de Vinicius de Moraes, le escribía a Nelson Rockefeller para protestar contra la política exterior de los Estados Unidos y fue una de las dos personas con quienes se entrevistó el Che Guevara en 1962, cuando estuvo de incógnito en la Argentina. Viajera del mundo, incansable pese a su minusvalía, esta mujer excepcional fue un modelo de intelectual para su tiempo.
La historia de María Rosa Oliver podría haberla acercado a la de Victoria Ocampo en términos distintos a los que lo hizo si una diferencia fundamental no hubiera arrastrado a las dos a las antípodas.

© Araceli Otamendi – Archivos del Sur

Bibliografía:

María Rosa Oliver, Mundo, mi casa, Ediciones de la Flor

martes, 25 de agosto de 2009

El neoatraso brasileño - Francisco de Oliveira


El neoatraso brasileño
Francisco de Oliveira
Editorial Siglo XXI

(Buenos Aires)Hernán Díaz

El neoatraso brasileño se ocupa de “los procesos de modernización conservadora, de Getúlio Vargas a Lula”.
El sociólogo brasileño Francisco de Oliveira, plantea dos hipótesis fuertes: por un lado, fueron las actividades rurales de subsistencia, el trabajo informal y la precarización de los salarios los que subsidiaron el crecimiento de la industria y de los servicios.
Así, los jóvenes que venden ristras de ajo y franelas en los cruces de los semáforos no son una prueba del atraso del país sino una forma atroz de modernización. La segunda hipótesis, de contenido sin duda polémico, se refiere a la emergencia de una nueva clase social, compuesta por técnicos, economistas y banqueros (núcleo duro del Partido de los Trabajadors). Ambos determinan la identidad paradójica que adquiere el capitalismo en esta parte del mundo: aquí, el capital se financia con el dinero de los trabajadores, en tanto que el progreso sucede siempre en otro lugar (allí donde se produce la ciencia y la tecnología de avanzada).
“…El desencuentro es la regla. Una clase social decisiva pierde relevancia, entra en escena una nueva, de composición “chocante”; el desarrollo de las fuerzas productivas deja en la ruina a una parte de la humanidad, en lugar de salvarla; el subdesarrollo deja de existir, no así sus calamidades; el trabajo informal, que había sido un recurso heterodoxo y provisorio de la acumulación, se transforma en un indicador de la desagregación social, y así sucesivamente…”.

“…Hay que retroceder un poco en la historia brasileña para reconsiderar un elemento estructural del modo de producción, la esclavitud. Es posible reconocer que la esclavitud constituía un obstáculo para la industrializaión en la medida en que el costo de reproducción del esclavo era un costo interno de producción. El desarrollo industrial tenderá, desde entonces, a “expulsasr” el costo de reproducción del esclavo de los costos de producción. Dicho de otro modo: al contrario del modelo clásico, que necesitaba absorber su “periferia” de relaciones de producción, en el esquema de un país como Brasil resultaba fundamental la creación de una periferia propia. El tipo de inserción de la economía local en el conjunto de la división internacional del trabajo del mundo capitalista resulta decisivo; en este sentido, merecen destacarse intrpretaciones como las de Celso Furtado, que subrayaron el alcance de este aspecto. El extenso período que transcurre entre esa expulsión y esa creación, desde la abolición de la esclavitud hasta los años treinta, se debe a que esa inserción favorecía el mantenimiento de los patrones “esclavistas”en las relaciones de producción. Sólo una crisis de las fuerzas productivas obligará a adoptar un cambio de patrón.
Las instituciones del período posterior a 1930, entre las cuales se destaca la legislación del trabajo, apuntan principalmente a expulsar el costo de reproducción de la fuerza de trabajo desde dentro de las empresas industriales hacia afuera (hay que tener en cuenta el esquema de la industrialización anterior, en el que las empresas tenían sus propias zonas residenciales para trabajadores: es el caso de ciudades como Paulista, en Pernambuco, que depende por completo de la fábrica de tejidos). El salario mínimo será la máxima obligación de la empresa, que podrá así dedicar todo su pontencial de acumulación a las tareas relativas al crecimiento de la producción propiamente dicha. Por otro lado, la industrialización tardía se produce en un momento en el que la acumulación es potenciada porque se dispone, a nivel mundial, de una inmensa reserva de “trabajo muerto” que, bajo la forma de tecnología, es transferida a los países que recién inician el proceso de industrialización. El proceso de reproducción del capital se saltea así varias etapas, principalmente por no haber tenido que esperar a que el precio de la fuerza de trabajo se volviera lo suficientemente alto como para inducir las transformaciones tecnológicas que economizan trabajo…”.

De rigurosa actualidad política, los textos de este libro ofrecen un nuevo diagnóstico de época, agudo y demoledor: asistimos a un proceso de modernización conservadora que profundiza las brechas del neoatraso.


