sábado, 14 de junio de 2014

Historia social del fútbol - Julio Frydenberg


Historia social del fútbol
Del amateurismo a la profesionalización
Julio Frydenberg
Siglo Veintiuno Editores

(Buenos Aires)

Hubo un tiempo, los primeros años del siglo XX, en que el fútbol no era parte de la vida cotidiana de la mayoría de los argentinos: se jugaba en los colegios ingleses para fomentar la disciplina, e informalmente en algunos barrios por el gusto del desafío y el honor del vecindario. Entre esta primera etapa en que las canchas de los clubes no estaban en su zona de influencia (el club de Once tenía su cancha en Floresta o Devoto; el de Almagro, en Parque Chacabuco) y la efervescencia que llevó a que se popularizaran y sus hinchas fueran bautizados con provocadores apodos (“millonarios”, “diablos rojos”, “funebreros” o “leprosos”), el fútbol se convirtió en un espectáculo masivo, y los jugadores, inicialmente amateurs, se transformaron en cracks que brillaban en los medios, como Américo Tesorieri, Fernando Paternoster o Miguel Ángel Lauri.
"...La iniciativa que hacia mediados de siglo XIX dio origen a varios clubes ingleses produjo exiguos efectos en el progreso y la difusión del deporte. No obstante, el impulso originado en las escuelas británicas derivó en la creación de la liga oficial y de nuevos clubes unas década más tarde.
Los maestros fundadores de la liga tenían como objetivo la difusión del fútbol entre los jóvenes de la colonia y el público de las escuelas inglesas, y luego entre la juventud local. Para eso había que organizar torneos, fijar condiciones para la formación de los equipos y generar un sistema de justicia propio, entre otras coas. En 1891 Alejandro Watson Hutton formó la Argentine Association Football League (AAFL), que no prosperó. Pero dos años más tarde la volvió a organizar dando origen al fútbol que llamamos "oficial", con una mayoría de equipos provenientes de escuelas inglesas. Además buscó afiliarla a la única entidad internacional existente, la liga inglesa (FA), cuyo reconocimiento llegó en 1904. Alejandro Watson Hutton se consagró a una tarea misional, idea asociada a los inicios mismos del deporte inglés entendido como agente civilizdor en otras zonas del planeta. En este sentido, la prensa porteña fue apropiándose de la difusión del deporte e instigó a la dirigencia de los clubes a llevar a la práctica coherentemente sus principios. Muchos veían una grave contradicción entre estos loables propósitos y la adopción de formas organizativas selectivas y elitistas. Sin embargo, para los directivos de la liga eso no era motivo de conflicto. La masificación de la práctica deportiva - para beneficio del cuerpo y el espíritu - bien podía convivir con el estilo discrecional de dirección tradicionalmente ejercido por la institución...".
Este libro es fruto del trabajo volcado en la tesis doctoral del autor, que a su vez fue el resultado de largos años de investigación. "...La temática nació de elecciones personales asociadas al gusto por el fútbol y, también, a la consabida premisa de que el pasado podría ayudarnos a explicar el presente...".

Julio Frydenberg estudió Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde se doctoró y actualmente enseña. Fundó y dirige el Centro de Estudios del Deporte de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Nacional de General San Martín. Docente en varias universidades del país, investiga desde hace más de veinte años sobre temas asociados con la historia del deporte en la Argentina, y específicamente con el fútbol. Ha recibido diversas becas de investigación. Publicó numerosos artículos en revistas académicas, y ha dictado cursos y conferencias en distintas instituciones del país y del exterior.

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