Christian Boltanski
Catherine Grenier
Catherine Grenier
La vida posible de un artista
Ediciones de la Flor
Traducción: Mariela Varas
(Buenos Aires)
Christian Boltanski está considerado como uno de los artistas contemporáneos internacionales de mayor relieve en la actualidad. Nacido en París en 1944, Boltanski ha desarrollado su propuesta estética en torno al concepto de memoria y con éste el de archivo, como espacio a construir, presente en un gran número de sus obras.
Ediciones de la Flor ha publicado el libro Christian Boltanski La vida posible de un artista a fines del 2011. El libro fue presentado en el Centro Cultural Borges, en el Auditorio de la Universidad de Tres de Febrero donde Boltanski también participó en un diálogo público con Diana Wechsler, directora de la Maestría en Curaduría de la Universidad de Tres de Febrero.
El libro publicado por Ediciones de la Flor es un diálogo entre Boltanski y Catherine Grenier. Acerca de éste, Grenier dice:
"En febrero de 2005 le propuse a Christian Boltanski componer una autobiografía con forma de “confesión” dictada. Nos reunimos casi todas las semanas durante un año, para mantener largas sesiones grabadas. Las entrevistas, que Christian Boltanski comparó enseguida con un psicoanálisis, se basaron en una regla del juego muy precisa: contar su vida, como su obra, y evitar toda modificación o censura de la palabra confiada LIVRÉE.
El día de su aparición, Christian Boltanski no leyó ni las transcripciones de nuestros encuentros, ni el manuscrito, al que le di la forma más literal que pude. No escribí nada de este libro personalmente, pero el contenido me es por completo imputable.".
La infancia de Boltanski es curiosa, según él mismo afirma en varias oportunidades. “Aunque tuve una infancia feliz, fue extremadamente rara…” confiesa. La madre era corsa y cristiana, dice él, de buena familia. El abuelo era un católico de izquierda, abogado en Rennes, sin un centavo. La madre fue dada en adopción a una señora muy rica y así sufrió mucho durante su infancia, separada de los hermanos y hermanas que eran pobres. Estudió medicina y luego conoció al padre que era un médico, de origen judío. Los padres de Boltanski se casaron y luego él se convirtió al catolicismo. "Eran personas con gran deseo de integración" afirma Boltanski, cuando habla de sus abuelos paternos y de su padre. Pero más adelante afirma: "ese deseo de integración también se había deteriorado mucho durante la guerra".La madre del artista, que había sufrido polio, se apoyaba en sus hijos y todos dormían juntos, en el mismo cuarto, según cuenta Boltanski, los hijos en bolsas de dormir, en el piso, a pesar de vivir en una casa grande. "El separarse era considerado peligroso" afirma el artista. Nadie salía solo de la casa, y Boltanski salió solo por primera vez a los dieciocho años. Durante la guerra, los padres de Boltanski se separaron, y la madre lo escondió adentro de la casa durante un año y medio.Luego, Christian Boltanski cuenta su experiencia con la escolaridad: no asistía a la escuela y más tarde fue a escuelas de arte. Tomaba clases particulares pero no lograba dibujar. "Mis estudios artísticos fueron superficiales, y ni siquiera traté de entrar en Bellas Artes". Luego la madre, que ya tenía una buena posición económica por una herencia que había recibido instaló una galería de arte y Boltanski empezó a frecuentar el medio artístico y a trabajar en él. El artista se dio cuenta en seguida que no le atraía la pintura y realizó diversas exposiciones inspiradas en recuerdos inventados. “Inventé tantos recuerdos infantiles que ya no tengo ninguno real” afirma. Así, una de sus muestras titulada "Álbum de fotografías de la familia D", fue montada con fotografías de la familia de su amigo Michel Durand, ya que no había fotos familiares de Boltanski. “Elegí a la familia de Michel Durand porque Durand es el apellido francés más común, porque es de una familia de la pequeña burguesía, y por lo tanto representaba el prototipo de lo que yo no era, el prototipo de la verdadera familia francesa…”. Este peculiar artista, realizó en los comienzos de su carrera muestras de muñecas de tamaño natural, a las que vestía con ropa de su hermana o de la madre y también una película, “La vida imposible de Christian Boltanski” con esas mismas muñecas a las que les ponía máscaras de France Gall y Francoise Hardy. En ese film, Boltanski ponía las muñecas en acción, las tiraba por la ventana, las colgaba de cabeza en las escaleras…Hizo también una exposición en el Ranelagh, donde mostró cuadros, instalaciones de muñecas y la película. Otra de sus exposiciones fue realizada a partir de una colección de la revista Detective que compró en el Mercado de pulgas. En Detective, las historias habituales de las “stars” se aplican a personas comunes. “Y ese contraste me conmovió” cuenta Christian Boltanski , es una especie de álbum de fotos en el que a la gente común le ocurren historias extraordinarias. Ves la fotografía de una señora gorda, y te enteras que mató a su amante porque la había convertido en objeto sexual… Puede haber personas muy simples a quienes les pasan cosas prodigiosas, historias de amor dignas de príncipes o de princesas, historias de asesinatos y de venganza. Hice una primera pieza recortando esas fotografías,sin las leyendas, y las expuse en Nueva York, en Sonnabend…”.
