domingo, 8 de agosto de 2021

La música de Sandro - Cómo se hicieron sus canciones - Pablo S. Alonso

 


La música de Sandro

Cómo se hicieron sus canciones

Pablo S. Alonso

Gourmet musical

704 páginas

(Buenos Aires)

Con esta investigación de Pablo S. Alonso, haciendo eje en la reconstrucción y análisis día por día de cada sesión de grabación en estudios, este libro monumental nos permite asomarnos al proceso creativo de Sandro, “el Elvis Presley argentino” o “Sandro de América”, el artista e ídolo musical que supo conquistar a un gran  público durante su larga carrera en el mundo del espectáculo.

El libro La música de Sandro – Cómo se hicieron sus canciones es fruto de años de investigación y detallada escucha, de búsqueda de materiales de diferentes archivos, de una revisión exhaustiva de prensa, televisión y radio argentina e internacional, y de más de sesenta entrevistas – expresamente realizadas- con productores, arregladores, técnicos y músicos protagonistas y testigos de las grabaciones y giras de Sandro, hace de este un trabajo único y pionero en su especie.

Así, cuestiona también algunos mitos que se fueron formando a lo largo del tiempo sobre el artista: “…En algunos casos – no en los nombrados - la que parece la fuente más directa es la menos confiable: Sandro. Ya sea por una tendencia a la automitificación, por una agenda propia o sencillamente por mala memoria, no se puede tomar al pie de la letra todo lo que Sandro ha dicho sobre sí mismo y su trabajo. Tampoco lo que otros han escrito en paralelo al desarrollo de su carrera. Precisamente, la industria en la que Sandro se movía estaba articulada a nivel de prensa por medios no exactamente dedicados a escribir sobre música. Revistas que, como brazo impreso de la maquinaria promocional, se dedicaban a inventar romances, declaraciones o – en esa época no había otra forma de hacerlo por escrito - a pasar agenda de una serie de actividades que, en muchos casos, jamás se terminaban realizando…”.

Para la elaboración del libro, dice Alonso, logró tener acceso, gracias  la periodista Graciela Guiñazú, enlace principal con los herederos de Sandro ,cuando ya estaba en fase de corrección, a la mayoría de los manuscritos del artista. No sólo a los papeles de puño y letra de Sandro  sino a todas las hojas tipeadas a máquina o impresas desde computadoras en las que escribió letras de canciones y poemas, incluyendo muchos inéditos.

Sandro, el personaje que inventó Roberto Sánchez y con el que se consagró ante el público, en sus declaraciones siempre mostró cierta ambigüedad con respecto a la figura de Elvis Presley, pese a lo que el imaginario colectivo supone (alimentado por Sandro en varias puestas en escena e impostaciones vocales a lo largo de su carrera, no era su favorito: “Elvis fue el metro patrón de nosotros, pero el rock ya existía antes de Elvis, hay que tener en cuenta eso. A mí me gustaban mucho más Ray Charles, Little Richard; Jerry Lee Lewis me ponía más loco que Elvis” – dijo en una entrevista.

Además de una detallada nómina de canciones, el libro recorre la carrera de Sandro, sus orígenes en Valentín Alsina, los primeros espectáculos, su transformación en un ídolo de la música popular de la Argentina y del público latino del mundo, su capacidad como cantante que trascendía a la de sus contemporáneos nuevaoleros.

Este libro se concentra principalmente en el arco comprendido entre 1963 y 1979: “junto con  la irregularidad de la producción de Sandro posterior a 1979 – tanto en lo que refiere a la frecuencia de sus discos como a la calidad, alternando momentos altos con otros bajos – y una simple cuestión de espacio”.

La investigación destaca el oficio del artista, que tenía muchísima facilidad para escribir canciones, un comentario recurrente a lo largo de los testimonios reunidos para el libro. Entre el material inédito, se puede corroborar algo que Sandro no se cansaba de repetir: escribía mucho material que no se correspondía con el producto que él había colocado en el mercado.

Según el testimonio de López Ruiz, lo que mejor hacía Sandro era el blues:

“…cantando y tocando, no te puedo explicar, incluso tocando teclados con sus limitaciones técnicas, era un fenómeno…”.

Miguel Abuelo, citado en el libro de Pintos con un buen recuerdo de Sandro: “Cuando lo conocí, Sandro me pareció muy simpático. Era un tipo muy abierto y afectuoso y muy inteligente. Hoy tengo un buen recuerdo de él y cada vez que puedo le tiro flores, porque es de esa camada de gente anterior a mí que se salva. Es un tipo de grandes valores humanos”.

En cuentagotas, Sandro iba dejando salir algunas de estas canciones, que inequívocamente estaban como lo mejor de los álbumes que las contenían.

Sin dudas, muchas de las mejores letras, se quedaron en el papel, dice el autor.

Pablo Sergio Alonso (Avellaneda, 1981) es licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (Universidad de Buenos Aires), músico y periodista. Ha sido colaborador del suplemento Espectáculos del diario Clarín y las revistas Los Inrockuptibles y Rec or Play. También ha publicado en Ñ y Viva (Clarín), ADN (La Nación) y Pampa. Actualmente escribe en Otra Parte Semanal. Su tesina de licenciatura estuvo dedicada a la obra de Frank Zappa.

 

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