domingo, 17 de agosto de 2025

El ritmo no perdona Una historia crítica del TRAP, el HIP-HOP y El RKT en el nuevo siglo argentino Camila Caamaño y Amadeo Gandolfo

 


El ritmo no perdona

Una historia crítica del TRAP, el HIP-HOP y

El RKT en el nuevo siglo argentino

Camila Caamaño y Amadeo Gandolfo

Caja Negra Editora

(Buenos Aires)

“Este es un libro de crítica musical”, dicen los autores. “No es un libro académico sobre música, aunque tiene algunas marcas, ya que uno de nosotros – Amadeo, trabaja de académico. No es un libro periodístico sobre música, aunque tiene algunas de sus marcas, porque una de nosotros – Camila – habita ese universo (aunque se sienta más cercana al oficio de la crítica cultural)…”.

El TRAP, el HIP-HOP y el RKT

“¿Cómo era el TRAP en su origen? Su sonido característico se basa en un contrapunto entre oleadas de sintetizador, cuerdas y orquesta (la “parte suave” y melódica) con una contracara de bases de redoblantes crujientes y rítimicas, sonidos de bombo profundos y oscuros producidos originalmente con la máquian de ritmos Roland TR-808 y hit-hats maniáticos y velozmente subdivididos. El resultado es un continuo diálogo entre lo claro y lo oscuro, lo diáfano y lo demoníaco…”.

“…Las letras del trap hablaban de la decadencia urbana, de la vida corta de las poblaciones afroamericanas que se dedicaban al comercio ilegal de estupefacientes, de la muerte en la calle a manos de pandillas rivales y de la policía. Esto se desdoblaba en fantasías, que luego serían realidades de éxito, dinero y fama, primero obtenidos por el crimen, luego por el éxito musical que los volvería megaestrellas. Y, un último locus temático, como en casi todo el hip-hop, era la sexualidad: fantástica, cosificadora, desenfrenada y salvaje, algo que surca todo este libro.

El trap, como todas las oleadas del hip-hop, surgió como algo underground  hasta que dejó de serlo. Entre 2007 y 2015, se convirtió en el sonido principal del hip-hop mainstream yanqui. Lo interesante es que se replicó muy rápidamente en una variedad de países de habla hispana: España de forma pionera, Puerto Rico, Chile y, por supuesto, Argentina. En nuestro país, el trap cambió la noción de lo  masivo y por ende sus dimensiones previas (under/emergente.). Y viene a desarrollarse en un momento en que cambian las estructuras de difusión con una diversidad de canales: la masificación de internet con el aumento en la velocidad en la propagación de las tendencias culturales a nivel mundial. Sumado a la aparición de un nuevo paradigma en la industrica musical, apoyado en la infraestructura de las redes sociales y la digitalización…”.

Para Pablo Schanto, que prologa el libro, “el primer crítico musical de la Argentina es Anastasio “el Pollo”, el protagonista del Fausto criollo, firmado por Estanislao del Campo en 1866. Es decir, la historia en verso de un gaucho que va al Colón a ver una ópera de Gound y luego le comenta lo que vio a su amigo Laguna. Habría una continuidad entre aquel Pollo y la riña de gallo que motoriza el freestyle, pasando por la gauchesca payada, en la que calza El ritmo no perdona. ‘Acaso el libro no se mimetiza con el duelo entre raperos, aunque aquí más que competir se trate de diseminar (iba a tipear “dispersar”) más y mejores argumentos entre dos...”.

Además de la evolución de estos géneros musicales y tendencias de la música que producen y escuchan los jóvenes en la actualidad el libro contiene reflexiones sociológicas: “Argentina debe ser uno de los países en los cuales más se habla de plata del mundo: ¿cúanto estás cobrando? ,¿cuánto te aumentaron por paritaria? (para aquellos afortunados con trabajo formal),¿cuánto subió la luz, el gas, la verdura, el bondi? ,¿cuánto te cobra la obra social, la escuela de los chicos?, ¿qué  día hay descuento?, ¿dónde lo compraste tan barato? Mientras tanto se multiplican las billeteras virtuales y los esquemas Ponzi, los adolescentes pueden abrir una cuenta bancaria, la mayoría de los clubes de fútbol tienen de sponsors a casas de apuestas, gran parte de los youtubers las publicitan (y ganan mucho más dinero haciéndolo que transmitiendo), y aunque luego se muestren alarmados y frunzan el ceño aclarando que se trata de una práctica para mayores, dejan un código promocional para sus queridos viewers y hasta sugieren una opción ganadora…”.

