Mujeres del Fin
del Mundo
Sol Rodríguez
Editora Cultural
de Tierra del Fuego
Segunda edición
(Buenos Aires)
Mujeres del Fin del Mundo reúne nueve historias de mujeres que vivieron en ese lugar conocido como Fin del Mundo: Tierra del Fuego. Actualmente es la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
La autora se
nutrió de historias y les dio forma, mediante una amplia bibliografía citada en el final
del libro. Entre otros autores se citan a: Lucas Bridges, Arnoldo Canclini, Lucía
Gálvez, Carlos Pedro Vairo, E. Belza,Ricardo
Rojas, Luis A. Romero entre varios más.
En la
presentación a la segunda edición, de María Teresa Luiz dice: Mujeres… no es un
libro de cuentos, aunque se le parece. Tampoco es un libro de historia, aunque
también se le parece. Se trata de nueve textos que sugieren más de lo que
dicen. A través de una escritura despreocupada de la veracidad de los datos que
hacen posible armar escenas y escenarios, derroteros y estancias, los relatos,
apoyados en testimonios correspondientes
al inicio de la colonización de los territorios australes, ofrecen visiones
verosímiles de la vida fueguina a fines del siglo XIX y principios del XX.
Entretejiendo
voces y silencios o, mejor, voces audibles y voces silenciadas, la narración
ilumina itinerarios personales y grupales, vivencias, expectativas, historias
de amor, opciones, vínculos y estrategias de superivivencia. Sus protagonistas
son mujeres, una veintena de mujeres. Mujeres solas y mujeres acompañadas,
esposas y madres. Inmigrantes todas, compartieron la experiencia de “el viaje”,
ese que arroja a lo desconocido, a un porvenir incierto; también coincidieron
en la “elección” del destino o, al menos, del lugar de destino, unas “tierras
lejanas, ariscas”. Mujeres que se aventuraron libremente… sabiendo, o no, que
la tierra prometida no era esa de la que mana leche y miel…”.
Este libro,
además de reunir historias y vidas particulares narra historias de la
colonización e inmigración en la Argentina. Entre fines del siglo XIX y
principios del siglo XX llegó a la Argentina un fuerte flujo inmigratorio desde
los países de Europa.
Muchos autores
escribieron sobre la vida y la experiencia de estos inmigrantes en contacto con
los pueblos originarios, algunos como
Lucas Bridges, en su libro El último confin de la tierra, el suizo Aime Tschiffely
en El hombre de la Bahía del pájaro carpintero.
Del libro
Mujeres del Fin del Mundo, de las nueve historias comentaré
La esposa del guardicárcel .
En La esposa del
guardiacárcel, Encarnación García, española, emprende un viaje en barco y
atraviesa el océano, para llegar a un lugar con porvenir. No lo hace sola, sino
con su hermano, un compañero de escuela un poco mayor que ella y un primo de
él. Los viajeros son Encarnación, Socorro, Olga y Pascasio. El plan es llegar
en 1899.
Ya en Buenos
Aires, los viajeros encuentran otra posibilidad: viajar a Tierra del Fuego,
donde se proyecta trasladar el presidio militar en la Isla de los Estados y
trasladarlo a Bahía Golondrina, Ushuaia para frenar el motín del presidio.
Después de un
tiempo, durmiendo en barracas, compartir una casilla, Encarnación se casa con
Pascasio en la Misión de Bahía Golondrina.
Pascasio trabaja
como guardiacárcel, y las imágenes que le trasmite a su mujer son las que construyen la realidad fueguina.
Existía la idea
de que trabajar en el penal infundía respeto. El Gobierno Provincial, en ese
entonces del Territorio Nacional, pensaba que establecer el penal ahí, eso haría
que llegaran personas a vivir al lugar, pasaran sus días, armaran su familia,
tuvieran descendencia, crearan identidad, creyeran en el progreso, en el país,
en la nación.
Las historias de
los más famosos reclusos del Presidio de Ushuaia, como el Petiso orejudo, o el
anarquista Simón Radowitzky (aunque el
libro solo lo describe sin nombrarlo) y que
escapó de la cárcel vestido de guardia formaban parte de las conversaciones de
las señoras en las que participaba
Encarnación.
Encarnación
tiene hijos, siete. Socorro, la asiste como partera. El hermano mayor de
Encarnación construye la casa a una cuadra del presidio donde Pascasio pasa sus
días como guardiacárcel.
Encarnación
recuerda en su vejez los días pasados, los festejos y como aprovechaban la vía de los presos para
transportar carne, ensaladas, manteles para la fiesta que era comer un asado
afuera.
En el edificio del ex- presidio de Ushuaia, actualmente funcionan el Museo del Presidio de Ushuaia, el Museo Antártico y el Museo de Arte Marítimo.
Sol Rodríguez
nació en Buenos Aires en 1976. Creció también esta ciudad.
En 1999 se mudó
a Tierra del Fuego. Un tiempo después armó un taller editorial Rubí Ediciones
donde hacía cuadernos, libros, reproducciones de cartografía antigua de la
Patagonia, Antártida y Tierra del Fuego.
Estudió Lengua y
Literatura y se recibió de profesora. Escribe poesía y prosa. Publicó Crónicas
del Sur, Mujeres del Fin del Mundo, El hombre Sol y la mujer Luna, Relatos de
llegada y varios títulos de poesía.
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