domingo, 30 de septiembre de 2012

Pedagogía de la indignación - Paulo Freire



Pedagogía de la indignación
cartas pedagógicas en un mundo
revuelto


Paulo Freire

Siglo Veintiuno Editores



(Buenos Aires)



Pedagogía de la indignación - Cartas pedagógicas en un mundo revuelto reúne los últimos escritos del pedagogo brasileño Paulo Freire, quien los estaba escribiendo cuando se murió el 2 de mayo de 1997. La presentación del libro está a cargo de Ana María Araújo Freire. Y también se incluye una Carta-prefacio a Paulo Freire por Balduino
A. Andreola.
En la primera carta "Del espíritu de este libro" Paulo Freire dice: "...Vivimos un tiempo de transformaciones cada vez más radicales en los centros urbanos más dinámicos. A los 70 años nos sorprendemos vistiéndonos como no lo habíamos hecho a los 40. Es como si hoy fuéramos más jóvenes que ayer. De ahí que una de las cualidades que necesitamos forjar con más urgencia en estos tiempos que corren - y sin la cual difícilmente podamos, por un lado, estar mínimamente a la altura de nuestro tiempo, y por otro, comprender a los adolescentes y jóvenes - es la capacidad crítica nunca "adormecida" , siempre atenta a la comprensión de lo nuevo. Vale decir, de lo inusitado que, aunque
a veces nos espante e incluso nos incomode, no puede ser considerado, sólo por eso, un desvalor...".
La segunda carta se titula: "Del derecho y del deber de cambiar el mundo". El pedagogo brasileño dice aquí: "...La transformación del mundo necesita tanto del sueño como la indispensable autenticidad de este depende de la lealtad de quien sueña las condiciones históricas, materiales, según el desarrollo tecnológico y científico del contexto del soñador.
Los sueños son proyectos por los cuales se lucha. Su realización se verifica fácilmente, sin obstáculos. Más bien, al contrario, supone avances, retrocesos, marchas a veces demoradas. Implica lucha. A decir verdad, la transformación del mundo a la que aspira el sueño es un  acto político y sería una ingenuidad no reconocer que los sueños tienen sus contra-sueños. El momento del que cada generación forma parte, en tanto momento histórico, revela señales antiguas que involucran comprensiones de la realidad, intereses de grupos, de clases,
preconceptos, y gestaciones de ideologías que vienen perpetuándose en contradicción con aspectos más modernos. Por eso mismo, no existe un hoy sin "presencias", que perduran desde hace mucho, en el clima cultural que caracteriza la actualidad concreta. De ahí la naturaleza contradictoria y procesal de toda realidad...".
Ls tercera carta "Del asesinato de Galdino Jesús dos Santos, indio pataxó". comienza diciendo: " Cinco adolescentes mataron hoy, bárbaramente, a un indio pataxó que dormía apacible en una estación de ómnibus de Brasilia. Dijeron a la policía que estaban divirtiéndose. Qué cosa extraña. Se divertían matando. Prendieron fuego al cuerpo del indio como quien quema una cosa inútil, un trapo que ya no sirve. Para su crueldad y su gusto por la muerte, el indio no era un o
un él. Era eso, esa cosa que está allí. Una especie de sombra inferior en el mundo. Inferior e incómoda, incómoda y ofensiva.
Es posible que durante su infancia esos malvados adolescentes hayan jugado, felices y risueños, a estrangular pollitos, o hayan prendido fuego a la cola de los gatos imperturbables sólo para verlos dar saltos y oír sus maullidos desesperados, y que se divirtieran también desmigajando pimpollos de rosa en los jardines públicos con el mismo desparpajo con que rayaban la madera de los pupitres de su escuela. Y todo ello con la probable complacencia, cuando no con el estímulo irresponsable de
sus padres...".

La segunda parte del libro está dedicada a otros escritos: Descubrimiento de América, Alfabetización y miseria, Desafío de la educación de adultos frente a la nueva reestructuración tecnológica, La alfabetización en televisión, Educación y esperanza, Denuncia, anuncio, profecía, utopía y sueño.
La indignación de la que habla Paulo Freire en este libro está muy lejos de la rabia que se agota en sí misma. Es más bien, una indignación política, que apuesta a la contrucción colectiva y a la esperanza.