Francisco de Oliveira (Recife, 1933) estuvo entre los fundadores del Partido de los Trabajadores y es uno de los sociólogos más importantes de Brasil. Profesor titular de Sociología en la Universidad de San Pablo, donde dirige el Centro de Estudios de los Derechos de la Ciudadanía. Se desempeña como profesor de Sociología. Es autor de una vasta obra: Entre sus principales libros cabe destacar Os direitos do antivalor, Elegía pra una re(li)giao y A navegacao venturosa; ensaios sobre Celso Furtado. En 2006 recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

(c) Hernán Díaz

jueves, 20 de agosto de 2009

Las pasiones intelectuales - Elizabeth Badinter



Las pasiones intelectuales
Elizabeth Badinter
Exigencia de dignidad
Fondo de Cultura Económica

(Buenos Aires)

Elizabeth Badinter (Boulogne-Billancourt, Francia, 1944) es catedrática de Filosofía en la Escuela Politécnica de París. Bajo la influencia de Simone de Beauvoir se ha destacado como una de las principales estudiosas del movimiento feminista y ha reflexionado sobre el lugar de la mujer en la sociedad.
Badinter es además filósofa socialdemócrata, escritora y autora de un número considerable de ensayos que expresan tanto una gran cultura humanista como sólidas y controvertidas convicciones personales. Es también una intelectual comprometida que, en el campo de la política, defiende una concepción exigente de la democracia, la libertad y la justicia social.

En este segundo volumen de su obra “Las pasiones intelectuales” -donde se ocupa del pensamiento del siglo XVIII- titulado Exigencia de dignidad, y que abarca desde 1751 a 1762, aparece el intelectual luchando contra la censura que ejercen la Iglesia y el Estado monárquico y a favor de una independencia de espíritu respecto del yugo del pensamiento dominante.

Libertad, verdad y pobreza serían las condiciones o las palabras que la gente de letras debería tener siempre presente:
“…Libertad, verdad, pobreza – declara D´Alembert – son las tres palabras que la gente de letras debería tener presente. “ Ese austero tríptico es la expresión de un nuevo orgullo del intelectual, nuevo orgullo que también podría denominarse exigencia de dignidad. ¿De qué sirven la gloria, los títulos o la riqueza, si se pagan con el compromiso y la dependencia?..”.




“En el verano de 1751, D´Alembert goza de esa gloria tan ardientemente deseada. Codirector de la Enciclopedia y científico admirado por toda la Europa pensante, encarna la generación de intelectuales nacidos después de la muerte de Luis XIV, generación que preconiza otros valores y que aspira a un nuevo estatuto. En el pasado, Versalles era el centro del mundo de las letras. El “Rey – Sol” dispensaba reputación y pensiones según su voluntad arbitraria, a cambio de obediencia a sus reglas y alabanzas a su persona. Había inaugurado un sutil sistema de dependencia que muy pronto sería imitado por la alta nobleza y que gran parte de los hombres de letras aprobaba en mayor o menor medida.Aun cuando Luis XV no atribuye la misma importancia al mundo literario que su bisabuelo, y aun cuando París poco a poco fue tomando el lugar de Versalles, el escritor, que a menudo era pobre, sueña todavía con un mecenas que lo invite a su mesa y le ofrezca una renta y protección a cambio de dedicatorias en su honor. Ese sistema se integró a las costumbres cuando la generación de los enciclopedistas irrumpe en la escena pública.
Rosseau, Diderot, D´Alembert y los demás no son ricos, pero ignoran a la corte, sus beneficios y sus obligaciones. Pretenden escribir tan libremente como la censura lo permita, que vela por el escrupuloso respeto de los grandes poderes: la Iglesia y el Estado monárquico. Pero ¿cómo desempeñar el oficio de filósofo cuando se está expuesto a una continua vigilancia? ¿Cómo tomarse libertades con los dogmas religiosos y políticos cuando se corre el riesgo de ser encarcelados en la Bastilla? El éxito de la Enciclopedia, a partir de 1751, se debe en gran medida al hecho de que sus colaboradores se permitten cierta independencia de espíritu con respecto al yugo del pensamiento dominante. Libertad de corta duración, como lo mostrará el retorno de los bastones en 1752 y 1759.
Las dos crisis que atraviesa la Enciclopedia generan en D´Alembert una profunda rebelión, seguida de una toma de conciencia. No alcanza con guardar las distancias con respecto a los poderosos para evitar una dependencia humillante; es preciso además rehusarse a someter el pensamiento propio a cualquier clase de imposición. “Libertad, verdad, pobreza – declara D´Alembert – son las tres palabras que la gente de letras debería tener presente. “ Ese austero tríptico es la expresión de un nuevo orgullo del intelectual, nuevo orgullo que también podría denominarse exigencia de dignidad. ¿De qué sirven la gloria, los títulos o la riqueza, si se pagan con el compromiso y la dependencia?..”.



”…Para los enciclopedistas la dignidad intelectual se confunde con la independencia de espíritu; sus adversarios les oponen el punto de vista moral y subrayan las contradicciones entre el hombre privado y el intelectual, trazando un retrato deplorable del filósofo.
La lucha de Voltaire por la verdad y la justicia en el caso Calas restablece la credibilidad del filósofo y le otorga un prestigio y un esplendor nunca alcanzados hasta ese momento. En tal sentido, afirma Élisabeth Badinter: "El combate de uno solo beneficia a todos y otorga un contenido moral excepcional a un accionar filosófico que no excluye la ambición personal…".



