domingo, 21 de febrero de 2010

La Pampa - Mónica Gloria Hoss de le Comte


La Pampa
Mónica Gloria Hoss de le Comte
Maizal Ediciones


(Buenos Aires)

Con preciosas ilustraciones, Maizal Ediciones editó el libro “La Pampa”.“Pampa, palabra de origen quechua quiere decir suelo llano, sin  árboles,es el nombre de la gran llanura argentina, una de las llanuras  más fértilesy extensas del mundo: un mar de tierra sin fin y al decir de  Jorge Luis Borges el único lugar de la tierra donde puede caminar Dios a  sus anchas”.“Con razón, los antiguos quichuas llamaron estas llanuras con una palabra que significa espacioso, la tierra, el cielo, la ondulante
inmensidad de los pastos, las enormes manadas de caballos y ganados; los  extraños juegos de luz; las tempestades furiosas y enceguecedoras, y por sobre  todo, el sentimiento de libertad de  los hombres, cara a cara con la naturaleza, bajo aquellos cielos del sur.”
(Cunninghame Gram., Esbozos de Sudamérica).

Naturaleza

“…En todas partes soplaba un viento incesante, estremeciendo y rizando las yerbas ondulantes. Esmaltaban las incontables manadas de ganado, en la cima de las lomas y en los declives de las cuchillas, veíanse bandadas de ñandúes (la alegría del desierto, según el decir de los gauchos) y grandes manadas de ciervos de un amarillo pálido, contemplando a los viajeros, que a lo lejos, pasaban al galope…”.

Siembra de trigo

“…Juan de Garay fue el responsable de la primera siembra de trigo en la Provincia de Buenos Aires. El reparto de tierras cercanas al lugar de la fundación entre sus compañeros, facilitó su labranza pero en esos primeros años, el gobierno se ocupó de la siembra de trigo, de su recolección y de la elaboración de harina para hacer pan…”.

Entre varios temas el libro contiene:
Los conquistadores, Vaquerías, el indígena, la naturaleza, siembra de trigo, los animales, asado y mate, el gaucho, las casas en la pampa, religión y supersticiones, los molinos, el clima, los pintores en la pampa.


(c) Archivos del Sur

sábado, 13 de febrero de 2010

John Lennon - Philip Norman



John Lennon
Philip Norman
Traducción:Fernando González Corugedo
Editorial Anagrama

(Buenos Aires)

Philip Norman (Londres, 1943) contemporáneo de los Beatles, publicó antes el libro ¡Gritad! considerada la biografía del famoso grupo que revolucionó la música del siglo XX. La editorial Anagrama ha publicado ahora un completísimo libro dedicado a John Lennon. En principio, Yoko Ono, la viuda de Lennon, estuvo de acuerdo en que Norman escribiera una biografía de John aunque puso reparos en designarla como “biografía autorizada”. Después de leer el original, Yoko consideró que el autor “había sido mezquino con John”:

“En septiembre de 2003 le sugerí a Yoko Ono, viuda de John Lennon que podría convertirme en biógrafo de su marido. Me sentía perfectamente capacitado para esa tarea: mi libro (¡Gritad! ¡¡Beatles !! La verdadera historia del legendario grupo) estaba considerado la obra definitiva sobre la banda, y había conocido personalmente a Yoko ya en 1981, cuando me invitó al Dakota cinco meses justos después del asesinato de John. Desde entonces, sorprendentemente, sólo se habían hecho dos biografías de envergadura del hombre y su música, ambas publicadas en los ochenta, y ninguna de ellas le hacía justicia. Lennon, de Ray Coleman, era un intento honroso, pero en ningún momento hacía vivir a John en sus páginas, y Las vidas de John Lennon de Albert Goldman quiere ser malévolo pero es de una ignorancia risible y puede desecharse en su totalidad.
Yoko aceptó mi sugerencia con la salvedad de que no se calificase de biografía “autorizada”. Durante los tres años siguientes me concedió una serie de entrevistas en Nueva York y Londres en las que habló con una sinceridad y una pasión extraordinarias sobre la vida que compartieron John y ella. Me facilitó también poder hablar con otras personas próximas a John, en particular su hijo Sean y su hija Kyoko. La otra única condición fue poder leer el original para comprobar la exactitud de los datos. Supuse que aprobaría lo que yo hubiera escrito porque participaba del mismo espíritu de ¡Gritad!: hablaba con franqueza de muchos defectos de John, pero lo pintaba como alguien con una enorme influencia en la cultura del siglo XX y en el fondo un ser humano adorable. Parte de mi misión era también corregir algunos de los mitos sobre la propia Yoko, mitos que después de tantos años seguían haciendo de ella una figura odiosa y ridícula para muchos. Me quedé pasmado, por tanto, cuando a finales de 2007 me dijo que estaba disgustada por el libro y que no lo respaldaría. Alegaba múltiples razones, pero la principal era que había sido “mezquino con John”. Confío en que con el tiempo revise ese juicio, pues no creo que ningún otro lector lo comparta…”.

