La paleta del espanto
Color y cultura en los cielos e infiernos en la pintura
Colonial andina
Gabriela Siracusano (ed.)
Editorial Universidad Nacional de San Martín
Colección Artes y Letras
(Buenos Aires)
La Editorial Universidad Nacional de San Martín ha publicado recientemente este trabajo de varios autores con la compilación de Gabriela Siracusano – doctora en Historia del Arte, investigadora del Conicet y profesora de la Universidad Nacional de San Martín y de la Universidad de Buenos Aires, autora de varios libros y artículos sobre arte colonial andino, especializada en la dimensión material y cultural de pinturas y esculturas del período - acerca de la pintura colonial andina.
Se trata de una cuidada edición que incluye imágenes de la Iglesia de Carabuco (Bolivia), de la Iglesia de Caviaquiri (Bolivia), de la Iglesia de Santa María (Ledesma, Salamanca, España), de la Catedral de Vank( barrio armenio de Jolfa, Ispahán, Irán) de la Iglesia de Huauro (Perú), entre otras.
Dice Gabriela Siracusano:
“…La iconografía cristiana despliega una compleja red de estrategias visuales para aludir a lo que dicho sistema de creencias ha llamado las Postrimerías o Novísimos, es decir, los cuatro últimos momentos del ser humano, a saber: Muerte, Juicio Final, Infierno y Gloria. Estos relatos iconográficos remiten a una antigua tradición que hunde sus raíces en los registros textuales e icónicos medievales. En el Virreinato del Perú, este imaginario se desplegó de manera sostenida a lo largo de todo el territorio andino durante los siglos XVII y XVIII, como una de las vías para acompañar el proceso de evangelización iniciado desde los primeros años de la conquista. La lucha entre el bien y el mal, entre lo verdadero y lo falso, y un mensaje anclado en la relación pecado-castigo, se manifestaron como una estrategia visual efectiva para llevar a cabo lo que Serge Sugruzinski denominó “la colonización del imaginario”, fenómeno que evidencia no sólo rasgos de resistencia cultural sino también de adaptación y apropiación por quienes ocupaban, mediante sus prácticas y creencias, el lugar de lo pecaminoso: los nativos…”.
Detalle de músicos y bailarines, José López de los Ríos, Infierno, óleo sobre tela, 1684, Serie de las Postrimerías, Iglesia de Carabuco, Bolivia |
La paleta del espanto es un trabajo interdisciplinario que cruza las disciplinas de la Historia, la Química y el Arte. Mediante la investigación de los distintos autores del libro, se encaran distintas facetas del arte y la iconografía cristiana en América del Sur. El Capítulo 4, por ejemplo, está dedicado a la restauración de cuatro lienzos monumentales de la Iglesia de Carabuco; el capítulo 5 al examen científico de los materiales pictóricos; el 6 se titula: Notas para detener el “Escándalo”: Fiesta, color e idolatría en el Virreinato del Perú, y analiza, por ejemplo, una causa de visita de hechicería e idolatrías realizada en la provincia de Cajatambo en los pueblos de indios de Chacras y Andajes, en 1725, donde se hace mención a un edicto que condenaba a usar piedras y polvos de colores, pinturas en vasos, piedras y tinajas, instrumentos musicales y bailes como signos idolátricos. Habían pasado ya muchos años desde las primeras campañas de extirpación de idolatrías iniciadas en 1570 impulsadas por el Virrey Toledo. Sin embargo, tambores, flautas, chicha bailes y borracheras marcaban el ritmo de una fiesta incesante. Con motivo de la fiesta que celebraba la canonización de San Ignacio de Loyola, Bartolomé Arzans de Orzúa exhibía el lugar destacado que la pintura ocupaba en los festejos públicos que Potosí había celebrado en esta y otras oportunidades a lo largo de su historia.
Autores: Leontina Etchelecu, Teresa Gisbert, Blanca A. Gómez, Diego Guerra, Marta S. Maier, Andrés de Mesa Gisbert, Sara Daniela Parera, Agustina Rodríguez Romero, Carlos Manuel Rúa Landa, Gabriela Siracusano, Gustavo Tudisco.
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