“…En 1751 la vida intelectual francesa se reparte – de manera muy desigual – entre París y Berlín. Desde su llegada al trono en 1740, Federico II multiplicó las atractivas propuestas para científicos y hombres de letras franceses. Contrariamente a Luis XV, el rey de Prusia conoce los beneficios que un monarca puede obtener de un areópago de intelectuales satisfechos y, por ende, complacientes. Ateo, anticlericalista visceral, él mismo hombre de letras, encantador cuando se lo propone, Federico tiene armas para seducir a muchos de los que no están conformes con la suerte que corren en París, a quienes van en busca de dinero, de honores o de libertad. Aun cuando hasta ese momento sólo haya recibido a ignotos personajes de segunda línea de la escena francesa, en ese verano de 1751 puede jactarse de haber reclutado a dos de nuestras más prestigiosas glorias: al erudito Maupertuis y al universal Voltaire. Al primero, lo nombra presidente de su Academia y le asigna la misión de hacerla renacer de sus cenizas. Al segundo, lo convierte en “su maestro en elocuencia y en saber” – Voltaire prefiere decir “su gramático” – y espera que lo divierta. Desea que estas dos celebridades sean polos de atracción que permitan transformar a Esparta en Atenas, y que ensalcen a su anfitrión. ..”





El éxito de los filósofos

“…Un éxito literario importante se mide en función del entusiasmo de la crítica y de la cantidad de lectores. Voltaire figura entre quienes han experimentado esa perfecta embriaguez. Por el contrario, una obra que revoluciona las ideas y las jerarquías establecidas no puede suscitar sino reacciones heteróclitas. Su éxito se mide en función del vigor de la polémica, que sólo puede existir si la adhesión comparte ese vigor con la oposición, y el amor, con el odio. Diderot y D´Alembert no eran tan ingenuos como para ignorarlo, sobre todo después del ataque del padre Berthier, motivado por el prospecto de la Enciclopedia durante el último invierno. Pese a todo, a principios del verano, sólo se hablaba de la repercusión del Discurso preliminar de D´Alembert. Muy pronto, se descubrirán los artículos de Dumarsais sobre la gramática, y otros, referidos a las artes y los oficios, todos ellos firmados por Diderot, sin olvidar los artículos científicos particularmente cuidados.
Los envidiosos no tardaron en manifestarse. Algunas cuartetas burlonas cirulan por París desde fines de julio. M. de Bonneval, que suele irritarse contra todos los libros exitosos, acaba de lanzar el sugiente epigrama:

He aquí la Enciclopedia:
¡Qué dicha para los ignorantes!
¡Cuántos falsos sabios engendrará!
Esta docta rapsodia…

A principios de agosto, el Journal de D´Hémery se hace eco de un segundo epigrama en contra de los suscriptores de la Enciclopedia:

Yo soy un buen enciclopedista,
Conozco el bien y el mal,
Sigo los pasos de Diderot;
Sé de todo y no creo en nada.

Contrariamente a lo que escribe Raynal, todavía no se puede hablar de “violentas oposiciones”. Nada en ello excede las habituales reacciones del bajo mundo literario..”


Los filósofos, dice Badinter cayeron en la trampa de la polisemia del lenguaje. Singular o plural, profesional o personal, el término “dignidad” abarca tanto la esfera social como la moral. Lo mismo ocurre con el término “filósofo”, que según las épocas designa ya al sabio, ya al hombre de ciencia. Los enciclopedistas privilegiaron al segundo antes que al primero, a la verdad antes que a la virtud. Mientras que para ellos la dignidad intelectual se confunde con la independencia de espíritu, sus enemigos no cesarán de oponerles el punto de vista moral ni de subrayar las contradicciones entre el hombre privado y el intelectual, hasta el punto de esbozar un deplorable retrato, poco conforme a la imagen del filósofo.
El inesperado acontecimieno del caso Calas permitirá la reconciliación pública del sabio y el hombre de ciencia. Luchando como nadie por la verdad y la justicia, Voltaire otorga al personaje del filósofo un brillo y un prestigio raramente alcanzados hasta entonces. El combate de uno solo beneficia a todos y otorga un contenido moral excepcional a un accionar filosófico que no excluye la ambición personal.


