¡Oh, no! me enamoré
Julieta Arroquy
Ediciones de la Flor
(Buenos Aires) Con prólogo de Liniers y epílogo de Tute, el libro es una muestra de humor de Julieta Arroquy a partir de la experiencia del enamoramiento. Sus dibujos, apuntes volcados por impulso sobre el papel, tienen la frescuera de lo inmediato, de lo que se siente y lo que se actúa visceralmente en el momento exacto en el que las cosas suceden. Hay un grado filoso de observación, de autocrítica y de lucidez en esos pensamientos al paso. Hacer de la debilidad una virtud es - justamente - la virtud de Arroquy.
Julieta Arroquy tiene 35 años y es periodista dedicada a la comunicación corporativa. Antes de eso trabajó en un banco, fue moza, empleada administrativa, baby sitter y hasta intentó - sin éxito - conseguir suscriptores para la revista Time. Hasta los 32, no había dibujado más que en las clases de plástica del secundario o haciendo garabatos mientras hablaba con sus amigas por teléfono. Hasta que una desilusión amorosa, una relación de pareja "infructuosa" - como dice ella, porque fue demasiado breve - terminó por dar sus frutos. "Me di cuenta de que había puesto expectativas sobredimensionads en ese vículo y cuando se terminó, la forma que encontré de exorcizarlo fue reírme de lo exagerado de ese argumento de telenovela mexicana que yo misma había armado" dice Judith Gociol.
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