La Nouvelle Vague
Sus protagonistas
Entrevistas con Claude Chabrol, Jean-Luc Godard, Jacques
Rivette,
Eric Rohmer, Francois Truffaut
Editorial Paidós
212 páginas
(Buenos Aires) Araceli Otamendi
La Nouvelle Vague, un poco de historia
Con el número 138 de los Cahiers du Cinéma (CdC) se cerraba
un ciclo abierto muchos años antes, incluso con anterioridad al nacimiento de
la propia revista. Bajo el epígrafe “Special Nouvelle Vague”, esa edición
contenía significativas entrevistas a tres artífices básicos del movimiento
homónimo nacido a finales de los años cincuenta con una amplia y decisiva
resonancia mundial: Jean-Luc Godard, Francois Truffaut y Claude Chabrol.
Podemos decir, afirma José Enrique
Monteverde, autor del prólogo, que se cerraba un bucle evidente en la medida en
que indudablemente la propia Nouvelle Vague (NV) había germinado en torno a la
revista, no sólo en sus páginas, sino como lugar de encuentro, relación, debate
y colaboración por parte del núcleo duro (1) del movimiento renovador, tal como
los propios cineastas reconocían en las entrevistas que ahora se presentan en
la edición española de Paidós.
Ciertamente, dice Monteverde, esos tres cineastas se ofrecían
como los nombres más significativos – en ese
momento – de la NV, tardando nada menos que tres años la aparición de
una cuarta entrevista – a Eric Rohmer – (2) y casi seis que la revista
ofreciese sus páginas a las declaraciones de Jacques Rivette, completando así
la nómina de la primera línea del movimiento. Esa exclusión inicial no era
casual, sino que respondía a ciertos movimientos desarrollados
en la propia revista y, por otra parte, certificaba el comienzo del fin de la
NV como grupo relativamente homogéneo. Concretamente, el verano del mismo 1962
había contemplado una especie de “golpe de estado” en el seno de la revista,
mediante el cual Rohmer – miembro del consejo de redacción desde la muerte de
Lo Duca en 1957 – perdió su posición preeminente como redactor-jefe a favor de
Jacques Rivette, que contaba con el apoyo de otros prohombres de la revista
como Doniol Valcroze, Truffaut, Kast, Godard y Douchet. Así comenzaba una nueva
etapa de CdC caracterizada por el progresivo viraje hacia el estructuralismo y
el izquierdismo, junto a un contundente apoyo al desarrollo mundial de los
“nuevos cines” , abandonando las posiciones tradicionales del
“filoamericanismo” y la “política de autor”, degradada ya por los críticos
incorporados al equipo tras el abandono de la profesión por los protagonistas
de la NV. En el marco de ese interés por los “nuevos cines” resultaba
significativa la atención hacia la propia NV, como contrapunto al mortecino
apoyo que el movimiento había recibido de la revista hasta ese momento bajo el
control de Rohmer, Moullet y Douchet, Porque, aunque pueda resultar paradójico,
lo cierto es que la atención prestada desde CdC al estallido y propagación de
la NV había sido bastante escasa, casi por obligación, sin emplearse a fondo en
su defensa, por ejemplo ante los radicales y difamatorios ataques proferidos
por publicaciones situadas a la izquierda en aquella época como Positif.
Futuros directores
Había algo de
reparación en el mencionado número especial, dice Monteverde, pero sobre todo
predominaría la idea de ese cierre de bucle cuyos inicios hay que buscarlos más
de una década atrás. Una reparación que reafirmaba lo esencial: el íntimo
vículo entre una revista – los CdC- y una ilusión cinematográfica - la NV- que había revolucionado el cine
mundial y que tan bien revela Godard en su entrevista: “Todos nos
considerábamos en Cahiers como futuros directores. Frecuentar los cineclubs y
la cinemateca era ya pensar cine y pensar en el cine. Escribir era ya hacer
cine, pues entre escribir y rodar hay una diferencia cuantitativa y no
cualitativa”.
Entrevistadores
entrevistados
El análisis que hace Monteverde de los Cahiers relata con
agudeza como varios de los entrevistadores pasan a ser entrevistados: “Ya
adquiere un valor simbólico el formato del número especial, al adoptar la
entrevista como procedimiento, en vez de cualquier otro tipo de ensayo,
histórico o crítico. Precisamente la entrevista extensa y realizada a fondo,
desde la admiración por parte de los entrevistadores y muy alejada del tono
periodístico, había sido una de las grandes aportaciones de CdC al conocimiento
y la reflexión sobre el cine. Desde las tres horas de entrevista realizada por Rivette y Truffaut a Jacques
Becker el 20 de enero de 1954 – y publicada en el inmediato número de febrero-,
abundaron los encuentros con buena parte de los más egregios miembros del
olimpo autoral de la revista. De ahí el valor simbólico del hecho de que los
otrora fascinados entrevistadores pasasen a la condición de entrevistados en
las propias páginas de CdC; era la forma más explícita de inscribirlos con
mayúsculas en la selecta nómina de los “autores”.
Otros aportes
Esas entrevistas “de autor”, que alcanzarían su cenit con el
famoso libro-entrevista entre Truffaut y Hitchcock, no fueron la única
aportación de CdC a la renovación de la crítica cinematográfica, jalón y
condición de lo que iba a ser la NV como renovación del propio cine. Desde el
punto de vista de la renovación crítica cabría recordar algunos otros
“principios” de la revista: escribir sobre un filme por parte de aquellos que
más lo amen, publicar casi exclusivamente críticas favorables – a diferencia de
lo que los mismos crítiios hacían, por ejemplo en Arts – distinguir entre
críticias largas y notas sobre otras películas de entre diez y treinta líneas,
etc.
Críticos y directores
Resultaba inequívoca la voluntad de la mayor parte de críticos
jóvenes de CdC de acceder a la dirección cinematográfica. En las entrevistas
aquí reproducidas no queda lugar a dudas, cuando Rohmer declara sin
miramientos: “Hacíamos crítica interesada. No somos críticos que hemos pasado
al cine, sino cineastas que hemos hecho un poco de crítica para empezar.´”
Indudablemente “La
Nouvelle Vague – Sus protagonistas” se
constituye en un documento de referencia sobre un momento esencial para
comprender la historia del cine.
(1) cuando hablamos
de núcleo duro – Monteverde aclara que se refiere a los directores citados
anteriormente más Eric Rohmer y Jacques
Rivette. En un sentido amplio la nómina se puede extender a otros colaboradore
de CdC pasados a la dirección, como Jacques Doniol-Valcroze, Pierre Kast,
Jacque Rozier, Luc Moullet, Jean Douchet, Jean Eustache, etc. Si vamos más allà
de la NV hacia la noción de un cierto “nuevo cine francés”, cabría ampliar el
listado con nombres como Alain Resnais, Louis Malle, Jacques Demy, Agnes Varda,
Henri Colpi, Marcel Hanoun, Marguerite Duras, Alain Robbe-Grillet, Chris
Marker, Jean-Daniel Pollet, Michel Deville, etc.
(2) De hecho la
entrevista a Eric Rohmer ya había sido publicada en castellano en el breve
volumen Pier Paolo Pasolini contra Eric Rohmer. Cine de poesía contra cine de
prosa, Barcelona, Anagrama, 1970 (en traducción de Joaquín Jordá). El texto de
Pasolini – presentado en los debates del festival de Pesaro de 1965 – había
sido pubicado por CdC en el Nro. 171, que antecedía al de la entrevista con
Rohmer.
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