La autora recorre en este libro la historia para encontrar a los intelectuales más destacados de una época influyente para el pensamiento. La “exigencia de dignidad” no está afuera del debate actual.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Las orillas del fuego- María Angélica Scotti




Las orillas del fuego
María Angélica Scotti
Editorial Catálogos


(Buenos Aires)

Las orillas del fuego es una novela decimonónica, romántica, de amores y utopías. Definida así, la historia que cuenta es la de Nicolás Androiev, un joven médico nacido en Rusia y educado en Francia que llega a Buenos Aires en 1860. Nicolás frecuenta a la sociedad porteña se encuentra con la “inglesita” y se enamora.
Pero el inquieto médico no se conforma con conocer solamente lugares como el Club del Progreso o el Club de Residentes extranjeros. También va a conocer los mataderos del sur, viaja a caballo. El joven médico se encuentra con las pequeñas casuchas, las plazas del arrabal y el gran mercado, donde está ubicado el matadero, y se fascina con el despliegue de violencia y de sangre de la matanza de los animales: “…más bien estaba fascinado por ese despliegue de violencia y de sangre, esa visión colorida y pesadillesca, un poco repugnante y envuelta en un hedor atroz. Se asombraba de la embriaguez que le producía asistir a esa escena, aun con sus inmundicias y con el cúmulo de miasmas que se desprendían de los desperdicios y del fuego sanguinolento…”.
Nicolás también visita los saladeros, atraviesa para ello la calle larga de Barracas, y se encuentra con los hombres que trabajan ahí: “…semidesnudos, salpicados de sangre, que manejaban el cuchillo con violencia certera, con una suerte de feroz elegancia…”.
Nicolás Androiev es un hombre inquieto. Acompañado por morenos, criollos e inmigrantes marginales y con un contingente de indígenas que ha peregrinado hasta el puerto trayendo sus reclamos intenta fundar en el Sur una aldea utópica ajena a la típica díada “civilización y barbarie” que pasó a la posteridad con el libro de Sarmiento.
Lo acompaña Aimé, una mujer mestiza.
Entramada con la historia cotidiana y político militar argentina de la segunda mitad del siglo XIX (las luchas entre mitristas y federales, la Guerra del Paraguay y la “Conquista del desierto”) la novela narra la lucha del singular personaje llegado a Buenos Aires desde Europa y la utopía que se propone. Los avatares de la empresa no son pocos y la desgracia se ensaña con los personajes.
La novela está muy bien narrada. La autora utiliza la imaginación y la observación para describir en detalle lugares, personajes, costumbres – ha recorrido el Sur para hacerlo .

María Angélica Scotti nació en Buenos Aires. Estudió Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde ejerció también la docencia. Desde 1976 reside en el Interior del país. Primero en Goya (Corrientes) donde se dedicó a recopilar testimonios de vida de viejos pobladores, reunidos posteriormente en el libro Las voces de la memoria (1997), luego en Reconquista (Santa Fe), donde creó el Taller Literario Municipal; en Santo Tomé y en Rosario, donde vive actualmente. Ha publicado estudios críticos sobre literatura argentina y latinoamericana y las novelas Buenos Augurios (Premio Fundación Konex-Fondo Nacional de las Artes 1985), Señales del cielo (Premio Alcides Greca, de Santa Fe), y Diario de ilusiones y naufragios (Premio Emecé 1995/96), Primer Premio Municipal de Buenos Aires “Eduardo Mallea” y Segundo Premio Regional de la Secretaría de Cultura de la Nación.

lunes, 17 de agosto de 2009

La Australia Argentina - Roberto J. Payró



La Australia Argentina
Roberto J. Payró
Editorial Claridad


(Buenos Aires)

Roberto J. Payró nació en Mercedes, Provincia de Buenos Aires, el 19 de abril de 1867. Escritor y periodista de excepcional creatividad y original estilo fue uno de los argentinos sobresalientes de los finales del siglo XIX. Se inició en la actividad periodística como colaborador de diferentes medios bonaerenses y, más tarde, como fundador del diario de Bahía Blanca La Tribuna. Al mudarse a la ciudad de Buenos Aires, trabajó como redactor del diario La Nación. En 1895, se publicó una recopilación de sus artículos, en el libro Los italianos en la Argentina. Sus diarios de viaje e impresiones dieron lugar a las obras: La Australia argentina (Excursión periodística a las costas patagónicas, Tierra del Fuego e Islas de los Estados) y En las tierras del Inti. Fue corresponsal en Europa durante la Primera Guerra Mundial. Entre sus novelas más recordadas sobresalen Sobre las ruinas, El casamiento de Laucha, El triunfo de los otros, El falso inca, Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira y Fuego en el rastrojo. Escribió, también libros de cuentos, tales como Violines y toneles e Historias de Pago Chico. Como obra póstuma se encuentra Nuevos cuentos de Pago Chico, publicado al año siguiente de su fallecimiento. Roberto J. Payró murió el 8 de abril de 1928.

En La Australia Argentina publicado por la editorial Claridad, Payró relata un viaje a la Patagonia y la Tierra del Fuego, "La Australia Argentina". En una carta dirigida a Roberto J. Payró de Bartolomé Mitre, fechada el 15 de septiembre de 1898, Mitre dice, después de elogiarlo por publicar "La Australia Argentina" en el folletín de La Nación (el diario):"...El argumento de su obra es la Patagonia y la Tierra del Fuego del dominio argentino, en su estado actual, el de su litoral marítimo sobre el Atlántico y sus canales orientales desde el punto de vista de su explotación y de su colonización, apuntando los medios de hacerlos prosperar, a la vez, por vía de ilustración, la historia y la geografía de aquellas comarcas y su descripción a grandes rasgos y de detalle, señalando a la vez sus necesidades y sus recursos de producción, a los efectos de su ocupación definitiva por el hombre...".
También Mitre destaca que: "...Por esto su libro, como comentario de un mapa geográfico hasta hoy casi mudo, importará la toma de posesión, en nombre de la literatura, de un territorio casi ignorado, que forma parte integrante de la soberanía argentina, pero que todavía no se ha incorporado a ella para dilatarla y vivificarla...".