El libro contempla la vida de John Lennon desde el origen de su familia – John tenía un abuelo paterno del mismo nombre que era músico -, su juventud de estudiante en el Colegio de Artes de  Liverpool, los inicios en la música de rock en conjuntos musicales que fueron cambiando el nombre y sin baterista hasta que consiguió a Ringo Starr y pasaron a llamarse The Beatles. El nombre original era The Beatals, que no funcionaba hasta que el joven poeta Royston Ellis le  sugirió a John el nombre “Beatles” para jugar a la vez con la poesía beat y la música beat.
También se considera el romance con Cynthia, la primera mujer de Lennon y la tía de John, Mimi, con quien el músico estuvo en contacto a la distancia hasta su infortunada muerte.
John Lennon fue asesinado en Nueva York por Marc David Chapman el 8 de diciembre de 1980 cuando estaba por entrar al Edificio Dakota donde vivía. Chapman era un fanático de los Beatles y Lennon le había firmado ya un autógrafo como a otros fans que lo esperaban en la entrada del edificio donde vivía.
“…John nunca supo su nombre, naturalmente, no se conocería hasta después de haber quedado grabado en la mente de todo el mundo al lado de Lee Harvey Oswald y John Wilkes Booth…”.

Además de haberse mudado al célebre Edificio Dakota, donde vivía con Yoko Ono y su hijo Sean a quien el músico le dedicaba casi todo su tiemo, los Lennon consultaban constantemente a videntes y numerólogos, hasta para dar entrevistas. Muchas veces John se iba de viaje al otro lado del mundo, porque uno de esos videntes lo había aconsejado:

“…Para quienes dan valor a este tipo de cosas, el gran interrogante es por qué el numerólogo que estaba permanentemente en guardia calculando los peligros que corría John no le mandó irse en ese mismo momento a hacer un viaje al extremo más alejado del mundo, y por qué ninguno de los videntes a sueldo de Yoko supo predecir lo que estaba a punto de suceder. Más tarde, ésta se daría cuenta de que en las semanas anteriores había recibido dos advertencias distintas, ambas igualmente oblicuas y ambiguas. “Hubo una vidente que me dijo: “Va a haber una  mujer y veo que llora como una loca. Creo que es tu hermana porque se parece mucho a ti, con el pelo muy largo, y está pasando por una situación terrible y tiene un hijo pequeño y lo tiene abrazado y va a quedar destrozada por algo. Probablemente sea tu hermana, así que es mejor que seas amable con ella y la consueles.”. Y yo le dije: “Tengo una hermana pero no tiene el pelo largo y tampoco tiene un niño.” Pero resulta que de quien estaba hablando era de mi…”.

John Lennon, dueño de un humor sarcástico en su juventud, se había convertido en un hombre tierno que cuidaba a su hijo Sean mientras Yoko Ono se dedicaba a administrar la fortuna y las inversiones.

También en el libro, queda constancia de la admiración de Lennon hacia
el “Rey” Elvis Presley, a quien fue a visitar junto con los demás Beatles en su casa:

“…Presley los recibió sentado en un sofá, viendo la televisión con el sonido quitado – exactamente como siempre hacía John – y punteando bajito una guitarra baja enchufada a un amplificador. La emoción de los Beatles fue tal que sólo se fijaron en detalles sueltos de aquel Versalles moderno: la camisa rojo brillante del Rey, un jukebox en que sonaba “Mohair Sam”  de Charlie Rich, y el hecho de que Elvis no tuviese que levantarse y ni siquiera inclinarse hacia delante para ajustar el aparato de televisión, sino que tenía un revolucionario artefacto portátil que le permitía hacerlo sin moverse de su trono…”.

