miércoles, 14 de octubre de 2009

Las fuerzas extrañas - Cuentos fatales - Leopoldo Lugones




Las fuerzas extrañas
Cuentos fatales
Leopoldo Lugones
Estudio preliminar de Noé Jitrik
Universidad Nacional de Villa María
EDUVIM



(Buenos Aires)

Con un estudio preliminar de Noé Jitrik la Editorial de la Universidad Nacional de Villa María editó "Las fuerzas extrañas - Cuentos fatales" de Leopoldo Lugones.
Lugones, máximo exponente del modernismo argentino, a los 22 años se estableció en Buenos Aires y en 1897 fundó, con José Ingenieros, el periódico La Montaña. Entre sus obras figuran: Las montañas de oro, Los crepúsculos del jardín, Lunario sentimental, Odas seculares y Romances del Río Seco.

Este libro de Lepoldo Lugones editado por EDUVIM, pertenece a la Colección Letras y Pensamiento
del Bicentenario dirigida por Carlos Dámaso Martínez y María Alejandra Minelli.

Según el estudio preliminar del profesor, investigador, escritor y crítico  Noé Jitrik:

"...La existencia de Lugones responde más a un modelo de intelectual del siglo XX que a un bohemio de fin de siglo; es una vida aparentemente sin mayores estridencias en lo personal, en muchos momentos de sesgo burocrático, volcada a la búsqueda de la sabiduría; no es la vida dramática de un Rubén Darío, no debe haber pensado en él Ramón del Valle Inclán cuando compuso el Max Estrella de Luces de Bohemia, ni Manuel Gálvez al escribir El mal metafísico. Los riesgos, que sí asumió, fueron en lo político - y por ello pagó un alto precio - y en cuanto a las opciones de un escritor.

Respecto de su vida misma, en cuanto a los "riesgos" en lo político, su existencia traza un arco que empieza en el anarquismo más radical, pasa por el socialismo y el liberalismo más ortodoxo para llegar, en los últimos quince años de su vida, al autoritarismo militarista; después de los años 30 sus opiniones lindan con el fascismo. Por su evolución, y por tratarse de un hombre de enorme talento, podría ser ilustrativa una comparación con José Vasconcelos, cuya vida sorprendió y sigue sorprendiendo cuando se advierte la distancia que media entre el comienzo y el fin de un intelectual.

En cuanto a intelectual, se sabe que empieza como poeta y que nunca abandona esta práctica aunque modifica su estética muchas veces, pero también escribe ensayos literarios, políticos y biográficos, exégesis de obras clásicas, ensayos históricos, y por fin, narraciones.
Éste es el aspecto que nos va a interesar en definitiva en esta ocasión; cabe decir que los intentos narrativos resultan de su versatilidad y su curiosidad intelectual, y de su obra en prosa son sin duda sus momentos más rescatables o perdurables, puesto que en los restantes escritos predomina de tal modo la intención que el interés que tienen termina por ser documental, o bien se relaciona con el conocimiento de sus opiniones o de sus puntos de vista en tanto fue, o fue considerado, figura rectora en un proceso cultural que apenas se estaba definiendo pero que ya contaba con voces poderosas...".


(c) Hernán Díaz

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