Un fragmento:

Toninas y medusas


"...El 16 de febrero a primera hora, entramos en Golfo Nuevo, después de tres días de navegación feliz. Bahía Nueva lo llamaba Fitz-Roy, y parece un inmenso lago circular, rodeado de altas colinas de piedra. En sus aguas mansas vagan las medusas, como grandes y móviles flores acuáticas diversamente coloreadas por la luz, ya con sus filamentos semejando raíces, hacia el fondo del mar, ya hacia la superficie, cual si fueran los tallos de una planta brotada en extraña maceta.
Aquella tarde sobre todo rodeaban a millares el casco del Villarino, y se las veía hasta una profundidad de varios metros, gracias a la limpidez del agua. Algo atraía indudablemente a aquellos cuerpos gelatinosos, que fuera de su elemento se deshacen y derriten, casi sin dejar rastro, y que fluctúan en él, cambian de forma y viven con una vida semivegetal, como hongos dotados de movimiento.
El día antes habíamos visto las primeras toninas...".

Peligrosa tentación - Marianne Stilings



Peligrosa tentación
Marianne Stilings
Editorial Claridad

(Buenos Aires)


La editorial argentina Claridad presenta una nueva serie de novelas enmarcadas en el género chick lit es.wikipedia.org/wiki/Chick_lit , colección que publica a escritoras cuyos libros son protagonizados por las mujeres actuales: audaces, decididas, de diverso estado civil, profesionalmente aptas pero con una vida sentimental, a veces, poco gratificante. Los primeros libros de la colección, lanzada en abril de 2009, son: De aquí a la maternidad, de Sinéad Mariarty, Falsa identidad de Jane Heller, Víctima de una obsesión de Jeanne Adams y Pasión desenfrenada de Julie Ortolan.
Recientemente ha publicado el libro Peligrosa tentación de Marianne Stilings.
El título original del libro es Satisfaction.
El investigador privado Ethan Darling habitualmente arriesga su vida para atrapar a peligrosos criminales, es por eso que cree que su nuevo trabajo será de lo más sencillo: descubrir quién está amenazando la vida de Georgiana Mundy, autora experta en feng-shui y anfitriona de un exitoso programa de televisión de cocina. Pero mientras intenta proteger a Georgiana de un hombre de su pasado, Ethan se sorprende al descubrir que no son sólo sus postres los que lo están tentando..

Georgiana tiene un secreto. Varios en realidad. Y proteger sus secretos es importante para ella. Por eso, sólo tiene que lograr que Ethan Darling la deje de seguir a todos lados. Pero, si Georgie debe ser honesta, Ethan es muy buen mozo y besa demasiado bien. Sólo que ella no necesita a nadie en su vida. ¿No es cierto?



Sobre la autora:

Marianne Stillings se enamoró de las historias con final feliz desde que su madre le leyó El patito feo. Luego de terminar el colegio secundario, Marianne realizó diversos trabajos: operadora telefónica de larga distancia, recepcionista, secretaria, asistente de un consultorio médico. Apasionada por la lectura, Marianne descubrió las novelas románticas y decidió comenzar a escribir sus propias historias. Luego de varios rechazos, en julio de 2004 publicó su primera novela The Damsel in this Dress, a la que siguieron Midnight in the Garden of Good and Evie, Sighs Matter, Arousing Suspicions y Killer Charms. Nacida en California, actualmente vive en Seattle, junto con sus dos hijas.

miércoles, 12 de agosto de 2009

¿Qué fue del buen samaritano? Ha -Joon Chang



¿Qué fue del buen samaritano?
Naciones ricas, políticas pobres
Ha -Joon Chang
Universidad Nacional de Quilmes

Asociación de Economía para el desarrollo de la Argentina
traducción: Jordi Vidal





(Buenos Aires)Hernán Díaz


El libro editado por la Universidad de Quilmes presenta el pensamiento del economista de origen coreano Ha-Joon Chang en la colección Administación y economía de la editorial, dirigida por Fernando Porta.
HA-JOON CHANG es un economista de Cambridge que, durante las dos últimas décadas, ha enseñado e investigado cuestiones relacionadas con el desarrollo económico y la globalización. También ha asesorado al Banco Mundial, el Banco de Desarrollo Asiático, varias agencias de las Naciones Unidas y los gobiernos de Brasil, Canadá, Japón, Sudáfrica, el Reino Unido y Venezuela. Ha publicado numerosos artículos y libros, entre ellos Retirar la escalera: la estrategia del desarrollo en perspectiva histórica, que ganó el Premio Myrdal en 2003 y ha sido traducido a siete idiomas. En 2005, él y Richard Nelson, de la Universidad de Columbia, recibieron el Premio Leontief. Forma parte del consejo editorial del Cambridge Journal Economics desde 1992.

