lunes, 10 de enero de 2011

Manhattan Song - Luis Benítez


Manhattan Song
Cinco poemas occidentales
Luis Benítez
El fin de la noche

(Buenos Aires)

Manhattan Song reúne cinco poemas de Luis Benítez: Una tarde en el jurásico, El Hudson, Cinco contrapuntos para Erasmo de Rótterdam, Garbo´s building, Una borrachera de Pico della Mirándola.
El poeta escribió estos versos entre 1992 y 1993, cuando vivía en Nueva York. Según dice Luis Benítez: “…creo que la poesía no tiene temas, o que si los tiene, los emplea como excusa para referirse a otras cosas. Entonces, difícilmente se pueden buscar con ingenuidad en las páginas siguientes referencias a esa ciudad, rasgos anecdóticos o cualquier cosa del mismo tenor. El Hudson puede ser el Yang Tsé o el Mapocho o el mismo Río de la Plata. Los nombres propios que aparecen en este libro los inventé o bien, si corresponden a personas que conocí y traté, no se corresponden con sus personalidades. Hay aquí detalles que pertenecen a la realidad  y otros que provienen directamente de la imaginación, como en los sueños.
Como lo real es siempre inapresable, estimo que al valorar lo que supuestamente conocemos de nuestro entorno, incurrimos en la misma negligencia, que obviamos para no inquietarnos. Cuando hablamos o escribimos sobre lo que creemos conocer, gracias a esa involuntaria estratagema decimos cosas mucho más interesantes. Por ejemplo que, gracias a la analogía, Homero, Virgilio, Erasmo de Rótterdam o Pico della Mirándola pueden estar incluidos en el contexto de Manhattan Song…”.
El poeta Luis Benítez nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1956. Su obra corresponde a la llamada generación argentina de 1980, caracterizada por la diversidad de elementos poéticos y extrapoéticos que intervienen en sus obras.
Según palabras de Elizabeth Auster, refiriéndose a la generación de Benítez:

"... Esta generación se propuso, por una parte, abolir las influencias inmediatas de autores como Pablo Neruda, César Vallejo y otros, características de la generación anterior (abandonar a los padres antes que matarlos, dice Benítez, para abrirse a un amplio campo de posibilidades, que incluye los aportes de la poesía anglosajona. Las búsquedas extrapoéticas de esta generación se aprecian en las referencias a sistemas de ideas provenientes de lo filosófico, lo político, inclusive lo histórico.
Una referencia temprana a esta diversidad en la que se inserta generacionalmente Benítez se encuentra en el artículo "La poesía argentina de hoy". Editado por una publicación de la Université de París en 1988, el artículo es el primero, hasta donde se tenga noticia, que encaró el estudio de la generación de 1980 argentina, dividiéndola en distintas tendencias. Según el criterio de los articulistas, Benítez integra la corriente definida como metafísica...".
En uno de los poemas, Garbo´s building, el poeta, piso por piso, va describiendo, presentando a los habitantes, a las casas, a las vidas que las habitan o las habitaron.  Personajes, muebles, historias de vida,  se conjugan en un muestrario.  A través de la enumeración de los muebles, de imágenes,  por ejemplo  en Noveno piso: Pent House:

“La puerta, las paredes, el empapelado, las formas, las cortinas, las alfombras, los ceniceros, las cómodas. Los armarios, las mesas, las sillas, los sillones. Las ventanas, los atardeceres, las madrugadas, las noches, los amaneceres. La cocina, los enseres, los utensilios, los manteles. Los pasillos, las sombras, el aire a encierro, una puerta entreabierta, la humedad, la ceniza. El polvo, las telarañas, los ruidos de la calle. El baño, las goteras, los mosaicos, el espejo, la ducha, las rajaduras, el óxido. Los insectos muertos, la mugre, las colillas, los enchufes. El dormitorio, las sábanas, los libros, las luces apagadas, las almohadas. El televisor, la radio, los cables, las revistas. El salón de estar, el techo, la biblioteca, el par de sillones, la mesa baja, los periódicos, la lámpara de pie, el aparato de aire acondicionado. El balcón, las plantas de tiesto y el vacío”.

Luis Benítez escribe poesía y establece con el lector un diálogo. El lenguaje existe, el arte existe porque existe “el otro”, dice George Steiner. “Es verdad que nos dirigimos a nosotros mismos en constante soliloquio, pero el medio de ese soliloquio es el habla pública: contraída, hecha privada, y quizás críptica,  por medio de referencias y asociaciones ocultas pero fundamentada, sin embargo, y hasta el límite incierto de la conciencia, en su vocabulario y una gramática heredados y determinados histórica y socialmente…”, sigue diciendo Steiner. Estos poemas de Luis Benítez ofrecen su refinada sensibilidad en el misterioso encuentro con el lector, cuando entonces, como decía Borges, ocurre la poesía.

© Araceli Otamendi - Archivos del Sur

Bibliografía:

George Steiner, Presencias reales, Ensayos/Destino, Ediciones Destino S.A. (Barcelona)

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