Derechos Humanos en Argentina
Informe 2011
CELS
Siglo Veintiuno Editores
(Buenos Aires)
Esta decimosexta edición del Informe anual sobre la situación de los derechos humanos en Argentina que el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) pone a disposición de la sociedad subraya la importancia de los avances logrados a lo largo de los últimos años, pero también advierte sobre algunas deudas históricas del Estado democrático.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) es una organización no gubernamental fundada en 1979 y dedicada a la promoción y protección de los derechos humanos y el fortalecimiento del sistema democrático y el Estado de Derecho en la Argentina.
La transición hacia una democracia con mayor solidez institucional y menores niveles de desigualdad involucra cuestiones centrales como garantizar la seguridad ciudadana; eliminar la tortura; mejorar las condiciones de detención para las personas privadas de libertad; democratizar el debate público y el acceso a los medios de comunicación; desterrar la discriminación por motivos sexuales, étnicos o de cualquier otro tipo; asegurar un ejercicio efectivo del derecho a la salud, a la educación y a la vivienda, y mejorar la calidad de vida de los sectores más desfavorecidos, entre muchas otras.
Este Informe 2011 pone el foco, una vez más, en la denuncia de las inequidades que aún persisten. Pero aporta también propuestas inclusivas con una amplia base de sustento político y social. Ese modo de construcción, que ha distinguido al movimiento de derechos humanos desde su origen, hoy vuelve a cobrar vigencia en la defensa de los valores democráticos para lograr una sociedad más igualitaria.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) ofrece a la sociedad su decimosexto informe sobre la situación de los derechos humanos en la Argentina, en el que se analizan los avances y retrocesos en materia de calidad institucional e inclusión social que tuvieron lugar durante 2010.
Este informe se elabora día a día gracias al trabajo de muchas personas y organizaciones a lo largo de todo el país, quienes contribuyen con información y aportan el producto de sus experiencias e investigaciones.
Dice Gastón Chillier, director ejecutivo del CELS:
“El balance de las situación de los derechos humanos en la Argentina, a la luz de los hechos ocurridos durante 2010, muestra que los importantes avances logrados a lo largo de los útimos años conviven con deudas históricas del Estado democrático. La exclusión que todavía padecen cientos de miles de familias y las respuestas estatales – muchas veces violentas – ante esas carencais obligan a acelerar el proceso de construcción de una democracia con mayor solidez institucional y menores niveles de desigualdad.
Esta decimosexta edición del Informe anual pone el foco, una vez más, en la denuncia de las inequidades que aún persisten. Pero aporta también propuestas inclusivas, con una amplia base de sustento político y social. Ese modo de construcción, que ha distinguido al movimiento de derechos humanos desde su origen, hoy vuelve a cobrar vigencia para la defensa de los valores democráticos y la construcción de una sociedad más igualitaria.
La transición hacia una democracia con mayor solidez institucional y menores niveles de desigualdad involucra cuestiones centrales como garantizar la seguridad ciudadana; eliminar la tortura; mejorar las condiciones de detención para las personas privadas de libertad; democratizar el debate público y el acceso a los medios de comunicación; desterrar la discriminación por motivos sexuales, étnicos o de cualquier otro tipo; asegurar un ejercicio efectivo del derecho a la salud, a la educación y a la vivienda, y mejorar la calidad de vida de los sectores más desfavorecidos, entre muchas otras.
Ante esta coyuntura, el sistema político enfrenta el desafío de consolidar una cultura democrática de los derechos humanos que incorpore los problemas más graves y urgentes del presente. Como se verá a lo largo de este informe, la implementación de políticas que ampliaron el ejercicio de derechos para muchos sectores de la sociedad es un rasgo alentador. Algunos avances permiten a la Argentina situarse a la vanguardia a nivel internacional en temas vinculados con la agenda ampliada de derechos humanos, como ocurrió, por ejemplo, con la aprobación de la ley de matrimonio igualiario o la reglamentación de la nueva Ley de Migraciones. No obstante, el nivel de acuerdos políticos que hizo posible esos progresos debería encontrar un correlato a la hora de poner fin a ciertos patrones estructurales de violación de derechos…”.
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