Según Fernando Porta, quien escribió la presentación:

”El camino del desarrollo transita por senderos muy distintos a los que las naciones más desarrolladas suelen proponer como fórmula del éxito. Más bien, aquellos países que avanzaron por este camino han desoído esos consejos y, en cambio, han recurrido a prácticas de intervención y regulación similares a las aplicadas en su momento por los que hoy son los países más industrializados. Si bien esto puede parecer obvio o banal, lo cierto es que el poder de la ideología desparramada por organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, además de diferentes académicos y sectores políticos asociados al establishmentfinanciero internacional, han echado un manto de sombra sobre la cuestión.
Ha-Joon Chang nos demuestra cómo estas instituciones, gobernadas por los países más poderosos, operan en realidad como “malos samaritanos” que proponen a los países más pobres ingresar en senderos de neoliberalismo y liberalización cuando, en realidad, ellos alcanzaron el desarrollo y bienestar para su población sobre la base deestrategias proteccionistas y de economía mixta. Se trata, en realidad, de una maniobra más para dejar a esos países afuera de la competencia.
Además de este esclarecedor mensaje, la obra de Chang posee un mérito adicional. Al rigor académico y la claridad expositiva, el autor le agrega un lenguaje muy accesible que hace que esta obra sea abierta al gran público, procurando que el mensaje pueda ser discutido masivamente, eludiendo el tradicional hermetismo que caracteriza a una parte considerable de la academia.
El mensaje de Chang es de gran importancia para las economías latinoamericanas, las cuales se alejaron, en términos generales, del sendero de desarrollo basado en la industrialización. Para un país como la Argentina, que alcanzó en el pasado considerables niveles de industrialización, pleno empleo y la distribución del ingreso más equitativa de la región, los efectos de la liberalización significaron un retroceso. En pocos años, el desempleo escaló a niveles récord de la historia contemporánea del país, la pobreza se multiplicó, el aparato productivo sufrió un fuerte proceso de achicamiento y desarticulación las tradicionales zonas fabriles se convirtieron en tierra de marginación y miseria, el Estado se vio fuertemente diezmado, y con él su capacidad de implementar políticas públicas.
Esta postal de degradación contrasta notablemente con la descripción que Chang realiza en el primer capítulo de este libro, cuando nos cuenta cómo era la calida dde vida de su familia en su infancia y cómo se fue modificando a la par que Corea del Sur entraba en un acelerado proceso de industrialización y desarrollo económico. Son notorias la diferencias enre las estrategias de gobernar el mercado respecto de aquellas que, como en la Argentina y otros países de la región, se impusieron a ser gobernados por el mercado.
Y las principales consecuencias de seguir uno u otro rumbo las experimentan los sectores más pobres de la sociedad, como bien nos muestra Chang en este libro. En ese sentido, mientras Corea del Sur crecía, mejoraba el nivel de vida de su población y lograba una equitativa distribución de la riqueza, en Argentina se producía el deterioro más acelerado de toda América Latina en materia de distribución del ingreso.
Más aún, a comienzos de la década de 1970 el producto por habitante de la Argentina era cuatro veces más elevado que el de Corea del Sur. A partir de entonces el contraste es notorio: el producto por habitante de la Argentina se estanca gracias a las recetas neoliberales y los experimentos monetaristas que se inician en 1976 mientras que el de Corea prosigue su marcha ascendente. En 1989, Corea alcanzó el mismo nivel de producto por habitante de la Argentina y en la actualidad lo supera en casi el 60%.
Para emprender ese camino es últil aprender de las buenas experiencias. No para intentar extrapolar ingenuamente los senderos emprendidos pero sí para tomar marcos conceptuales de suma utilidad. Ejemplo de ello es la clara vocación estatal en el apoyo al proceso de industrialización y la implementación de metas de política con fuertes incentivos, pero también con importanes penalidades para quienes no cumplan con objetivos de crecimiento de la producción, el empleo, las exportaciones y la incorporación de prácticas innovativas.
Ha-Joon Chang nos vuelve a mostrar que es posible pensar la economía desde un lugar muy distinto al que lo hacen los economistas neoclásicos. Esta obra es un aporte a profesionales, investigadores y estudiantes. Y también para quienes, desde distintos sectores de la sociedad civil, trabajan y sueñan con una sociedad más justa”.
(c) Hernán Díaz


más datos de Ha-Joon Chan en:
es.wikipedia.org/wiki/Ha-Joon_Chang

Cuentos de crimen y misterio - compilación



Cuentos de crimen y misterio
Selección, traducción, introducción y notas: Miguel Vedda
Cuentos de:

August Gottlieb Meißner, Christian Heinrich Spieß, Heinrich von Kleist, Jodocus Donatus Hubertus Temme, Friedrich Halm

Editorial Biblos (de la Alemania) y Universidad Nacional de San Martín

(Buenos Aires)Hernán Díaz

La Universidad Nacional de San Martín en coedición con la editorial Biblos editó el libro “Cuentos de crimen y misterio” una compilación de cuentos de:

August Gottlieb Meißner, Christian Heinrich Spieß, Heinrich von Kleist, Jodocus Donatus Hubertus Temme, Friedrich Halm

La selección, traducción, introducción y notas son de Miguel Vedda – Profesor titular de Literatura alemana (Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires) e investigador del Conicet.