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http://revistaarchivosdelsur.blogspot.com/2011/11/dialogo-en-la-untref-con-el-artista_11.html
http://revistaarchivosdelsur.blogspot.com/2011/11/presentacion-de-libro-de-christian.html
Christian Boltanski está considerado como uno de los artistas contemporáneos internacionales de mayor relieve en la actualidad. Nacido en París en 1944, Boltanski ha desarrollado su propuesta estética en torno al concepto de memoria y con éste el de archivo, como espacio a construir, presente en un gran número de sus obras.
Ediciones de la Flor ha publicado el libro Christian Boltanski La vida posible de un artista a fines del 2011. El libro fue presentado en el Centro Cultural Borges, en el Auditorio de la Universidad de Tres de Febrero donde Boltanski también participó en un diálogo público con Diana Wechsler, directora de la Maestría en Curaduría de la Universidad de Tres de Febrero.
El libro publicado por Ediciones de la Flor es un diálogo entre Boltanski y Catherine Grenier. Acerca de éste, Grenier dice:
"En febrero de 2005 le propuse a Christian Boltanski componer una autobiografía con forma de “confesión” dictada. Nos reunimos casi todas las semanas durante un año, para mantener largas sesiones grabadas. Las entrevistas, que Christian Boltanski comparó enseguida con un psicoanálisis, se basaron en una regla del juego muy precisa: contar su vida, como su obra, y evitar toda modificación o censura de la palabra confiada LIVRÉE.
El día de su aparición, Christian Boltanski no leyó ni las transcripciones de nuestros encuentros, ni el manuscrito, al que le di la forma más literal que pude. No escribí nada de este libro personalmente, pero el contenido me es por completo imputable.".
La infancia de Boltanski es curiosa, según él mismo afirma en varias oportunidades. “Aunque tuve una infancia feliz, fue extremadamente rara…” confiesa. La madre era corsa y cristiana, dice él, de buena familia. El abuelo era un católico de izquierda, abogado en Rennes, sin un centavo. La madre fue dada en adopción a una señora muy rica y así sufrió mucho durante su infancia, separada de los hermanos y hermanas que eran pobres. Estudió medicina y luego conoció al padre que era un médico, de origen judío. Los padres de Boltanski se casaron y luego él se convirtió al catolicismo. "Eran personas con gran deseo de integración" afirma Boltanski, cuando habla de sus abuelos paternos y de su padre. Pero más adelante afirma: "ese deseo de integración también se había deteriorado mucho durante la guerra".La madre del artista, que había sufrido polio, se apoyaba en sus hijos y todos dormían juntos, en el mismo cuarto, según cuenta Boltanski, los hijos en bolsas de dormir, en el piso, a pesar de vivir en una casa grande. "El separarse era considerado peligroso" afirma el artista. Nadie salía solo de la casa, y Boltanski salió solo por primera vez a los dieciocho años. Durante la guerra, los padres de Boltanski se separaron, y la madre lo escondió adentro de la casa durante un año y medio.Luego, Christian Boltanski cuenta su experiencia con la escolaridad: no asistía a la escuela y más tarde fue a escuelas de arte. Tomaba clases particulares pero no lograba dibujar. "Mis estudios artísticos fueron superficiales, y ni siquiera traté de entrar en Bellas Artes". Luego la madre, que ya tenía una buena posición económica por una herencia que había recibido instaló una galería de arte y Boltanski empezó a frecuentar el medio artístico y a trabajar en él. El artista se dio cuenta en seguida que no le atraía la pintura y realizó diversas exposiciones inspiradas en recuerdos inventados. “Inventé tantos recuerdos infantiles que ya no tengo ninguno real” afirma. Así, una de sus muestras titulada "Álbum de fotografías de la familia D", fue montada con fotografías de la familia de su amigo Michel Durand, ya que no había fotos familiares de Boltanski. “Elegí a la familia de Michel Durand porque Durand es el apellido francés más común, porque es de una familia de la pequeña burguesía, y por lo tanto representaba el prototipo de lo que yo no era, el prototipo de la verdadera familia francesa…”. Este peculiar artista, realizó en los comienzos de su carrera muestras de muñecas de tamaño natural, a las que vestía con ropa de su hermana o de la madre y también una película, “La vida imposible de Christian Boltanski” con esas mismas muñecas a las que les ponía máscaras de France Gall y Francoise Hardy. En ese film, Boltanski ponía las muñecas en acción, las tiraba por la ventana, las colgaba de cabeza en las escaleras…Hizo también una exposición en el Ranelagh, donde mostró cuadros, instalaciones de muñecas y la película. Otra de sus exposiciones fue realizada a partir de una colección de la revista Detective que compró en el Mercado de pulgas. En Detective, las historias habituales de las “stars” se aplican a personas comunes. “Y ese contraste me conmovió” cuenta Christian Boltanski , es una especie de álbum de fotos en el que a la gente común le ocurren historias extraordinarias. Ves la fotografía de una señora gorda, y te enteras que mató a su amante porque la había convertido en objeto sexual… Puede haber personas muy simples a quienes les pasan cosas prodigiosas, historias de amor dignas de príncipes o de princesas, historias de asesinatos y de venganza. Hice una primera pieza recortando esas fotografías,sin las leyendas, y las expuse en Nueva York, en Sonnabend…”.
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