martes, 1 de septiembre de 2009

Vida de Abraham Lincoln - Domingo F. Sarmiento






Vida de Abraham Lincoln
Domingo Faustino Sarmiento
Editorial Claridad


(Buenos Aires)

Vida de Abraham Lincoln es una biografía que escribió Domingo Faustino Sarmiento sobre el décimosexto Presidente de los Estados Unidos. Ha sido una de las obras de Sarmiento menos difundidas. Después de las dos primeras ediciones que en noviembre de 1865 y en los meses iniciales de 1866 surgieron de las célebres prensas de Appleton, su rico texto había quedado virtualmente adormecido en el heterogéneo bloque de las tres ediciones de las Obras Completas del sanjuanino.
Esta Vida de Abraham Lincoln nunca estuvo en los planes bibliográficos de Sarmiento, fue consecuencia del terrible golpe que sufrió su espíritu cuando al llegar en mayo de 1865 al puerto de Nueva York se encuentra con la noticia de que había sido asesinado el paladín norteamericano. Pudo ser escrita en pocas semanas porque el plenipotenciario argentino estaba preparado para la faena por dos circunstancias: por la admiración que desde hacía un lustro sentía por el héroe y por el dominio que desde hacía casi un cuarto de siglo había adquirido del género biográfico.

Un fragmento:

“…A la edad de siete años pudo entrar en una escuela que accidentalmente se abrió por aquellos contornos, y cuyo maestro podía apenas enseñar a leer y a escribir; pero habiendo hallado el padre comprador de su fundo, trató de cambiar de domicilio antes que el alumno hubiese aprendido más que a leer.
La propiedad fue vendida en doscientos ochenta pesos, de los cuales sólo veinte pesos fueron en plata, y el resto de whisky o aguardiente; y como el poseedor se propusiese sacar partido de la mercancía, emprendió, con el escaso auxilio que podía prestarle el niño, construir una lancha para descender el Rollin Fork, en cuya vecindad estaba la habitación, y entrar en Ohio, para trasladarse por este río a Indiana, a donde sus hermanos lo habían precedido.
Mal éxito tuvo, sin embargo, el viaje, habiéndosele volcado la lancha con pérdida de la carga, de la cual salvaron apenas tres barriles; teniendo que dar por recompensa la embarcación a los que la ayudaron a salvarlos. Desde allí, internándose en el país, después de muchos días de fatiga, al condado de Spencer, en la Indiana, donde se proponía residir, escogiendo para ello un campo conveniente; con lo que, dejando sus efectos al cuidado de una persona que vivía a algunos kilómetros de distancia, volvióse a pie al Kentucky, a fin de trasladar a su familia.
Pocos días después decían adiós a su antigua morada partiendo la señora Lincoln y su hija en un caballo, Abe en otro, y el padre en un tercero. Al fin de una jornada de siete días, a través de un país despoblado, y durmiendo a cielo raso sobre una frazada tendida en el suelo, llegaron al lugar escogido para su futura residencia, poniendo inmediatamente mano a la obra de despejar un sitio para construir la cabaña. Un hacha fue puesta a manos de Abe, y con el auxilio de un vecino en tres días hubo Mr. Lincoln construido lo que se llama un log-house, asegurando las esquinas con clavijas de madera, como es la costumbre, los palos o tozando sobrepuestos hasta la altura conveniente para techar; y rellenando luego con barro las rendijas entre unos y otros. Una cama, una mesa y cuatro asientos salieron luego del mismo taller, y con esto la casa quedó amueblada. Tal fue la mansión paterna del que más tarde ocupa el White House (Casa Blanca) en Washington, y llena hoy el mundo con su nombre…”.

Sobre Domingo Faustino Sarmiento:


En palabras de Javier Fernández:


“Sarmiento nació en San Juan el 15 de febrero de 1811. Sus padres, José Clemente Sarmiento y Paula Albarracín, pertenecían a familias de larga tradición en la provincia; fue un hogar pobre, que se sostuvo sobre todo por el esfuerzo de doña Paula, ejemplo de virtudes hondas y firmes, que influyó decisivamente en la vida de Domingo. Éste la recordó en muchas páginas de sus obras y la inmortalizó en un capítulo famoso de Recuerdos de Provincia, libro lleno de ternura y sinceridad. ..-“

“…Sarmiento empezó su instrucción desde temprano porque desde sus primeros años mostró voluntad de aprender. Ya a los cuatro años leía de corrido y a los cinco ingresó en la famosa Escuela de la Patria, que dirigía el maestro Ignacio Fermín Rodríguez. Resultó el mejor de los alumnos: poseía, poseyó siempre una sorprendente capacidad de asimilación de los conocimientos más variados y a la vez, también desde temprano, fervor de maestro que aspira a trasmitir a los otros lo que aprendió…”.

Otros datos biográficos:


A los 15 años funda en San Francisco del Monte la primer escuela entre las centenares que le deben su nacimiento. En 1831 Sarmiento emigra a Chile, donde fue maestro de escuela y mayordomo en las minas de Copiapó. En 1836 regresa a San Juan. Allí funda un colegio de mujeres, el de Santa Rosa, y su primer periódico: El Zonda (1839). Exiliado nuevamente en Chile, colabora en distintos periódicos y dirige la primer escuela normal de Sudamérica (1842. Durante tres años dirige El Progreso. Aparte de numerosos artículos periodísticos edita Mi Defensa (1843) y su obra capital, Facundo (1845). Desde 1845 a 1848 viaja por Europa y los Estados Unidos, mandado por el gobierno de Chile a estudiar la organización de la enseñanza primaria. A su regreso publica Viajes por Europa, África y América y Educación Popular,Argirópolis y Recuerdos de Provincia. Ya en Buenos Aires redacta El Nacional, es electo concejal, designado director de Escuelas (1856-1862) y ocupa durante tres períodos el cargo de senador. Es designado gobernador de su provincia (1862-1864). Sin contar con partido propio es elegido Presidente de la Nación (1868-1874). Publica Conflicto y armonías de las razas de América y Vida de Dominguito. El Censor lo colocó entre los iniciadores de la más adelantada época del periodismo argentino. Resentido en su salud parte al Paraguay. El 11 de septiembre de 1888 fallece en Asunción. Ante su tumba, Carlos Pellegrini sintetizó el juicio general: “Fue el cerebro más poderoso que haya producido la América”.

(c) Araceli Otamendi

bibliografía: Javier Fernández, Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), Hombres de la Argentina - II - De la Organización Nacional a la crisis del 30, Editorial Eudeba

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