“…Posteriormente, se discutieron planes para que Elvis devolviese el cumplido y visitara a los Beatles en su retiro de Benedit Canyon. Pero nunca llegó a ocurrir, aun cuando una avanzadilla de los mafiosos de Memphis fuese a comprobar la casa por si acaso. Mientras lo hacían, John le pidió a uno de ellos, Jerry Schilling, que transmitiese un mensaje más de simpatía: “Dile (a Elvis) que si no hubiera sido por él, yo no hubiera sido nada…”.

Antes de su muerte, John tenía entre sus planes volver a Inglaterra. Quería hacerlo como sueñan volver a su lugar natal los triunfadores que han salido de un pequeño pueblo, de un suburbio, a lo grande. Su tía Mimi, lo atestiguó:

“…John quería volver a casa en el Queen Elizabet II (“…) Quería subir navegando por el Mersey. Hacia el final tenía mucha nostalgia de su país…”.

“Double Fantasy”, el disco que grabó con Yoko Ono, se había lanzado poco antes de que John fuera asesinado. Para la promoción del disco, la fotógrafa Annie Leibovitz que había llegado junto con el redactor de la revista Rolling Stone a entrevistar a John, “persuadió a John y a Yoko de que representaran una parodia del concepto popular de su relación; ella se tumbó en el suelo completamente vestida mientras él se abrazaba a ella desnudo y vulnerable, como un mono lactante a su madre…”.

“John Lennon” , el libro de Philip Norman derriba mitos acerca del músico y compositor y también ayuda a entender una época, una de las épocas más rebeldes del siglo XX , la que marcó el primer gran capítulo del protagonismo mundial de los jóvenes.


Philip Norman (Londres, 1943), contemporáneo de los Beatles, publicó ¡Gritad! en 1981, sin discusión la biografía definitiva de los Beatles. Ha escrito también, entre otros libros, biografías de los Rolling Stones, Elton John y Buddy Holly.

Sitios web relacionados:



bibliografía: Sergio A.  Pujol, La década rebelde – Los años 60 en la Argentina, Editorial Emecé 

(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur

miércoles, 10 de febrero de 2010

El dictador, los demonios y otras crónicas - Jon Lee Anderson



El dictador, los demonios y otras crónicas
John Lee Anderson
Editorial Anagrama

(Buenos Aires)

Con un prólogo del escritor mexicano Juan Villoro se reúnen en “El dictador, los demonios y otras crónicas” los reportajes de Jon Lee Anderson publicados en la revista The New Yorker y compilados expresamente para Anagrama.
Anderson también publicó en Anagrama la biografía del Che Guevara con el título  “Che Guevara. Una vida revolucionaria” y “La caída de Bagdad” y ahora  presenta en estos reportajes a distintos protagonistas del quehacer político y cultural de Latinoamérica y de España.
Así desfilan el rey Juan Carlos, el dictador Augusto Pinochet, Hugo Chávez, Fidel Castro, Gabriel García Márquez,la puja por  los restos de Federico García Lorca, Euskadi y el problema de la autonomía vasca, las favelas de Río de Janeiro y sus jefes, Panamá y la disputa por el poder político y el canal.
Si bien todos los reportajes abordan en profundidad tanto a los personajes protagonistas como a las circunstancias y entorno donde se mueven y ejercen poder creo que los más notables son los que tienen como protagonistas a Gabriel García Márquez y al presidente de Venezuela Hugo Chávez.
En “El poder de García Márquez” – publicado en 1999 en The New Yorker -el escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura es abordado por Jon Lee Anderson en todas sus facetas: el escritor, el personaje público amigo de Fidel Castro y otros hombres con poder, los hermanos de García Márquez, su mujer Mercedes y también las historias que dieron origen a sus más famosos libros, como la de “El amor y otros demonios”.
El  lugar que Anderson describe como un actual hotel de diseño de una conocida cadena francesa   fue construido como convento en el año 1617. Ese convento tiene un papel destacado en “El amor y otros demonios”, una novela corta del escritor colombiano publicada en 1994: “El autor explica en el prefacio que, en 1949, cuando era un joven periodista afincado en Cartagena, le encargaron que informase del desalojo de las criptas del convento. “Su preciosa capilla estaba casi a la intemperie por el derrumbe paulatino del tejado, pero en sus criptas permanecían enterradas tres generaciones de obispos y abadesas y otros personajes eminentes”. En un nicho del altar mayor, los obreros encontraron el cráneo de una joven con “una cabellera viva de un color cobre intenso” que “medía veintidós metros con once centímetros”. El “maestro de obra” le explicó que no era raro, porque el cráneo tenía doscientos años, pero a García Márquez no le “pareció tan trivial, porque mi abuela me contaba de niño la leyenda de una marquesita de doce años cuya cabellera le arrastraba como una cola de novia, que había muerto del mal de rabia por el mordisco de un perro, y era venerada en los pueblos del Caribe por sus muchos milagros. La idea de que esa tumba pudiera ser la suya fue mi noticia del día, y el origen de este libro…”.