Paulo Freire



Es uno de los más destacados pedagogos del siglo XX. Nació en 1921 en Recife, Brasil; fue profesor de escuela, creador de ideas y del llamado “método Paulo Freire”, que se utilizó en Brasil en campañas de alfabetización y le acarreó la persecución ideológica, la prisión después del golpe militar de 1964 y un largo exilio.
Con su revolucionaria metodología introdujo a los analfabetos en la complejidad del conocimiento como primer paso para ensanchar el horizonte del mundo, recuperar la dignidad y construir la esperanza. Sus obras, publicadas en gran parte por Siglo XXI Editores, ofrecen ideas claras y rotundas, sencillas y sugerentes, abiertas a todos los lectores. Recibió el título de Doctor Honoris Causa en veintisiete universidades internacionales, entre numerosos reconocimientos, como el premio UNESCO de Educación para la Paz, en 1986, y el premio Andrés Bello de la Organización de los Estados Americanos, como Educador de los Continentes, en 1992. Murió en San Pablo en 1997.







jueves, 27 de septiembre de 2012

Cambio de época - Maristella Svampa



Cambio de época
Movimientos sociales y poder político

Maristella Svampa
Siglo Veintiuno Editores

(Buenos Aires)

Cambio de época, de Maristella Svampa reúne varios ensayos dedicados a analizar el actual cambio de época; la caracteriza como un espacio donde se entrecruzan tendencias contradictorias, marcadas por líneas de continuidad así como por líneas de ruptura respecto de los moldes de dominación instalados en los años noventa.
Dice Svampa:"...En fin, hace tiempo que las ciencias sociales renunciaron a plantearse ciertas preguntas generales que, en otras épocas, conllevaron fuertes compromisos militantes, así como una innegable sobreideologización del saber producido. Es por ello que la hora actual exige la elaboración de paradigmas comprensibles que vuelvan a considerar el carácter poroso de las fronteras entre saber académico y prácticas politicas y sociales, situándose más allá de las
oposiciones binarias o de las lógicas antagónicas.
En este sentido, este libro plantea esa consigna como horizonte antes que como realización, al tiempo que aspira a llevar a cabo un tipo de lectura e intervención que potencie la multipertenencia y la reflexividad, esto es, el carácter anfibio que hace a nuestra condición de investigadores-intelectuales...".
El libro comienza con una primera parte titulada "Nuevas inflexiones políticas en América Latina", en la cual se aborda qué significa, desde la perspectiva de la autora, hablar de sociología crítica y de compromiso intelectual, cuáles son los peligros y amenazas que se ciernen sobre la nueva situación de transición en nuestra región, por último, cuál es el balance que hoy se puede hacer del gobierno de Néstor Kirchner.
En la segunda parte titulada "Las vías de la movilización social" se incluyen una serie de artículos escritos y publicados entre 2002 y 2008, que tienen la particularidad de seguir mucho más de cerca la dinámica social por medio de la lectura de ciertas experiencias que, sin duda, han dejado una marca en nuestra sociedad: desde las asambleas barriales, las organizaciones piqueteras, los ahorristas estafados, hasta Cromañón. Se trata de escritos perfectamente datados, ligados a coyunturas específicas aunque no por ello menos pertinentes para acceder a algunas de las claves de la historia reciente.

Maristella Svampa

Es licenciada en Filosofía por la Universidad Nacional de Córdoba y Doctora en Sociología por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS) de París. Es profesora asociada de la Universidad Nacional de General Sarmiento e investigadora independiente del Conicet. En 2006 recibió la Guggenheim Fellowship y el premio Kónex al mérito en sociología.





lunes, 17 de septiembre de 2012

Cuentos breves de Gabriela Aguilera



Cuentos breves de Gabriela Aguilera


Libros:

Fragmentos de espejos

En la garganta


(Buenos Aires)