En la introducción Miguel Vedda realiza una caracterización de la narrativa policial alemana.

“La narración de crimen y misterio constituye la modalidad específica que adoptó en los países de lengua alemana, ya desde mediados del siglo XVIII, el género policial. En los aficionados a este género, la postulación de una variedad alemana del policial provocará quizás extrañeza, y ello no sólo por el desconocimiento que en general existe acerca de autores como Meißner, Feurbach o Temme: la imagen que poseemos acerca de los orígenes del género se encuentra a tal punto signada por el modelo policial clásico – y sobre todo, el anglosajón-, que puede parecer insólita la simple alusión a una tradición diversa. Lo llamativo es que la ausencia de un término de comparación apropiado ha hecho que la propia forma clásica fuera entendida a menudo en forma distorsionada. De ahí que pueda resultar provechoso tratar de comprender cabalmente tal forma, con vistas a describir luego, por constraste, la especificidad del policial alemán. Para comenzar a resolver este problema, convendría detenerse en una cuestión que ha dado lugar a reiteradas discusiones: la afinidad entre narración policial y democracia. Se ha llamado la atención sobre el hecho de que los totalitarismos del siglo XX mostraron escasa simpatía por el género, o han intervenido aun activamente para censurarlo; Karl Anders afirmó que “la novela policial y su detective sólo son posibles en un mundo que no está sometido a la omnipotencia del Estado, de la Gestapo o del Comisariado Interior para Asuntos Internos. En un Estado policial, un Sherlock Holmes es impensable, aun como personaje literario”. Más precisa y polémica es la posición defendida en su estudio (ya clásico) sobre el policial, Asesinato por placer, por Howard Haycraft. Según éste, el género detectivesco únicamente podría florecer en una sociedad en la cual las simpatías del público lector están dirigidas hacia la ley y el orden, y se hallan en contra del criminal que procura eludir la justicia.
Tanto la detección como el cuento de detectives, pues, progresarían en la misma proporción en que lo hacen “la tradición democrática y la decencia esencial de las naciones; cuanto más se aproximen los gobiernos al gangsterismo legalizado y a la conducción a través de la fuerza, menos verosímil será que encontremos una investigación criminal consciente o algún corpus de literatura detectivesca competente…”.

En esta compilación se reúnen algunas de las obras más representativas del género, en un arco temporal que se extiende desde finales del siglo XVIII a mediados del XIX.
© Hernán Díaz – Archivos del Sur

lunes, 10 de agosto de 2009

Calle de las tiendas oscuras - Patrick Modiano



Calle de las tiendas oscuras
Patrick Modiano
Editorial Anagrama


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Un narrador en primera persona y una agencia de detectives. Así empieza esta novela de Patrick Modiano que ganó el Premio Goncourt en 1978.
El lugar es una agencia de policía privada fundada en 1947 y el objetivo era proporcionar a los clientes “informaciones mundanas”. Guy Roland es un hombre sin pasado, no tiene memoria ni siquiera su nombre es el real. Trabajó durante ocho años en la agencia del barón Constantin von Hutte. En esta novela de misterio el narrador busca en su pasado la identidad perdida.
La narración se detiene a veces en los detalles, profundiza en un tema complejo, difícil como es la búsqueda de la identidad en el pasado. En determinado momento el narrador se pregunta: ¿qué había en común entre ese anciano exhausto a quien veía alejarse en la oscuridad de la noche, con aquel abrigo raído y aquella cartera negra abultada y el jugador de tenis de antaño, el apuesto y rubio barón báltico Constantin von Hutte?
Lo que une el pasado y el presente no está tan claro, queda en suspenso y el lector deberá contestar muchas preguntas. Una lectura activa y comprometida para descifrar lo que este narrador quiere decir.
Guy Roland tiene que reconstruir un rompecabezas cuyas piezas están dispersas más allá de París, desde Bora Bora, pasando por Nueva York, Vichy o Roma y cuyos testigos habitan un París que muestra las heridas de su historia reciente.
Se trata de una novela que además de tener una trama policial aborda el tema de la fragilidad de la memoria y lo que ello implica para la reconstrucción de la identidad. El período de la Ocupación en Francia, tabú en la historia francesa, es exorcizado por primera vez por este novelista singular, autor de En el café de la juventud perdida.

Patrick Modiano (Boulogne, Billancourt, 1945) está considerado como uno de los mejores escritores franceses vivos y ha recibido en 1984 el Premio de la la Fundación Pierre de Mónaco por el conjunto de su obra. En castellano, entre otras, también se han publicado Domingos de agosto, Viaje de novios, El rincón de los niños, Las desconocidas, Dora Bruder y Joyita. Este gran autor, de una extremada sensibilidad, describe en sus ficciones la búsqueda de la propia identidad, que oscila entre el recuerdo desgarrador y la tentación de la amnesia benéfica.