Leyendo esta crónica se comprueba que en las obras de Gabo no es tanto lo que el escritor ha inventado sino lo que ha sabido observar con detenimiento  y contar con maestría de su país natal. 
En otro de los reportajes, “El revolucionario” dedicado al líder venezolano Hugo Chávez, y publicado en The New Yorker en 2001,   Anderson dice:

“…Pocos dirigentes latinoamericanos modernos han adoptado una actitud tan provocativa como Hugo Chávez ni han tenido visiones de futuro tan grandiosas. Sus votantes más fieles son los pobres, que representan el ochenta por ciento de los veinticuatro millones de habitantes que tiene Venezuela…”.

Jon Lee Anderson viajó varias veces con Hugo Chávez, conoció a sus padres, a su mujer y a sus hijos y a sus hermanos.
Uno de los rasgos que pintan a Chávez, relatados por Anderson, es haberse negado a disparar contra el pueblo:
En febrero de  1989,  el presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez accedió a aplicar un programa de reforma económica, a instancias del FMI. La subida de tarifas de los autobuses estuvo entre sus primeros efectos. Estallaron disturbios, Pérez sacó al ejército a las calles y el Ejército disparó contra los saqueadores.
Yo era entonces un simple soldado – me dijo Chávez bajo el mango de La Casona -. Nada más que un soldado, con un buen futuro, y todo iba bien, pero entonces tuve que preguntarme: “¿Qué hago yo con este fusil?” ¿Hacia dónde apunto?” Fue una terrible crisis de conciencia. El huracán se ha desatado, ¿qué hago yo ahora? ¿Tiro el fusil al suelo y echo a correr, y dejo de ser soldado, o apunto a esos infelices campesinos?¿O apunto a los que han llevado al pueblo a esta situación? Mis compañeros y yo seguimos el ejemplo de Bolívar, que dijo: “Maldito sea el soldado que vuelva las armas contra su pueblo…”.

El Hugo Chávez presentado en este reportaje es un hombre hiperactivo, que bebe mucho café, duerme tres horas, recibe cartas, conduce un programa de televisión, cita a Simón Bolívar en su retórica y en forma literal y se comporta como un político en campaña en forma continua.
Anderson también conoció la habitación donde Chávez estuvo prisionero cuando se rindió en 1992. Desde ahí convenció a los mandos militares que lo dejaran hablar por televisión a sus compañeros, para que depusieran las armas y evitar un baño de sangre.
Bendecido por una oratoria como tienen pocos líderes, Chávez dijo que las frases le habían salido espontáneamente de la boca.

“El dictador, los demonios y otras crónicas” es en síntesis un libro fascinante, que debería leerse para conocer a los grandes protagonistas del siglo XX y XXI y sus escenarios.
Jon Lee Anderson (California, 1957) es un extraordinario reportero, colaborador del New Yorker y se le ha llamado "el herededo de Kapuscinski". Ha publicado, entre otros, Guerrilas: Journeys in the Insurgent World y The Lion's Grave: Dispaches from Afganistan. Por La caída de Bagdad obtuvo el Premio Reporteros del Mundo 2005.

© Araceli Otamendi – Archivos del Sur



jueves, 4 de febrero de 2010

La vida antes de marzo - Manuel Gutiérrez Aragón

 




