miércoles, 4 de abril de 2012

El ángel de los barrios de Buenos Aires - Osvaldo Pérez Echegaray









El ángel de los barrios de Buenos Aires
Osvaldo Pérez Echegaray
Fotos Gianni Mestichelli
Ediciones de la Flor

(Buenos Aires)

Osvaldo Pérez Echegaray nos introduce en la ciudad de Buenos Aires, a la que Jorge Luis Borges definiera en el poema como "... se me hace tan eterna como el agua y el aire...", en una Buenos
Aires posmoderna. Inventa un personaje, Ángel Urbano,"... nacido al amparo de un misterioso impulso: batallar contra evidencias que propician engaños, escrutar los oscuros pliegues de la historia oficial, alumbrar con destellos de luz un universo de sombras; afanes que circulan a contramano de una realidad que responde a confusiones alentadas desde la entraña oscura del poder. Funciona en su alma como una compulsión empeñada en combatir la mentira...".
El libro El ángel de los barrios de Buenos Aires, pretende mostrar la "otra Buenos Aires" desde el Ángel Urbano que percibe realidades desde el cielo porteño.
Así, el ángel se pasea por los cafés de la ciudad, algo tan emblemático de Buenos Aires, que según cita el libro, Pío del Río Hortega, destacado histólogo convocado por Oxford, rechazó el honor del llamado académico y eligió Buenos Aires alegando una razón concluyente: sus cafés.
Parque Chas, el barrio de laberintos, que asombra a quien no lo conoce y donde la eternidad circular nos ha sido revelada. La Plaza de la Libertad, donde enfrente se alza el Teatro Coliseo, y desde dónde en 1920 la radiofonía difundió por primera vez la ópera completa Parsifal.
Mataderos, nacido como Nueva Chicago hacia fines del siglo XIX, donde los fines de semana la vieja recova del Mercado de Hacienda concetra la feria popular empeñada en mantener vivas las tradiciones campestres mediante espectáculos, música, bailes, artesanías y aun destrezas gauchescas como la carrera de sortijas.
Monserrat, el primer barrio de Buenos Aires, donde el primer aborigen abandona la Casa tomada, la primera cruz enclavada en la región, significado que alterna sacrificio y redención; la primera esperanza, la primera resignación y donde la Pirámide erigida para recordar la Revolución de 1810 que reconocía el restablecimiento de Fernando VII al trono español, simboliza la libertad....
Retiro, donde hoy llegan y parten miles de trabajadores a diario, con la esperanza de una vida digna, con la construcción de la nueva estación en 1908 tiene la fisonomía definitiva. Compiten en Retiro la modernidad del hotel Sheraton y los edificios inteligentes de Catalinas Norte con la antigua sobriedad de la Torre de los Ingleses y el gueto agazapado de la Terminal de ómnibus.
La Costanera, el Obelisco,el barrio de La Boca al que el pintor Benito Quinquela Martín pintó con sus colores, y donde inmigrantes genoveses, piamonteses, ligures, napolitanos y sicilianos llegaron con equipajes breves y sueños grandes.
Liniers, donde se aloja el Club Vélez Sarsfield y la iglesia de San Cayetano, consagrado segundo santuario argentino después de Luján. El Pasaje Bernardino Vélez, austeros cincuenta metros peatonales entre el 2900 de La Pampa y las vías del ferrocarril, un sorprendente pulmón vegetal, un mágico envés urbano. Boedo, barrio que fue cuna de los primeros teatros independientes, y donde la esquina de San Ignacio y Boedo fue tribuna proletaria del socialismo siempre atento al destino del hombre. Los cafés, que son muchos como el de la esquina de San Juan y Boedo, donde Homero Manzi escribiera las letras de tango, le dan identidad al barrio.
Y también el personaje del ángel hace un recorrido por Chacarita, Colegiales, Constitución, Caminito, Núñez, Parque Chacabuco, Parque Avellaneda, Coghlan, El Barrio de las ranas, Barrio Agronomía, Flore, Almagro, Subte Línea D, Monte Castro, Saavedra, Floresta, Villa Pueyrredón, Balvanera, Vélez Sarsfield, San Nicolás y Villa Urquiza, Río de la Plata, Avenida Corrientes, Barracas, Caballito, Belgrano R, La Paternal, Versalles, Villa Crespo, Cementerio de la Recoleta, Villa General Mitre, Villa Luro, Villa Lugano, Nueva Pompeya, Villa Riachuelo, Villa Santa Rita, Palermo, San Cristóbal, San Telmo, Villa del Parque, Villa Devoto, Villa Ortúzar, Villa Real, y también le da título a algunos lugares: Aqueronte Porteño - el Riachuelo, Villa Soldati, Sur - empieza del otro lado de Rivadavia -, Juan Recova, Parque Patricios, siempre con el punto de vista de este personaje que atisba la gran ciudad, donde otros ojos no quieren mirar y dice las palabras que otros no quieren pronunciar para presentar a los lectores una Buenos Aires con belleza e indiscutible magia e historia, y también lugares donde hay pobreza y marginación.
En cuanto a Sur, dice: "...No es cierto que el sur también existe, el Sur sólo existe, lo otro es el espejo irrespetuoso de los cambalaches con que la Civilización ahuma el alma, un falso reflejo de torres gemelas cayendo en una virtualidad agónica...".
El libro acompaña los textos con muy buenas fotografías de Gianni Mestichelli.

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