(c) Araceli Otamendi

¿Existe la suerte? - Nassim Nicholas Taleb



¿Existe la suerte?
Las trampas del azar
Nassim Nicholas Taleb
Editorial Paidós


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

¿Existe la suerte? Libro de Nassim Nicholas Taleb autor además de El cisne negro aborda el complejo tema del azar: las reglas de la lógica de la suerte, la incertidumbre y la probabilidad. Taleb es un matemático empírico y analista del comportamiento económico de los seres humanos. En la actualidad es profesor de Ciencias de la Incertidumbre en la Universidad de Massachussetts, en Amherst. Autor además de El cisne negro. El Impacto altamente improbable que se ha convertido en un best-seller internacional y que también fue publicado por la editorial Paidós.
Dice el autor:

“…Este libro es la síntesis de, por un lado, un profesional de la incertidumbre que no admite los sinsentidos y que se ha pasado su vida profesional intentando resistirse a ser engañado por el azar y a controlar las emociones relacionadas con los resultados probabilistas y, por el otro, un ser humano obsesionado con la estética, amante de la literatura, que quiere ser engañado por cualquier tipo de sinsentido pulido, refinado, original y de buen gusto. Soy incapaz de evitar ser engañado por el azar; lo que puedo hacer es confinarlo a aquellas áreas que me aportan cierto tipo de gratificación estética.
Es algo meramente intuitivo; es un ensayo personal que fundamentalmente analiza las reflexiones, luchas y observaciones del autor relacionadas con la práctica de asumir riesgos, no es exactamente un tratado y, sin duda, Dios no lo quiera, un informe científico. Se ha redactado por mero divertimento y pretende ser leído (fundamentalmente para obtener placer y que se lea con placer). Se ha escrito mucho durante la última década sobre nuestros sesgos (adquiridos o genéticos) a la hora de tratar el azar…”.

En cuanto a la Inseguridad y probabilidad, Taleb afirma:

“Creo que el principal activo que debo proteger y cultivar es mi profundamente arraigada inseguridad intelectual. Mi lema es: “Mi actividad principal consiste en tomar el pelo a aquellos que se toman a sí mismos y a la calidad de su conocimiento demasiado en serio”. Puede que parezca un objetivo extraño, el fomentar esta inseguridad en vez de la confianza intelectual, y es un objetivo que no resulta fácil seguir. Para lograrlo debemos purgar nuestras mentes de la reciente tradición de las certidumbres intelectuales. Un lector convertido en amigo epistolar me hizo volver a descubrir al ensayista e introspector profesional francés del siglo XVI Montaigne. Quedé absorto por las implicaciones de las diferencias entre Montaigne y Descartes, y cómo nos hemos extraviado por seguir la búsqueda de las certidumbres de Descartes. Sin duda hemos cerrado nuestra mente al seguir el modelo de pensamiento formal de Descartes en vez de la marca del juicio vago e informal (pero crítico) de Montaigne. Medio milenio más tarde el gravamente introspectivo e inseguro Montaigne se yergue como un modelo a seguir para el pensador moderno…”-

La lectura del libro es amena. Naleb ha escrito un libro necesario, inteligente y además entretenido para pensar en esta época acerca de la injerencia de la suerte y el azar en el curso de los negocios y de la vida misma.

© Araceli Otamendi – Archivos del Sur

sábado, 8 de agosto de 2009

Para vivir un gran amor - Vinicius de Moraes


(Buenos Aires)

Ediciones de la Flor reeditó recientemente el libro de Vinicius de Moraes "Para vivir un gran amor". Esta colección de crónicas, aunque mezcladas con poemas circunstanciales, es el primer libro en prosa del autor.
A quienes lo recuerdan en Buenos Aires cantando, casi siempre con un vaso de whisky en la mano, acompañado por Dory Caymmi, María Creuza, Toquinho, podrán escuchar la voz de Vinicius al leer estas páginas.
Vinicius de Moraes fue diplomático de carrera. También escribió la célebre obra "Orfeo de la concepción" llevada luego al cine por Marcel Camus con el título de "Orfeo negro" y  premiada en Cannes  obtuvo además el Oscar a la mejor película extranjera.
Para vivir un gran amor - título de una de las crónicas publicados en el libro - se publicó por primera vez en 1968 en castellano editado por De la Flor. Ha sido reeditado decenas de veces en las cuatro décadas posteriores. Los poemas, en la estupenda versión de Mario Trejo - elogiada superlativamente por el autor - devinieron clásicos y se siguen citando, a veces sin mencionarlo. Y las tiernas y divertidas crónicas, traducidas por René Palacios More, conservan la frescura de lo recién escrito.

"Para vivir un gran amor se necesita mucha concentración y mucho tino, mucha seriedad y poca risa - para vivir un gran amor...".

El inolvidable Vinicius siempre con la magia de sus palabras y su fuerza poética sigue deleitándonos al leerlo.

(c) Araceli Otamendi