La vida antes de marzo
Manuel Gutiérrez Aragón
Editorial Anagrama

(Buenos Aires) Araceli Otamendi

La vida antes de marzo, primera novela del cineasta español Manuel Gutiérrez Aragón (Torrelavega, Cantabria, 1942) recibió el XXVII Premio Herralde de novela. Fueron jurados Salvador Clotas, Paloma Díaz Mas, Luis Magrinyà, Vicente Molina Foix y el editor Jorge Herralde.
La novela transcurre en un tren en el año 2024. Viajan en él dos personajes, Martín y Ángel que se encuentran por casualidad en un vagón – departamento y van contándose sus vidas.
El extraño tren donde viajan no tiene cabecera ni estación terminal y el recorrido se realiza entre Bagdad y Lisboa, metáfora de una posible Europa futura o de la vida misma.
Este tren nunca se detiene y para subir y bajar de él hay otro tren, un satélite al costado, en una vía adyacente que aumenta la velocidad hasta alcanzarlo. Martín y Ángel,dos viajeros ajenos y silentes en el mismo tren, van conociéndose de a poco. Los dos proceden de España.
Estos personajes se cuentan sus vidas mientras, establecida la confianza,  van bebiendo vino de cada región que atraviesan, mientras el tiempo pasa y el pasado irrumpe.
Una arcádica España rural – la región de Asturias – en el relato de Martín, hijo de un veterinario, contrasta con el posterior relato de Ángel y su vida en otros pueblos y la ciudad cuando se hace mayor. Ángel también proviene del campo.
La familia de Martín es la de un veterinario, famoso por sus aventuras sexuales, que tiene una amante y un hijo con la amante. La familia de Ángel es la madre y el padre, ausente a veces, un padre que tiene otra familia.

Hay varias  escenas rurales, como la vaca que está hinchada porque ha comido cebada y tomado agua y por consiguiente se le fabricó cerveza en la barriga, vaca que ha debido atender el padre de Martín, o el cerdo Gildo de cuatrocientos kilos  declarado “Asturiano de oro 1983”  en el relato de Ángel.

Martín y Ángel son personajes espejo. Cada uno se mira en el otro mientras  van relatándose su vida y se comparan.  El lector intuye que estos dos extraños son algo más que compañeros casuales, pero no tiene la certeza hasta muy avanzada la novela.

Martín ha estado enamorado de una magrebí, Ásal con quien no ha podido concretar su amor separada de él  por la Historia. En la memoria de Martín, Ásal está viva. La vida de Ángel lo lleva a vivir en otro pueblo y a mezclarse con un grupo extremista.

En los recuerdos de Ángel están vivos los personajes que ha conocido, como el Tunecino. Veinte años después,  este personaje podría estar al acecho y reclamarle a Ángel el pago de antiguos favores.

El novelista intenta reconstruir en este libro cómo podía haber sido  la vida antes de marzo, veinte años atrás. Endeble puede ser el planteamiento histórico para conocer el propio pasado, pero un novelista puede acercarse al pasado sin ese riesgo, ya que lo que está escribiendo es ficción.
Decía Borges que lo narrativo se había trasladado al cine cuando éste apareció y esta novela parece desmentirlo. Y también Borges decía que en la novela rige el proceso causal mágico. La ley de la simpatía, que postula un vínculo inevitable entre cosas distantes como es el encuentro entre Martín y Ángel. Una peligrosa armonía, una frenética y precisa causalidad que manda en la narración  ha logrado Manuel Gutiérrez Aragón con La vida antes de marzo.

Manuel Gutiérrez Aragón (Torrelavega, Cantabria, 1942) ingresó en 1962 en la Escuela de Cine de Madrid, a la vez que estudiaba Filosofía y Letras. Su primer largometraje fue Habla, mudita (1973), producido por Elías Querejeta y Premio de la Crítica en el Festival de Berlín. Entre sus películas más conocidas figuran Camada negra (1977), Oso de Plata al mejor director en el Festival de Berlín;Maravillas (1980); Demonios en el jardín (1982), Premio de la Crítica en el Festival de Moscú y Premio Donatello de la Academia de Cine italiana; La mitad del cielo (1986), Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, todas ellas producidas por Luis Megino. Ha recibido cuatro veces el Fotogramas de Plata a la mejor película. En 1992 se estrenó la serie televisiva El Quijote, con gran éxito de audiencia, que recibió el Gran Premio del Festival de Televisión de Cannes. Más tarde sería completada con El Caballero don Quijote (2002), galardonada en el Festival de Venecia. Recibió el Premio Ondas por Cosas que dejé en La Habana, producida por Gerardo Herrero. En 2003 fue elegido miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y le otorgaron el Premio Nacional de Cinematografía en 2005. También ha dirigido ópera y obras de teatro. Su última película fue Todos estamos invitados (2008), Gran Premio del Jurado en el Festival de Málaga, tras la cual anunció su retirada del cine. La vida antes de marzo es su primera novela.