La escritora chilena Gabriela Aguilera quien cultiva consecuentemente el género negro, presenta en dos libros publicados por la editorial Asterión (Chile) varios cuentos breves. Fragmentos de espejos reúne microcuentos y el libro está compuesto por tres partes: Espejos, Fragmentos y Signos ocultos. Hay historias de matrimonios desavenidos y destrozados, separaciones, amores reencontrados,
donde el poder y el amor no pueden jamás conciliarse. En estos Fragmentos de espejos, los lectores podrán mirarse y tal vez se podrán ver reflejados en alguno o en muchos aspectos. La guerra de los sexos aparece en estas narraciones , donde los personajes mujeres muchas veces víctimas de situaciones de opresión y violencia, revierten la situación en la historia, con una mirada de género.
Con la rapidez que proponía Italo Calvino en "Seis propuestas para el próximo milenio", los cuentos de Gabriela Aguilera se transforman en "caballos", metáfora del escritor italiano, cuentos como medios de transporte con andadura propia, trote o galope, según el itinerario a seguir, la velocidad es mental.
Hay un trasfondo en algunos cuentos, de la última dictadura militar sufrida en Chile, como por ejemplo en "Estado de sitio", donde el hombre vuelve a la casa y se reencuentra con la mujer antes del toque de queda. Y también en "Separación forzada" cuando una mujer recuerda al  hombre ausente, llevando "una foto en blanco y negro" colgada del pecho:"...permaneces para siempre perdido en la noche de los perros sueltos cuando Santiago era una ciudad ocupada...". Es este cuento cuando la protagonista narra en primera persona y dice:"...Y yo soy  sólo un fragmento de espejo flotando en aguas solas".
El otro libro, En la garganta, de Gabriela Aguilera reúne también cuentos breves del género negro, que no dan respiro al lector. Tacos aguja, el primero de los cuentos, habla del hartazgo de una mujer y de  la violencia que se suscita entre ella y  un hombre, situación que no es original, sino que se va repitiendo. En el cuento "En eso otro que araña por dentro" son los celos de la protagonista por la mujer de un amigo del marido, a quien éste y otros hombres festejan lo que dispara la violencia hasta el límite. Los personajes de estos cuentos son tironeados, aguijoneados por sus pasiones tristes. El odio los motoriza.
"Calle 5" es un cuento que transcurre en la cárcel, donde una periodista va a entrevistar para la televisión a tres hombres presos. La realidad del encierro en la prisión irrumpe en esta historia, a pesar del deseo de la protagonista de mostrarse audaz pero no de ir al fondo de la cuestión.
En estos dos libros Gabriela Aguilera muestra un gran talento para narrar y para resolver de una manera contundente las situaciones que se  presentan en los cuentos. La lectura se hace en forma rápida y los cuentos van llevando de uno a otro, se leen casi sin aliento. Condición necesaria para  la literatura en los tiempos que corren y que señalara el escritor italiano Ítalo Calvino:" la literatura deberá apuntar a la máxima concentracion de la poesía y del pensamiento".

Gabriela Aguilera
Es escritora, narradora y antropóloga, formada en estudios mexicanos por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Es profesora suplente en los cursos de la escritora Pía Barros, miembro del comité editorial de Asterión Ediciones y actual Presidente de la Corporación de Letras de Chile. Publicó tres libros de cuentos y tres de microcuentos, y también en antologías de Cuba, Argentina, Estados Unidos, Venezuela y España. Su publicación más reciente es la novela Saint Michel.





lunes, 3 de septiembre de 2012

Nunca fuimos modernos - Bruno Latour


Nunca fuimos modernos
ensayos de antropología simétrica
Bruno Latour
Siglo Veintiuno Editores
(Buenos Aires)

En este ensayo Bruno Latour plantea que la modernidad nunca comenzó, nunca hubo un mundo moderno. "El uso del pretérito", dice, "es aquí de importancia, porque se trata de un sentimiento retrospectivo, de una relectura de nuestra historia. No entramos en una nueva era; no continuamos ya la fuga extraviada de los pos-pos-posmodenistas; no nos ponemos ya a la vanguardia de la vanguardia; no tratamos de ser todavía más listos, todavía más críticos, de ahondar todavía un poco más la era de la sospecha. No, nos percatamos de que nunca empezamos a entrar en la era moderna. Caracterizo esa actitud retrospectiva que despliega en vez de develar, que agrega en vez de sustraer, que fraterniza en vez de denunciar, que selecciona en vez de indignarse, como la expresión no moderna (o amoderna).
Es no moderno aquel que considera a la vez que la Constitución de los modernos y los asentamientos de híbridos que ella niega...". "...De igual modo, la Constitución moderna existe y actúa realmente en la historia, pero no define lo que nos ocurrió. La modernidad sigue esperando a su Tocqueville mientras las revoluciones científicas a su Francois Furet...".
Contaminación de los ríos, embriones congelados, virus del sida, agujero de ozono, robots… ¿Cómo comprender estos “objetos” extraños que invaden nuestro mundo? ¿Proceden de la naturaleza o de la cultura? Hasta aquí, las cosas eran simples: para los científicos, la gestión de la naturaleza; para los políticos, la de la sociedad. Pero esta división tradicional del trabajo no puede explicar la proliferación de híbridos. De allí el sentimiento de pavor que generan y que los filósofos contemporáneos no consiguen disipar.
¿Y si hubiéramos tomado el camino errado? De hecho, nuestra sociedad moderna nunca funcionó de acuerdo a la gran división que sustenta su sistema de representación del mundo: la que opone radicalmente la naturaleza a la cultura. En la práctica, los modernos no dejaron de crear objetos híbridos, que proceden tanto de la una como de la otra y que se niegan a pensar. Nunca fuimos verdaderamente modernos. Y es este paradigma fundador el que es preciso cuestionar hoy para comprender nuestro mundo.