Este libro podría ser el inicio para una investigación más amplia sobre las verdaderas motivaciones  históricas, sociales, culturales y políticas que han llevado a la sociedad argentina y especialmente a los jóvenes al “deseo de construir una vida diferente, más holgada, con menos preocupaciones y cansancio. La única manera de obtenerlo es hacerse rico rápido sin laburar, porque laburar es de giles, a menos que trabajes para afuera (y trabajar para la industria discográfica es trabajar para afuera si te va bien), y porque el combo fama y guita es lo único que puede garantizar, una inyección de dinero constante que te mantenga siempre a flote en un país como Argentina que consume todo ahorro y pone piedras en el camino de las familias”. “Como escribe Pablo Schanton : “Es importante seguir de cerca el derrotero del trap, porque es el primer experimento público de ingeniería social por parte de jóvenes que se creen autogestionados y emprendedores libres, mientras la mano invisible del mercado no los suelta. Es más, les aprieta los dedos”.

Personalmente, El ritmo no perdona me pareció una celebración de la creatividad argentina y un recordatorio de cómo la música puede ser un espejo de su tiempo.

Los autores dicen: “hay una decisión que queremos destacar: en este libro no se emplea el “género urbano”  más que para criticarlo. Estamos en contra porque es impreciso, y aglutina en una etiqueta vacía una multiplicidad de sonidos y artistas en verdad muy diferentes…”

“…Así como el trap acabó siendo una etiqueta que  los medios reprodujeron para referirse a prácticamente todas las propuestas sonoras de los chicos y chicas de esta generación,  el tag “música urbana” sirvió de plantilla para aglutinar a la música mainstream latinoamericana, con consecuencias reduccionistas y lecturas superficiales hacia la cultura…”.

“…El trap fue mucho más que un simple estilo musical: se convirtió en el lenguaje de una generación que heredó las mañas del rock y cargó con las trampas de una industria talibana. Un lenguaje capital por ser el primero pero también por su capacidad para rendir cuentas: se habla de dinero, se persigue ganar más como reconocimiento de lo hecho y también como (casi) única vía de autonomía económica…”.

El estilo del libro es ameno, y puede interesar a los no especialistas en música y en subculturas juveniles y contraculturas, y por supuesto a estos.  Basta que encendamos el televisor y miremos algún programa con música, o escuchemos la radio, o tal vez caminando por la calle nos encontremos con pibes cantando o escuchando música  a través del celular, o mismo viajando en el colectivo, para tratar de entender qué es lo que están cantando o escuchando o haya algún adolescente en la casa que puede estar escuchando este tipo de música y qué es lo que trae aparejado también y adonde puede llevar.

El libro tiene además  un qr con la playlist de El ritmo no perdona. 

Camila Caamaño

(Mar del Plata, 1990) Estudió Publicidad y Gestión del Arte y la Cultura. Desde 2019 hace Triste y Tropical, un newsletter que comenzó cubriendo el movimiento del trap argentino para luego expandirse hacia la crítica cultural. Escribió para Infobae, La Agenda y desde 2021 es colaboradora del suplemento No de Página/12. El ritmo no perdona es su primer libro.


 Amadeo Gandolfo

(San Miguel de Tucumán, 1984) Historiador y doctor en Ciencias Sociales. Fue parte del blog El Baile Moderno, editó junto con Pablo Turnes la revista de crítica de cómic Kamandi y escribe el newsletter El Evangelio del Coyote. Vivió en Berlín como becario posdoctoral. Allí y en Buenos Aires curó muestras de cómics. Escribió en la revista Crisis, La Agenda, Los Inrockuptibles y Comiqueando. Su foco principal como investigador CONICET es la vida y obra del dibujante Oski.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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