© Araceli Otamendi - Archivos del Sur

Bibliografía: 

Jorge Luis Borges, El arte narrativo y la magia, Obras completas, Editorial Emecé

Nassim Nicholas Taleb, El cisne negro – El impacto de lo altamente improbable, Editorial Paidós

martes, 2 de febrero de 2010

Viaje extraordinario al centro del cerebro - Jean -Didier Vincent



Viaje extraordinario al centro del cerebro

Jean -Didier  Vincent 

Editorial Anagrama

(Buenos Aires)

Viaje al centro del cerebro de Jean- Didier Vincent pone al alcance del público lector no necesariamente especialista un recorrido por el cerebro adoptando el punto de vista del gran psiquiatra suizo Auguste Forel. Forel afirmaba en L´Ame et le système nerveux que “el alma y la actividad del cerebro vivo son lo mismo”. Éste es le punto de vista, dice el autor, que adoptaré hasta que se demuestre lo contrario, es decir, hasta que se demuestre que existen almas sin cerebro y cerebros vivos sin alma.
Jean -Didier Vincent prentende hacer descubrir un cerebro “todo él acción”.
Entre los objetivos del libro están conocer mejor el cerebro y aprender a “gestionar” mejor las relaciones del cuerpo con la cabeza. Un cerebro enfermo, dice el autor, se trata y se cura. Además la vocación de este libro es ayudar a los que sufren. “Conocer el propio cerebro para poder respetar sus reglas de higiene” concuía Auguste Forel, “es el deber de cada uno de nosotros para con nuestra alma”.

Entre otros temas el libro se ocupa de la memoria, las enfermedades de Alzheimer y Parkinson,  los estados de ánimo, el sueño, las conductas adictivas, el comer, el beber, el humor, el cerebro de las facultades, el lenguaje. Y también ¿qué es el amor?, ¿para que sirven los sueños? entre otros temas en que es necesario estar informado. 


Con ilustraciones, talento literario, el libro constituye la primera guía completa del cerebro.
“…A menudo se dice que el cerebro es una representanción del mundo y que, recíprocamente, actúa sobre ese mundo siguiendo unos programas innatos o adquiridos. La estabilidad de estas imágenes y programas exige un aislamiento al que contribuye la barrera hematoencefálica.
Únicamente existen dos entradas posibles al cerebro, la nerviosa y la humoral. Esta última está perfectamente controlada por la barrera hematoencefálica. La entrada nerviosa hace llegar al cerebro los datos recogidos y formalizados a nivel de los órganos sensoriales y los receptores especializados. Ahí, ya se esboza la representación, ya se trate del mundo exterior (exterorreceptores), de la posición del sujeto en el mundo (propiorreceptores) o del medio interior (interorreceptores).
Del mismo modo, existen también dos salidas: la nerviosa, que permite la realización de los programas motores, y la humoral,que se realiza en forma de liberación de hormonas a nivel de una región especializada: la encrucijada hipotálamo-hipofisaria. Las salidas hormonales, al igual que las salidas motrices, pueden producirse en respuesta a estímulos venidos del cuerpo y del entorno o según programas centrales. Entre éstos, algunos están regulados por relojes alojados en el cerebro. Son relojes blandos como los de Dalí: se estiran y se encogen a capricho de los humores y del entorno…”.


“…Sólo se viaja “consigo mismo”. Estamos ante un compañero del que no podemos deshacernos y que se manifiesta sin freno en cada recodo del camino. Con mayor motivo cuando se trata de viajar dentro de nuestro cerebro, sea para realizar una simple excursión o bien una verdadera expedición.
Casi siempre nos sentimos acogidos como en casa. Sin embargo, hay que comportarse bien: el respeto se impone, pero la risa no está prohibida. Ante el mandamiento: conócete a ti mismo, Stendhal prefiere: se puede conocer todo, pero no a uno mismo. No se equivoca. Propongo hablar de “ignorancia iluminada” para definir nuestra búsqueda”.


Jean-Didier Vincent (Libourne, Francia, 1935) se ha impuesto como uno de los especialistas del cerebro que ha conseguido más lectores con Biología de las pasiones, un libro que se ha convertido en un clásico (publicado en esta colección), y La Chair et le Diable. Es profesor en el Instituto Universitario de Francia y en la facultad de medicina de París-Sur y ha dirigido el Instituto deNeurobiología Alfred-Fessard del CNRS. Es miembro de la Academia de Ciencias.