La crisis de la crítica

"Los críticos desarrollaron tres repertorios distintos para hablar de nuestro mundo: la naturalización, la socialización, la deconstrucción. Para no andar con rodeos y con un poco de injusticia, digamos Changeaux, Bourdieu, Derrida. Cuando el primero habla de hechos naturalizados, no existe ya ni sociedad ni sujeto ni forma del discurso.
Cuando el segundo habla de poder sociologizado, no hay ya ni ciencia ni técnica ni texto ni contenido. Cuando el tercero habla de efectos de verdad, creer en la existencia real de las neuronas del cerebro o de los juegos de poder sería hacer gala de una gran ingenuidad. Cada una de estas formas de crítica es poderosa en sí misma pero imposible de combinar con las otras. ¿Pueden imaginarse por un momento un estudio que haría del agujero de ozono algo naturalizado, sociologizado y deconstruido? La naturaleza de los hechos estaría absolutamente establecida, serían previsibles las estrategias de poder, pero
¿no se trataría sino de efectos de sentido que proyectan la pobre ilusión de una naturaleza y un locutor? Un patchwork semejante sería algo grotesco. Nuestra vida intelectual sigue siendo reconocible mientras los epistemólogos, los sociólogos y los deconstruccionistas permanezcan a distancia conveniente, nutriendo sus críticas con la debilidad de los otros abordajes. Desarrollen las ciencias, desplieguen los juegos de poder, desprecien la creencia en una realidad, pero no mezclen esos tres ácidos cáusticos.
Sin embargo, una de dos: o bien las redes que hemos desplegado no existen realmente, y los críticos tienen buenas razones para marginar los estudios sobre la ciencia o trocearlos en tres conjuntos distintos - hechos, poder, discurso - ; o bien las redes son tal y como las
hemos descrito y atraviesan las fronteras de los grandes feudos de la crítica, y no son ni objetivas ni sociales ni efectos de discurso, al tiempo que son reales, colectivas y discursivas.
O bien nosotros, los portadores de malas nuevas, debemos desaparecer, o bien la crítica debe entrar en crisis a causa de esas redes sobre las que se rompe los dientes. Los hechos científicos están construidos pero no pueden reducirse a lo social porque éste se puebla de objetos movilizados para construirlo. El agente de esta doble construcción captura tan mal como le es posible. El agujero de ozono es demasiado social y demasiado narrado para ser realmente natural la estrategia de las firmas y de los jefes de Estado, demasiado llena de reacciones químicas para ser reducida al poder y al interés; el discurso de la ecosfera demasiado real y demasiado social para reducirse a efectos de sentido. ¿Es nuestra culpa si las redes son a la vez reales como la naturaleza, narradas como el discurso, colectivas como la sociedad? ¿Debemos seguir abandonándolas a los recursos de la crítica, o abandonarlas adhiriéndonos al sentido común de la tripartición crítica? Nuestras pobres redes son como los kurdos apropiados por los iraníes, los iraquíes y los turcos que, caída la noche, atraviesan las fronteras, se casan entre ellos y sueñan con una patria común extraída de los tres países que los demembran...".

Traducida a más de veinte lenguas, Nunca fuimos modernos  renovó profundamente los debates en la antropología en tanto modificó por completo la división entre naturaleza en singular y culturas en plural. Al ofrecer una alternativa al postmodernismo, Bruno Latour abrió nuevos campos de investigación y brindó a la ecología posibilidades políticas inéditas.



Bruno Latour
Es profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de París. Estudioso de las conexiones entre sociología, historia y economía de las técnicas, ha dedicado numerosos trabajos a la innovación técnica y sus dinámicas, la gestión de la investigación, la cultura científica y la filosofía del medio ambiente. Ha publicado, entre otras obras, La vida en el laboratorio. La construcción de los hechos científicos; La esperanza de Pandora. Ensayos sobre la realidad de los estudios de la ciencia; Re-ensamblar lo social. Una introducción a la teoría del actor-red; y Cogitamus. Seis cartas sobre las humanidades científicas.














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